Observador político - El reto de Nadxieelii al frente de la CDHM
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

El nombramiento de Nadxieelii Carranco Lechuga como titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM) marca un nuevo capítulo en una institución que, durante los últimos años, ha estado marcada por la sombra de la impunidad, la inacción y las continuas críticas. No es un secreto que la Comisión ha sido una de las entidades más cuestionadas en el ámbito estatal, especialmente debido a la gestión de su antecesor, Israel Hernández Cruz, quien dejó un legado de opacidad y, en muchos casos, falta de resultados en el ámbito de la protección de los derechos humanos.
EL DESMARQUE DE GRACO.- El desafío de Carranco Lechuga es monumental, ya que no solo se enfrenta a una herencia que dejaron administraciones priistas, panistas y perredistas con la violencia estructura, en la que destacan feminicidios y madres buscadoras de sus hijas desaparecidas en un estado como Morelos, sino que también deberá cargar con el estigma de su vinculación laboral con el exgobernador Graco Ramírez, una figura cuya administración fue duramente criticada por diversos sectores, especialmente en lo que respecta a la corrupción y las omisiones en temas de derechos humanos.
Para entender el reto que tiene por delante, es necesario repasar el papel crucial que debe jugar la Comisión en un estado como Morelos, donde la violencia de género ha alcanzado niveles alarmantes y donde la falta de justicia y la impunidad parecen ser la constante.
La Comisión de Derechos Humanos no es solo una entidad de monitoreo; tiene la facultad de intervenir, investigar, emitir recomendaciones y, lo más importante, generar cambios en la estructura de seguridad y justicia del estado.
¿QUE SE ESPERA DE LA CDHM? La CDHEM tiene competencias claras que deben ser ejercidas con rapidez y eficacia; entre sus principales facultades están: la recepción de quejas por violaciones a los derechos humanos, la investigación diligente de dichas quejas, la emisión de recomendaciones a las autoridades y la promoción de políticas públicas que favorezcan la defensa y protección de los derechos humanos. Todo ello dentro de un marco que permita una actuación con perspectiva de género, en especial cuando se trata de feminicidios y violencia de género.
Morelos, como muchos otros estados, se encuentra bajo la alerta de violencia de género, y la Comisión tiene la obligación de velar por el cumplimiento de las medidas correspondientes. Su papel no es meramente administrativo; debe ser proactiva, asumir el liderazgo en la defensa de los derechos humanos y garantizar que las víctimas de violencia reciban una atención integral que incluya apoyo psicológico, jurídico y social.
En este contexto, Carranco Lechuga se enfrenta a un escenario de gran complejidad, en la que debe superar la desconfianza que la ciudadanía tiene hacia las instituciones encargadas de velar por los derechos humanos, a causa de la falta de resultados y de la burocracia que ha caracterizado a la Comisión en los últimos años. El reto es, por tanto, doble: restaurar la confianza y, al mismo tiempo, ser eficaz en la intervención y resolución de los problemas estructurales que afectan a las víctimas de violencia en Morelos.
EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES.- El contexto social también ha cambiado en los últimos años. Hoy en día, Morelos, como muchas otras partes del país, tiene un contingente de mujeres empoderadas en diversas áreas del poder público, desde la gobernadora hasta presidentas de organismos legislativos, rectoras universitarias y activistas.
Por tanto, la presencia de mujeres en cargos de poder y decisión ha aumentado, pero esto debe ir más allá de los nombramientos; debe traducirse en cambios reales en la implementación de políticas públicas que favorezcan a las mujeres.
Es aquí donde la titularidad de la Comisión cobra una relevancia estratégica y, Carranco Lechuga, como mujer al frente de un órgano con la responsabilidad de proteger los derechos humanos, tiene la oportunidad de dar un paso adelante y, más allá de la crítica política y social que pueda generar su vínculo con figuras del pasado, demostrar su capacidad para poner en alto el papel de la mujer en la justicia.
Un compromiso auténtico con la protección de los derechos de las mujeres, en especial en temas de violencia de género y feminicidios, será la verdadera prueba de su gestión.
No se puede obviar la creciente violencia que atraviesa el estado, menos aun los feminicidios, la desaparición de mujeres y la impunidad que ha marcado la historia reciente de Morelos exigen respuestas claras y rápidas. En este sentido, la Comisión debe tomar un papel activo en la creación y seguimiento de políticas públicas que no solo sancionen a los responsables, sino que aborden las causas estructurales que permiten que estos crímenes queden impunes.
Esto implica una labor conjunta con otras instituciones, como la Fiscalía General del Estado y el Poder Judicial, para que las mujeres en Morelos puedan acceder a la justicia de manera real y efectiva.
MÁS QUE UN DESAFIO PERSONAL, UN RETO COLECTIVO.- A pesar de las criticas de algunos sectores por su designación tiene ahora, Nadxieelii Carranco Lechuga un reto no solo para ella como persona sino para todo el sistema de justicia en Morelos, que debe dejar atrás su historial de omisiones y tomar una posición firme frente a los crímenes de género.
La nueva titular de la CDHEM deberá asumir su rol con responsabilidad y valentía, no solo ante el Congreso del Estado o las autoridades, sino ante las víctimas de violencia que han quedado desprotegidas durante años.
Además, la Comisión de Derechos Humanos debe actuar como un contrapeso real al poder institucional, denunciando los casos de violaciones a los derechos humanos, sin importar quiénes sean los responsables. Esto significa que no puede ser una institución al servicio de intereses políticos ni un órgano que evite la confrontación. Al contrario, debe ser una entidad crítica, independiente y valiente que exija justicia sin mirar a quién.
EL FUTURO: ¿LLAMADO DE ESPERA ZA? La historia de la Comisión de Derechos Humanos en Morelos está plagada de fallos y frustraciones, quizá por ello los ciudadanos de este estado, particularmente las mujeres, han demandado durante años una respuesta eficiente y contundente ante la violencia que sufren a diario. Nadxieelii Carranco Lechuga, con su experiencia y su sensibilidad hacia los derechos humanos, tiene la oportunidad de demostrar que el cambio es posible. Si logra cumplir con sus responsabilidades y poner la CDHEM al servicio de los ciudadanos, no solo se ganará el respeto de la sociedad, sino que contribuirá a la construcción de una sociedad morelense más justa y equitativa.
La violencia de género, los feminicidios y la impunidad ya no pueden seguir siendo una constante en el estado.
Es ahi dónde la Comisión de Derechos Humanos, bajo la nueva dirección de Carranco Lechuga, se convierta en un verdadero bastión de justicia, que no solo defienda los derechos humanos, sino que, sobre todo, impulse una transformación real en las estructuras de poder y justicia de Morelos.
El reto es grande, pero la oportunidad de hacer historia, también lo es.
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