Repaso - ¿Quién más para sección 19 SNTE?
En opinión de Carlos Gallardo Sánchez
En este espacio de opinión se han comentado las expectativas que pudieran tener algunos docentes a los que se les menciona como posibles aspirantes para dirigir la Sección 19 del SNTE.
Algunos tendrán más posibilidades que otros, pero al final de cuentas será la base sindicalizada la que con su voto decida al sucesor o sucesora de Gabriela Bañón Estrada de la Secretaría General.
Para un análisis mesurado, sin el hígado, sobre los presuntos aspirantes, considero que deben eludirse las polarizaciones, lo que de ninguna manera implicaría tener la firmeza para decidir a quién se respaldará. La descalificación dogmática o el apoyo irreflexivo no serían las mejores prendas intelectuales en este asunto.
Así las cosas, deberán valorarse las trayectorias, ya sea de quienes han pertenecido durante años anteriores a un comité seccional o de aquellos que actualmente lo integran. Recuérdese, si el reglamente vigente no se ha modificado, que ese es un requisito ineludible, cuestión que en lo particular me parece antidemocrática. Habrá de llegarse a un escalón de participación sindical, en el que ese candado se anule, por elitista y cupular.
Mientras tanto, habría que mirar hacia algunos integrantes del aún comité seccional vigente, para valorar sus posibilidades, comparar su trayectoria con la de otros aspirantes y valorar las fortalezas que podrían ser tomadas en cuenta para, en primer lugar, ir al frente de una planilla.
En ese contexto y de acuerdo con algunos comentarios recibidos, no todos solidarios, debo decirlo, aparece el nombre y la figura del joven profesor Fidel Escobedo Mondragón, actual secretario de Finanzas.
Sus inicios como parte de un comité seccional se remontan cuando salió como representante de un centro de trabajo, una secundaria técnica ubicada, me parece en Santa Catarina, municipio de Tepoztlán, a partir de lo cual llegó el momento en el que fue considerado para una cartera dentro de la Sección 19.
A propósito de ello, creo que sería pertinente informarse del desempeño docente en las respectivas escuelas donde han laborado, de quienes quieren convertirse en líderes gremiales o se les ve posibilidades de contender.
Fidel Escobedo proviene de una familia vinculada con la educación. Sus cartas, si las tiene y se animaría a exponerlas, serían desde luego, haberse desempeñado solventemente como profesor, demostrar que su institucionalidad no ha estado vinculada con incondicionalidades vergonzosas, que simpatiza con una sana renovación de las prácticas de gestión sindical dentro de las cuales no cabe corrupción alguna y, desde luego, tener un historial de representación en el que prevalezca la disposición para los consensos, para la negociación con las diversas expresiones internas, la reciedumbre para ser flexible en lo razonable, pero también inclaudicable en lo sustantivo, particularmente cuando se abordan temas relacionados con los derechos laborales y las prestaciones salariales de los trabajadores de la educación.
Escobedo Mondragón estaría ante un reto enorme si fuese tomado en cuenta para esas responsabilidades. Se le puede considerar perteneciente a las nuevas generaciones que aspiran legítimamente a desarrollar encomiendas de esa naturaleza.
Serían los sindicalizados, lo reitero, quienes tendrían la última palabra. Lo que debe evitarse, insisto, es la descalificación aleve. El magisterio en Morelos necesita actuar con prudencia y decidir con firmeza. Para ello no tienen caso los denuestos.
- De refilón
La cuenta ya es regresiva. En la Sección 19 es urgente el cambio. ¿Para qué prolongar la gestión de Gabriela Bañón Estrada? Por si no se han dado cuenta algunos, hay evidentes actos de inconformidad por asuntos históricamente no resueltos. El desgaste ya es mucho.
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