Juego de Manos - ¿López o López?

El informe nocturno de Covid-19 del subsecretario, Hugo López-Gatell, superó en rating 3 a 1 a la mañanera del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; de acuerdo con cifras del canal de Youtube del Gobierno de México, plataforma por la que ambas se transmiten todos los días.

Hay muchos factores mediante los cuales podemos hipotetizar la causa de este fenómeno. Se puede observar, en primer lugar, la novedad de ambos ejercicios comunicativos. La conferencia mañanera de López Obrador dio inicio en diciembre de 2018, poco después de que el mandatario ocupara la silla presidencia y, si bien se proporciona un cierto porcentaje de información fresca, no sorprende que en ese espacio se reduzcan datos o alarmas, se reutilicen estrategias de delegación de responsabilidad y se reciclen discursos de transformación o ataque. Que no se diga que el presidente no es ecologista.

Por otro lado, el informe diario del subsecretario López-Gatell tiene apenas dos meses desde su primera transmisión y atiende el estado de alerta que la urgencia de un contexto extraordinario pone sobre la mesa. Existe una enorme demanda de información concreta acerca de nuestra realidad actual y la oferta de dicho recurso, escaso debido al desconocimiento de esta problemática, se reduce a unos cuantos actores e instituciones.

Ahora bien, esta contingencia va a concluir y, entonces, no habrá razón de mantener una conferencia cotidiana de información epidemiológica, por lo que el alcance de este espacio —y quizá de su protagonista— es finito. El subsecretario puede ser muy carismático, pero sin una temática que atender quedará rezagado en la agenda pública.

A pesar de ello, la fecha de caducidad de los informes nocturnos será definida por la pandemia que, a ojo de buen cubero, parece lejos de ocurrir, por lo que el seguimiento de López-Gatell y su imagen pública son oportunos por el momento.

Ahora bien, el análisis del subsecretario debe superar al propio personaje. Si bien tiene muchos atributos y rasgos con los que se le identifica y que causan una buena reacción por parte de los espectadores, él ha manifestado que no tiene un interés por involucrarse la vida política del país, lo que deja un espacio vacío para ocupar el perfil que —natural o artificialmente— ha venido trabajando durante los últimos meses.

La imagen de López-Gatell se ha sido construido —por su actuación pública, información oficial e idealización de la sociedad— a partir del arquetipo del sabio, aquel que ofrece orientación y actúa como mentor en momentos de incertidumbre. Asimismo, su paciencia, servicio y responsabilidad son valores muy apreciados por las y los mexicanos. Consecuencia de la aceptación que este perfil ha tenido por la sociedad, podemos esperar que otros personajes interesados en la política repliquen su comportamiento —adecuándolo a nuevas problemáticas— para ganar simpatía y hacerse de votos en el 2021 y 2024.

Vacunas de jabón

Con motivo del Día de la niñez, la Secretaría de Salud modificó la dinámica del informe de Covid-19 de ese día para dedicarla a responder preguntas y atender comentarios del grupo de edad más pequeño del país. Esta conferencia, evidentemente, fue protagonizada por el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell.

Para este ejercicio se realizó una videollamada con 20 niñas y niños de diferentes partes del país, con características particulares y múltiples inquietudes. Asimismo, se proyectaron diversos materiales creados por niñas y niños como dibujos, fotografías y videos.

Las preguntas realizadas por los infantes sorprendieron por su calidad, muchas ya se habían consultado y otras no. Aunque, quizá, el hecho más significativo fue que los interrogantes les dieron voz e historia a miles de casos de personas con enfermedades o capacidades diferentes.

Desde Tabasco hasta el Estado de México participaron niñas y niños con diabetes, con discapacidad auditiva, problemas de coagulación sanguínea; que cuestionaban las implicaciones de sus enfermedades o problemas comunicativos que las propias herramientas de prevención generan para las personas discapacidad. Este fue un ejercicio que demostró inclusión y conciencia social, protagonizado por uno de los personajes que, quizá, hoy cuenta con la mejor imagen pública. El crush continúa.

El acto llegó a su punto máximo de vinculación social cuando Alexandra, una niña de seis años, hizo una de las preguntas más relevantes (y subestimadas) del momento: se viene mi cumpleaños ¿puedo ver a mis amigos? Esta pregunta es importante porque se relaciona con la inquietud de miles de personas. Cuando se festeja una vuelta al Sol se busca complacer la mayoría de los deseos de la persona festejada, por ello, es importante establecer verbalmente límites específicos a esta contingencia para evitar contagios.

Entonces, el pasado jueves aprendimos tres cosas. Primero: que los niños pueden hacer preguntas iguales o mejores que las que han realizado algunos periodistas en lo que va de la contingencia. Segundo: hasta nuevo aviso, los cumpleaños deberán celebrarse desde la distancia, las felicitaciones podrán ser realizadas a través de llamadas o videollamadas, pero tendremos que conformarnos con los apapachos de la almohada. Y, finalmente, que no pueden hacerse vacunas de jabón.

Por cierto

La aceptación de presidente de la República ha ido cayendo durante las últimas semanas. La última encuesta de Consulta Mitofsky señala que cuenta con 48.8% de aprobación (porcentaje más bajo desde que tomó posesión) y 52% de desaprobación. Los negativos de López Obrador superan, por primera vez, a sus positivos. Se le está cayendo el evento.

Esto puede ser explicado por la inflexibilidad de los discursos, rasgo que ya se ha abordado en otros Juego de Manos, la nula aceptación a la crítica (que en muchos casos se responde con ataques), la necedad de anteponer los proyectos e ideales del gobierno por encima de cualquier otra cosa y los conflictos internos del partido que, figurativamente, encabeza el presidente.

López Obrador ha manifestado en múltiples ocasiones que la prioridad son los pobres; sin embargo, en la silla presidencial las promesas parecen haberse quedaron en el tintero. Hoy, parece ser que la defensa a capa y espada de su imagen —a partir de la insistencia en megaproyectos, el combate a la corrupción y la reiteración de que todo está bien— es la prioridad del Gobierno de México.

Quizá, la Cuarta Transformación es una cruz demasiado pesada para Andrés Manuel.

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