Punto Kairo - Por una pedagogía del cuidado
En opinión de Juan Salvador Nambo
Académicos de la Universidad Pedagógica Nacional abogaron hace algunos días en la columna denominada Cortocircuitos, uno de los espacios más críticos de la educación en el país, por una pedagogía del cuidado, sobre todo ante los abusos del poder, la pandemia y la violencia rampante en México en todos los ámbitos educativos del país.
Nada más acertado. Especialmente cuando se tiene en las escuelas un ambiente perverso, propiciado por las elecciones en el Sindicato de Maestros, los puestos políticos que se pelean las fuerzas hegemónicas de la entidad, el cada vez más difícil acceso a una plaza docente y el hecho de sobrevivir a la crisis económica. De esta manera regresaremos a un nuevo ciclo escolar, en el que si no nos cuidamos terminaremos en crisis por acoso laboral en las escuelas.
En un estudio publicado por Cuellar et al., (2019) se establece que toda organización de trabajo es una construcción social en donde cada uno de sus miembros lucha por mantener su trabajo y prestigio; sin embargo, cuando sienten que una persona pone en peligro la estabilidad individual o grupal es cuando inicia un proceso que culmina al eliminar la amenaza (Westhues, 2011). A dicho proceso se le nombra acoso psicológico en el trabajo el cual se puede manifestar en cualquier centro laboral, incluidas las escuelas.
El acoso psicológico en el trabajo es definido como el “uso deliberado del poder, o amenazas de recurso a la fuerza física, contra otra persona o grupo, que pueden dañar el desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social. Comprende el abuso verbal, la intimidación, el atropello, el acoso y las amenazas” (Organización Internacional del Trabajo, 2003, p.3). Este tipo de acoso genera un ambiente laboral hostil el cual se compone por una serie de conductas abusivas que se ejercen de manera iterativa y constante hacia una o más persona de manera implícita o explícita (Salin, 2003).
Einarsen y Raknes (1997) afirman que el acoso psicológico en el trabajo hace referencia a conductas negativas continuadas que son dirigidas contra uno o varios empleados por sus superiores y/o colegas. En contraste, Girard (2002) señala que las conductas negativas son dirigidas por todos hacia un trabajador (citado en Verona y Santana, 2012). Estas acciones se realizan intencionalmente ocasionando humillación y estrés tanto a la víctima como a las personas que fungen como testigos lo que puede provocar un ambiente negativo en el trabajo y afectar el rendimiento laboral.
De acuerdo con Leymann (1996) el acoso psicológico es el uso de la violencia psicológica extrema, es decir, el acoso inicia con actos violentos psicológicos de manera ocasional hasta que se manifiestan de manera repetitiva con la intención de lastimar. En este sentido la Organización Internacional de Trabajo (2019) reconoce que toda persona debe estar libre de la violencia y del acoso en su trabajo.
El acoso psicológico en el trabajo ha sido investigado en diferentes contextos; por ejemplo, en el caso europeo estudios reportan que el 9% de sus trabajadores (12 millones) han sufrido alguna forma de intimidación moral (Instituto de Estudios Laborales, 2003). Con respecto a la población activa en Dinamarca: Mikkelsen y Einarsen (2001) señala que el 14% de la población la padece.
La Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud (2002) coinciden en que la violencia laboral es un problema de salud pública que afecta la dignidad de millones de personas, la cual amenaza gravemente la eficiencia de los centros de trabajo. Al respecto señala que, para erradicar la violencia es necesario realizar diagnósticos que permitan concientizar a las personas de la importancia de la problemática y hacer partícipes a los afectados en posibles estrategias de solución a nivel internacional, nacional y local.
Para López, Vázquez y Montes (2010) el acoso psicológico en el trabajo es un fenómeno que puede perjudicar de manera directa el compromiso que tiene el trabajador con la organización. En el mismo sentido existen estudios (OIT, 2016; Vieco y Abello, 2014; Ceballos, Valenzuela y Paravic, 2014) donde aluden que esta problemática perjudica también a la familia, pues un trabajador víctima de acoso psicológico puede volver a su casa y como una extensión del trabajo continuar ahí sus conductas defensivas.
En los últimos años se han documentado distintos casos de acoso psicológico y laboral en las escuelas de Morelos, lo cual ha sido considerado poco por las autoridades del ramo, pese a que el acoso en el ámbito académico tiene relación con la supervivencia, ya que es un lugar donde existe una gran competitividad para conservar, mantener u obtener un status (Hirigoyen, 2001). Tratemos de poner atención a este fenómeno a través de la pedagogía del cuidado.
Para mayor información en Morelos, se puede recurrir al siguiente artículo: Cuellar, S., González, I. & Nambo, J. (2019). Acoso psicológico en el trabajo de docentes de secundaria en Morelos. Pienso en Latinoamérica. Programa de investigación en salud ocupacional, 2(5), 19-28. https://tinyurl.com/yym5uz2q