Serpientes y escaleras - Lucía

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Lucía

Se puede o no estar de acuerdo con la candidata de oposición, pero está haciendo lo que debe para ganar.

 

Lucía

Poco a poco Lucía Meza ha logrado modificar la percepción de la campaña: hace unos meses nadie dudaba del triunfo de Morena y consideraba muy difícil, casi imposible, que la oposición pudiera competirle a la 4T en la tierra de Zapata; hoy la opinión ha cambiado incluso en gente que abiertamente está con Margarita. A unas semanas de que arranque el proceso electoral la historia aún no se escribe y ninguno de los equipos puede argumentar convincentemente que tienen amarrado el resultado de la elección. Cualquiera puede ganar.

El primer paso en el plan de la senadora ya se logró al modificar la idea de que Morena tenía la victoria en la bolsa; la ventaja estadística sigue estando del lado de la 4T y de sus candidatos, pero tomando como referencia la manera como los morelenses han votado a lo largo de los últimos veinte años a nadie sorprendería que en el 2024 hubiera voto diferenciado. Recordemos la elección del 2006: Andrés Manuel López Obrador arrasó en Morelos, pero el PAN se alzó con la gubernatura; en el 2021 Acción Nacional se llevó la capital, pero perdió el distrito federal.

La lucha del frente opositor no es con Margarita González, sino con Morena; la marca es muy fuerte porque en Morelos el presidente goza de una aprobación superior al 70 por ciento, lo que fortalece el voto fiel a su causa. Pero a la par de ello existe un sector inconforme con la manera como Morena ha gobernado en el país y en el estado, y de manera particular con la defensa a ultranza del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia Cuauhtémoc Blanco.

El jefe del ejecutivo local es la figura hacia donde Lucía Meza apunta las baterías en esta primera etapa de su campaña; la violencia, la inseguridad y los malos resultados en el proceso de pacificación son el eje del discurso opositor, culpando al ejecutivo de las fallas y atribuyendo a él los muertos, como si la efectividad de una estrategia policiaca dependiera de una sola persona y de su buena voluntad.

Lucía Meza Guzmán es una buena candidata: sabe de política, maneja bien su discurso, conecta con la gente y entiende la importancia del manejo de los medios; item más: tiene en José Luis Guevara a un buen coordinador de campaña, alguien que suma, que concilia y que tiene tacto político, la cara opuesta del coordinador de enfrente. Para algunos la senadora es una mujer con un temperamento muy parecido al de Graco Ramírez, cuestionable en algunas de sus etapas profesionales y criticada por quienes compiten contra ella, pero más allá de su personalidad, como candidata nadie duda que está haciendo lo que debe hacer para ganar y nadie le regatea su habilidad para posicionarse.

La carrera del FAM en Morelos no es sencilla porque los partidos que conforman el bloque opositor tienen muy poca presencia y carecen de estructura territorial; la carga de la campaña recae en los hombros de su candidata, es ella quien debe armar, coordinar y alentar al equipo, la que debe definir, elaborar y promover el discurso, la que tiene que hacer el trabajo político para convencer al mayor número de personas, incluyendo morenistas y la que anímica, política y económicamente lleva el peso de la contienda. A ello hay que sumarle que los partidos que conforma el Frente Opositor en lugar de sumar, restan.

Ante la ausencia de una base electoral sólida dentro de la oposición, la candidata apuesta por el manejo de la percepción a través de los medios de comunicación; los eventos de Lucía Meza no son tantos ni tan numerosos como los de su adversaria, pero su presencia mediática es infinitamente mayor y genera mucho más impacto que los recorridos de Morena. Veámoslo de esta manera: la 4T está haciendo campaña al estilo de la vieja izquierda, de boca en boca, confiando en la fuerza y lealtad de sus estructuras, mientras que Lucía Meza tiene un planteamiento moderno, lanza sus mensajes al aire y a través de los medios les llega a todos, incluidos los morenistas que no están cómodos con lo que sucede en su partido.

La senadora sabe que no puede competir con la imagen del presidente, pero apuesta al voto diferenciado a partir del rompimiento interno de Morena y la exaltación de la imagen negativa del gobernador Cuauhtémoc Blanco. Veámoslo: la candidata no cuestiona al presidente ni se mete con el partido, incluso retoma algunos preceptos de la 4T colocándolos como valores universales más allá de una marca. Su ataque se concentra en el gobernador, en la inseguridad y particularmente en los feminicidios y las extorsiones; en una segunda etapa los ataques irán contra Margarita.

Lo que vemos ahora es solo una parte del plan opositor: ligar a la candidata de Morena con el gobernador Cuauhtémoc Blanco es un primer paso al que luego seguirá el nombre de Mario Caballero, una figura cercana a Margarita González Saravia, involucrado directamente en el caso de la Estafa Maestra en la Universidad de Morelos. En este último punto, dicen, la historia se contará a partir de un actor central del fraude: Wistano Orozco, un sujeto que llegó a Morelos por intervención de Mario Caballero, que operó los recursos que la Sedatu envió a la UAEM en la llamada Estafa Maestra, que hoy se encuentra prófugo de la justicia, pero que en las próximas semanas o meses podría tomar el criterio de oportunidad para reducir su pena. ¿Adivinen contra quién aportará pruebas Wistano Orozco?

El equipo de Lucía Meza está haciendo su trabajo: escucha, investiga, dialoga, escucha, suma, convence, escucha, debate, argumenta, escucha y se ha metido en un espacio que el partido y la candidata de Morena tienen olvidado: la percepción. Obvio: si el FAM tratara de competirle a la 4T en su cancha va a perder: no tienen ni la estructura, ni los recursos, ni los gobiernos para dar pelea en ese terreno, por ello trabajan en lo mediático, a través de la comunicación, porque saben que casi siempre las estructuras traicionan y en el caso particular de Morelos la gente recibe lo que les dan, pero saben votar diferenciado.

Desde su trinchera Lucía Meza está haciendo lo que debe: necesita llamar la atención, provocar y debatir; a lo largo de las últimas semanas ha ido sembrando historias en la opinión pública, la mayoría en contra del gobernador, con la ventaja que del lado del gobierno tampoco nadie le responde. La senadora acusa sin pruebas, promete sin entrar a detalles y exalta el descontento contra el gobierno estatal; ahora se victimiza.

No hay manera de saber lo que pasará en la elección, ni tampoco cuánto ayudará esta estrategia a la candidata opositora, pero es el mejor camino que tiene el FAM para competir. Un dato más: la oposición se encuentra en espera de lo que ocurra en Morena una vez que se definan las candidaturas locales, ahí podría venir la mayor y más peligrosa ruptura de la 4T, porque en el equipo de Morena no hay un operador político que sepa o quiera conciliar.

Lucía Meza no aporta pruebas de lo que dice; pero en una campaña no necesita hacerlo, sobre todo cuando nadie le rebate lo que dice. Acusar, denunciar y luego victimizarse son los ingredientes básicos de una narrativa que pretende generar percepción. Y lo está logrando.

Es más sencillo ser palo que piñata.

·         posdata

Con todo y lo inservibles que son sus dirigencias, los partidos que conforman el Frente Opositor en Morelos están apoyando a su candidata y siguen al pie de la letra los pasos que les indican en la casa de campaña. Del lado de Morena es notoria la ausencia de una voz que haga contrapeso a los señalamientos o ponga otros temas en la mesa de la discusión.

La senadora conoce la ley y sabe hasta qué punto se puede mover sin caer en falta; Lucía Meza está bien asesorada en lo jurídico y tiene un buen acompañamiento político, por eso no deja el escenario ni el manejo de medios; a pesar de que algunos puedan suponer que lo que hace está fuera de la ley, en realidad no es así, la dama se mueve en el límite de lo permitido, sin violentar la regla electoral y sin dejar de estar presente en los medios.

Pongámos un ejemplo: hace unos días se lanzó nuevamente contra Cuauhtémoc Blanco y lo acuso de desvío de recursos a sabiendas que los delitos de calumnia y difamación ya no están tipificados ni en lo federal ni en lo local; como senadora de la república arremetió contra el gobernador con la única intención de generar polémica, porque si en verdad existieran pruebas de sus dichos o quisiera ir más allá de lo mediático, el camino sería denunciar. Pero no lo hizo.

Unos días más tarde las dirigencias de los partidos afirmaron que por sus dichos la candidata opositora había sufrido amenazas que la orillaban a solicitar protección del gobierno federal. Una vez más no hubo pruebas y paradójicamente los encargados de resguardar la integridad de la senadora serían elementos enviados por el gobierno federal, el mismo al que acusa de tener una estrategia fallida y de coludirse con la delincuencia. Pero obvio: de lo que se trata es de generar percepción.

La presencia de las dirigencias de oposición hace más evidente la ausencia de la dirigencia de Morena. Al gobernador Cuauhtémoc Blanco y a la candidata Margarita González Saravia los está tundiendo la oposición sin que ninguno de los dos, o sus equipos metan las manos.   

·         nota

El panorama para la nueva rectora de la Universidad de Morelos no es sencillo; el reclamo salarial de los sindicatos es imposible de cumplir y el único camino que existe para que la situación no derive en un problema mayor es conciliar.

No conozco a la rectora Viridiana Aydeé León, pero sus cartas credenciales como profesionista y como persona son excelsas; ojalá la prudencia quepa en el sindicato y se combine con la capacidad del nuevo equipo de gobierno de la UAEM; nuestra máxima casa de estudios ha vivido tiempos complejos en el pasado y sería terrible que la historia se repitiera.

Cumplir la demanda de aumento en las percepciones es imposible porque la universidad no tiene dinero para ello.

Ojalá el sindicato lo entienda y negocie para bien de los trabajadores y de la comunidad universitaria.    

·         post it

La semana pasada se reunieron los aspirantes a la presidencia municipal de Cuernavaca con un enviado del CEN; después de varias horas el acuerdo fue que no hubo acuerdo, aunque se determinó que habrían dos encuestas: una de conocimiento y otra de intención de voto.

En este caso como en el resto de los municipios, a Morena le urge operación política y dialogar con los aspirantes. A la mayoría no les van a poder cumplir, lo menos que pueden hacer por ellos es escucharlos.

·         redes sociales

Una vez más viene el presidente de México a Morelos. Hoy nuevamente estará en la tierra de Zapata.

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