¿Correjir el rumbo?

En opinión de José Román

¿Correjir el rumbo?

Se inicia con el año nuevo el proceso electoral que permitirá retomar el rumbo, corregir lo decidido por la sociedad y el gobierno y valorar hasta qué punto valió la pena el cambio que en 2018 decidió la sociedad Mexicana.

Es una oportunidad de analizar para resolver, de reflexionar para modificar lo que hicimos mal y afirmar lo que hicimos bien. De hecho de sopesar lo que nos conviene como sociedad y como nación, porque las cosas o la cosa pública a todos nos atañe, a ricos, a pobres, a cualquier sector de la sociedad porque todos de alguna forma seremos arrastrados con su consecuencia que desde luego se acrecentará más con el paso del tiempo.

Este es el momento de corregir en paz, de transitar a otro tipo de cambio social económico y político que deseamos y decidir el carácter o tipo de sociedad que aspiramos. Tenemos para sopesar todo lo conveniente, a la historia y a la realidad. La historia nos ha enseñado que una cosa es la teoría social y otro la práctica de esa terca realidad que le echa en cara a los políticos soñadores sus errores. En 2018 nos involucramos en un cambio radical gracias a los enormes errores y corruptelas de los gobiernos anteriores y de hecho, nadie de los gobiernos de las distintas facetas ideológicas demostró en el pasado ser los adecuados porque a nadie ha convencido el hecho de los escándalos en que se vieron involucrados los personajes que manejaron el gobierno, excepto claro está, los beneficiaros y sus seguidores.

El problema es que la sociedad en la búsqueda de su futuro aún no vislumbra cual es el rumbo que queremos. En la historia existen los sistemas socialistas que después de más de cien año de ponerse en práctica con la Unión Soviética, demostró al final que la teoría o como teoría era hermoso porque la igualdad permitía una sociedad más justa. Todos sabemos del rotundo fracaso y las desigualdades que aún dentro de ese sistema se hacen extensivas a gran cantidad de ciudadanos y que al final solo miramos un estado rico con una sociedad pobre, muy empobrecida e inconforme.

En un acto que a la fecha adquiere cierta relevancia, China ha demostrado hasta cierto punto, junto con Vietnam que una sociedad socialista donde convivan el capitalismo y una relativa igualdad socialista, puede ser la vía de solución, aunque el problema radica en que ese tipo de sociedad no deja de seguir siendo una dictadura. Se han desarrollado enormemente la economía y la ciencia pero han fracasado o tienden al fracaso porque terminan sometiendo al ciudadano a una dictadora del gobierno representado por un partido político. De hecho, nuestro País ya paso hasta cierto punto por esas etapas sin que necesariamente se han involucrado como definitivas. Podemos mencionar la de Lázaro Cárdenas y con demasiada demagogia, de Luis Echeverría. Ambos terminaron en un populismo extraño a las costumbre de la sociedad, pero en un fracaso en lo económico.

La sociedad en su existencia, y la mexicana en especial intentan como ahora que el interés colectivo en lo económico sea superior en todos los aspectos sobre el individuo. Hasta ahí suena bien, pero en la realidad viene produciendo inequidades que con el tiempo crecen. Tenemos claro el ejemplo de Cuba que en 60 años de transitar por esa sociedad, los resultados a la fecha son pésimos y la población está mucho más empobrecida que antes de la Revolución contra Fulgencio Batista. Ni hablar de Venezuela, esa a la que aspiran tener en México los demagogos de izquierda como Macedonio o como el propio AMLO que pregona sus virtudes pero que en la realidad todo su equipo hace en la práctica, lo contrario. Es decir, generan administraciones igualmente corruptas y peor de corruptos que sus antecesoras.

Hoy, tenemos que valorar y ese es el trabajo del ciudadano en el próximo proceso electoral y decidir en estas votaciones intermedia que tipo de sociedad queremos y para eso, más que los sistemas, será la calidad de los personajes candidatos tanto a Presidencias municipales como a diputados y en algunos estados de Gobernadores a los que tenemos que valor. El tiempo ha demostrado que los sistemas ideológicos han fracasado, queda por lo mismo, fijarnos en los valores de los hombres y mujeres que serán los candidatos a elegir y desde luego votar por ellos.