Concepto Social de Discapacidad - Escalas del Desarrollo Vs C. I.: Desarrollo Infantil

En opinión de Eliseo Guajardo Ramos

Concepto Social de Discapacidad - Escalas del Desarrollo Vs C. I.: Desarrollo Infantil

A finales de los años 60 René Zazzo y su equipo del Hospital de Psicobiología del Niño -fundado por el psicogenético Henri Wallon- en París, publicaron un libro colectivo sobre “Los Débiles Mentales”(Zazzo 1973). Se trataba de alumnos que no se ubicaban en la definición de “deficientes mentales”; se trataba de alumnos que tenían dificultades de aprendizaje en la escuela regular pública y acudían a las escuelas de educación especial. Los primeros, eran como los niños “limítrofes” o “borderline”, en la frontera de la puntuación de cociente intelectual entre lo “normal” y por debajo de los límites establecidos en el rango inferior, es decir, que su desempeño era un poco menor a lo que realizaban los niños promedio de su misma edad.

En ese tiempo un grupo de psicólogos -Beatriz Rodríguez, Salvador Villarreal, el que escribe y otros- que laborábamos en el Plan Nuevo León, que dirigía la Dra. Margarita Gómez-Palacio para atender a la población que, sin ausentismo, repetía el 1° grado escolar en las escuelas públicas populares; queríamos conocer los orígenes y las causas del desarrollo anómalo de estos alumnos. Por otra parte, en este lado del continente, se habían detectado infantes con inteligencia normal y hasta con inteligencia superior, que tenían problemas para aprender a leer y a escribir o dificultades para el cálculo aritmético; a quienes se les denominaba niños con “dislexia” y con “discalculia”.

Se trataba, en principio, de un problema metodológico instrumental, las pruebas psicométricas se aplican a las niñas y niños a partir de los 3 años en adelante, edad en la que se puede establecer una comunicación para la entrevista y el planteamiento de los problemas a resolver. Queríamos investigar en edades más tempranas, podíamos utilizar la Escala del Desarrollo de Arnold Gesell que indaga desde meses de nacido en adelante, hasta los 16 años, sin embargo, los resultados son meramente descriptivos al igual que cualquier prueba psicométrica. Encontramos la Escala del Desarrollo de Brunet-Lezine, del equipo de Zazzo, que toma en cuenta el desarrollo por etapas evolutivas. Las etapas o estadios son estructuras organizadas que cumplen una función intelectual o emocional, son heterogéneas, tienen velocidades del desarrollo diferentes; unas duran más que otras y no corresponden a edades predeterminadas. A diferencia de las pruebas psicométricas que comparan la edad cronológica con la mental, es decir, qué desempeño tienen los infantes para resolver problemas que realizan las niñas y niños promedio de su edad.

Otra ventaja de la Escala de Brunet-Lezine, es que iniciaba en los primeros meses de vida de los niños, encontramos un Hospital de Nutrición y Salud que atendía a infantes desnutridos y deshidratados de 3 meses a 3 años de edad. Nos pusimos de acuerdo con el Dr. Roberto Negrete Castro, jefe de enseñanza de pediatría del Hospital para hacer la investigación.

Las niñas y niños en condiciones de desnutrición se retrasaban en relación con su crecimiento de peso y talla. Con la Escala del Desarrollo, veíamos en qué otros aspectos del desarrollo psicológico se rezagaban. Y en casi en todos los aspectos que la escala evaluaba, destacaban algunos como: si a los 3 meses de internamiento, que era el promedio en que recuperaban sus condiciones nutrientes, si al mismo tiempo recobraban el desarrollo o quedaban en rezago; si el retraso en el desarrollo era reversible o irreversible. Sobre todo, tomando en cuenta que muchos de ellos, ingresaban a los 3 meses y los daban de alta a los 6. Prácticamente, la mitad de su vida, habían estado aislados en condición hospitalaria. Y en otro aspecto, si tenían el síndrome del “hospitalismo”, una especie de yatrogenia psicológica. Esto es, que el hospital en sí mismo los atrasaba.

Esta población era, quizás, la que reprobaba en la escuela a los 6 años en 1° grado. Un problema socioeconómico de origen con causas de retraso en el desarrollo. Y una de las estrategias era reducir el tiempo de hospitalización, porque los niños permanecían aislados por razones de asepsia higiénica estricta. Una infección en esas condiciones de desnutrición era causa de deceso altamente probable. Pero era una medida médica que causaba daño, por lo que se ideó un sistema de visitas maternas y paternas con estrictas medidas de higiene de los padres o tutores. La visita era a la hora de los alimentos; para que ellos mismos se los proporcionaran, los cargaran, les dieran el biberón, los arrullaran, los acariciaran y les dieran toda clase de afecto, de acuerdo con necesidades y edades de sus hijos, cuestión que no podían darles las enfermeras que atendían varias cunas simultáneamente por cada una de ellas. Con ello, se redujo el tiempo de hospitalización a la mitad, permanecían en lugar de 3 meses, mes y medio, comprobando que el contexto social en el desarrollo infantil es muy importante, como ahora se sabe.

Escribiendo este artículo, me encontré la carta que dirigimos, primero a Serge Natchine, quien daba un seguimiento electroencefalográfico por cada una de las etapas del desarrollo infantil, porque nos parecía una muy herramienta confiable y eficaz para monitorear el desarrollo de los infantes internados en el hospital. No obstante, él nos remitió con Irene Lezine, autora de la Escala del Desarrollo, por lo que en este artículo les comparto la carta que escribimos para que se aprecie el interés que teníamos para buscar en edades tempranas la explicación de las dificultades escolares, desde un enfoque no funcional, sino evolutivo estructural del desarrollo en de las niñas y niños.

“Monterrey, N. L. Oct. 1974

Dra. Irene Lézine

París, Francia.

Animados por una sugerencia amistosa de Serge Netchine me dirijo a usted con el mismo propósito que lo hiciera con él en fecha anterior. Él mismo me proporcionó su dirección para enviar estas líneas.

Estamos realizando una modesta investigación en un hospital infantil popular con niños de 3 meses a 3 años y con una estancia de internación de tres meses aproximada (los principales padecimientos son: gastroenteritis, desnutrición y deshidratación). Nuestra preocupación es garantizar, hasta donde la enfermedad nos lo permita, el desarrollo genético correspondiente durante la estancia hospitalaria. Las observaciones preliminares indican retraso en el desarrollo en todos los casos. Las posibilidades neuropsicológicas se ven afectadas por el ambiente de internación y por la enfermedad misma.

Nuestro principal instrumento de exploración es la Escala de Desarrollo Brunet-Lézine. Tenemos referencia del trabajo de Niccioli y Rugani (Gindl, Simonson, Goldfarb, Roudinesco y Appel -1957-) en Italia con la misma Escala sobre niños de primera infancia. Ellos reportan resultados interesantes en niños ilegítimos internados; legítimos internados; internados parcialmente; alimentados al seno materno y artificialmente en cada caso.

Nuestras condiciones giran sobre las siguientes relaciones:

Ambientales:

§  Frecuencia e intervalo de visita familiar y Cociente de Desarrollo (C. D.).

Orgánicas:

§  Tipo de enfermedad y Cociente de Desarrollo (C. D.).

§  Gravedad del padecimiento y Cociente de Desarrollo (C. D.).

§  Edad de ocurrencia de la enfermedad y Cociente de Desarrollo (C. D.).

§  Tiempo del padecimiento y Cociente de Desarrollo (C. D.).

§  Edad y tiempo del padecimiento y Cociente de Desarrollo (C. D.)

§  Todas las anteriores y efectos temporales del retraso en el desarrollo (C. D.)

§  Cociente de desarrollo y evolución en el restablecimiento de la salud.

Sabemos que algunas enfermedades en la primera infancia dejan efectos irreversibles, pero no se sabe en qué medida evolucionan tales efectos. Pero cuando se tiene un instrumento de medida neuropsicológico, como el de Cociente de Desarrollo (C. D.) podemos PRECISAR nuestro pronóstico. Estos datos son de trascendencia tanto pediátricos como psicológicos en nuestro medio.

Estamos conscientes del valor que tiene poseer un Cociente de Desarrollo. Como dice René Zazzo, Binet no pudo concebir el Cociente Intelectual (C. I.) y esto tiene un valor incalculable en psicología que el mismo Binet nunca imaginó.

Creemos firmemente que hemos elegido un buen instrumento de diagnóstico que permite manejar las relaciones esenciales de nuestra principal preocupación. Por tal motivo deseamos afinar dicha herramienta en los lineamientos genéticos establecidos en la Escala Brunet-Lézine.

Estamos enterados que ustedes tienen una revisión de la Escala de Desarrollo. Así como el estudio detallado de la Escala sensorio-motriz de Piaget comparado con la psico-motriz de Brunet-Lézine. Comprenderá lo importante que sería para nosotros contar con tal material.

Por otra parte, si usted tiene a la mano algún estudio similar a nuestro trabajo, agradecería nos lo enviara. Del mismo modo alguna indicación suya que nos sugiera la mejor manera de enfocar la actividad que nos proponemos.

Agradeciendo de antemano su amable ayuda y atención.

Psic. Eliseo G R.

No me voy a extender con la carta de respuesta que nos dio la Dra. Lezine, solo diré que nos informó que existía en México un piloteo de su Escala del Desarrollo realizado en el IMSS y nos envió para hacer uso de una Escala más aproximada con la población de nuestro país. Por lo que, pudimos seguir adelante, no sólo evaluando, sino desarrollando estrategias de estimulación para el desarrollo de la infancia en este Hospital de Nutrición y de Salud, que en otra ocasión comentaremos.

Lo anterior lo recordé y se los compartí, cuando vimos que el Certificado de Discapacidad de la Norma (NOM 035 SSA) está alineada a la Clasificación Internacional del Funcionamiento Corporal de la Organización Mundial de la Salud -CIF- (OMS 2001), sabemos que se toma en cuenta para la evolución el contexto social de la persona con discapacidad. Lo que significa que no es una evaluación organicista médico, sino que respeta el concepto social de la discapacidad.

¡Enhorabuena por el desarrollo del concepto social de la discapacidad!

educacioninclusiva.egr@gmail.com

Referencias.

OMS. 2001. Clasificación Internacional del Funcionamiento de la discapacidad y de la salud Madrid: INSERSO

Zazzo, René. 1973. Los débiles mentales Edited by René Zazzo. Vol. 1. Barcelona Fontanella