Repaso - GABY BAÑÓN Y NUEVA ALIANZA

Dados los resultados electorales del domingo anterior, el espectro político – partidista en nuestro estado se definirá en los días que vienen y tendrá impacto, cuando menos, para los próximos tres años. Uno de los asuntos que se resolverán a la brevedad es la suerte de algunos de los partidos contendientes que no recibieron el respaldo suficiente de los ciudadanos y con toda seguridad perderán su registro.

Me llama la atención que en lo correspondiente al Partido Nueva Alianza existen todas las posibilidades de que se mantenga vigente, en tanto que parece que rebasará con cierta holgura el porcentaje mínimo necesario para mantener su registro. Fue estratégica su decisión de ofrecer la candidatura a Agustín Alonso Gutiérrez para una diputación local, en el distrito que comprende los municipios de Yautepec y Jiutepec, decisión que le acarreó a Gabriela Bañón Estrada, secretaria general de la Sección 19 del SNTE y protagonista determinante en las filas de Nueva Alianza, el enojo soberbio del pésimo gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo. ¿Por qué? Si interpreto correctamente, sucede que uno de los críticos del ex futbolista por su manera de tratar a los presidentes municipales fue, precisamente, Agustín Alonso hijo, en sus funciones de alcalde de Yautepec. Cuauhtémoc y sus corifeos no vieron con agrado esa postulación, lo que sumado a los constantes requerimientos sindicales para atender los rezagos salariales y prestacionales que padecen muchos maestros, aumentó su coraje en contra de la maestra Bañón Estrada, quien, hay que decirlo, se ha mantenido firme frente a los arranques de Cuauhtémoc Blanco y de algunos de sus subordinados de confianza.

Por otro lado, los votos que al final sumará Nueva Alianza en los diversos distritos electorales le permitirá a Gabriela Bañón Estrada acceder a una diputación plurinominal, en el entendido de que logró mantener su candidatura, según lo informa el colega Guillermo Cinta Flores en su espacio virtual denominado “Crónica de Morelos”.

Bañón Estrada se define como una mujer de trabajo, valiente, fuerte, institucional y con valores firmes. Habrá quienes no coincidan con ella, en tanto que todo liderazgo sindical expone a quien lo detenta a las críticas y cuestionamientos por este u otro asunto, pero debe reconocérsele la firmeza que ha tenido para no someterse a los caprichos del gobernador malhadado. Lo anterior, también hay que decirlo, lo ha manejado con mucha discreción, aunque pudo vanagloriarse de  ese comportamiento frente a la presunta máxima autoridad gubernamental.

Si llega al Congreso local, la aún dirigente de la Sección 19 tendrá retos que cumplir para legitimar su representatividad en el Poder Legislativo. En primer lugar, fortalecer la presencia del SNTE en Morelos, menoscabado desde hace tiempo por los gobiernos correspondientes y el actual no es la excepción, tarea de la que se desligó la actual diputada plurinominal, Blanca Nieves Sánchez Arano, cuya gestión ha sido deplorable y, sobre todo, con una falta absoluta del compromiso que debió tener con la base magisterial. Por otro lado, evidentemente tendrá que aportar su cuota de

militante principal para fortalecer al Partido Nueva Alianza, pues es bien sabido que sigue desplazándose en los límites de la sobrevivencia y la confianza de los trabajadores de la educación, entre otros.

De refilón

Una faceta que en lo personal no conocía de la maestra Gaby Bañón es su sensibilidad ante situaciones lamentables que han ocurrido en estos tiempos de pandemia. Para no ir lejos, y como nobleza obliga, debo manifestar públicamente su disposición para brindarme todo el apoyo que en su momento requería para que un hijo mío recibiera atención hospitalaria de manera urgentísima. Infortunadamente todos los esfuerzos fueron vanos, pero guardo en mi más profundo agradecimiento el respaldo de Bañón Estrada, además de otros amigos que fueron solidarios hasta el exceso, como Francisco Argüelles Vargas, un ser humano incomparable; Joel Sánchez Vélez, siempre dispuesto a brindar la compañía solidaria, y Verónica Martínez, de quien recibí una muestra infinita de su amistad en esos momentos aciagos.

Rebaba

El oficio de periodista a veces es incomprendido. No faltara quien crea que referirme así a Gaby Bañón sería exagerado. Considero inútil explayarme más y mucho menos justificar mi reconocimiento hacia ella. Esto es muy personal, para que quede claro. Los periodistas también necesitamos de la comprensión de otros, incluso de aquellos que han sido objeto de nuestros análisis en los que intentamos criticar su desempeño.  Tal es el caso. De todos modos, lo que un periodista informe u opine, está sujeto al respetable criterio de nuestros lectores, quienes están en su derecho de coincidir o discrepar de lo que publicamos.

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