La Feria Internacional del Libro de Cuernavaca se pospone por "condiciones misteriosas"
En opinión de Tania Jasso Blancas
Queridos lectores y lectoras ávidos de cultura y conocimiento, tengo noticias frescas y jugosas que les dejarán con más preguntas que respuestas. Resulta que la tan esperada Feria Internacional del Libro de Cuernavaca, que tenía a muchos entusiasmados por la promesa de diez días llenos de literatura y aventuras bibliográficas, ha sido pospuesta. ¿El motivo? No existen las condiciones necesarias, las cuales sobre todo son misteriosas. Un enigma tan intrigante que hace que el paradero del tesoro de Moctezuma parezca un juego de niños.
Primero, permítanme compartir mi experiencia personal: al igual que muchos de ustedes, no me enteré de la existencia de esta feria hasta que fue suspendida. ¿Estrategia de marketing o un secreto bien guardado por los poderosos del mundo literario? Ustedes decidan.
Ahora, hablemos de los organizadores. Si los Illuminati existen, estoy convencida de que deben ser los mismos detrás de este evento. ¿Quiénes son? Nadie lo sabe ¿Qué pretenden? Nadie tiene idea. Son como ninjas culturales ocultos en las sombras, organizando eventos sin dejar rastro alguno.
Y claro, no podemos olvidarnos de las famosas "condiciones misteriosas". ¿Será que los libros han tomado vida propia y se están rebelando contra sus autores? ¿O tal vez los protagonistas de las novelas se han escapado de las páginas y están tomando el control de Cuernavaca? Podríamos tener una invasión literaria.
Y aunque el tono sarcástico es entretenido, no podemos ignorar el verdadero trasfondo de todo esto. Es cierto que, en el mundo cultural de Morelos, a veces parece que solo unos pocos tienen el poder de convocar eventos y la mayoría de nosotros quedamos relegados a un rincón oscuro sin siquiera enterarnos de lo que sucede.
La democratización de la cultura es un objetivo noble, y esperemos que, más allá de las posposiciones y misterios, se logre acercar a la gente a eventos culturales más inclusivos y accesibles. Que la literatura y la cultura sean para todos y no solo para unos pocos privilegiados.
Mientras tanto, seguiré aquí, esperando a que los organizadores revelen sus identidades secretas y las condiciones por las cuales se pospuso se desvelen, como si estuviera atrapada en una trama de novela negra.
Hasta la próxima, y que la literatura nos acompañe siempre, aún en los enigmas más inescrutables.