Secreto a voces - La presidenta mexicana

En opinión de Rafael Alfaro Izarraraz

Secreto a voces - La presidenta mexicana

Sheinbaum, como presidenta, tiene su estilo personal de gobernar. Es distinta con respecto a AMLO aunque ella se guía como lo ha expresado siempre por la herencia política de Obrador y por, como el tabasqueño, servir al pueblo. Uno de los rasgos que la distingue es su personalidad. Obrador, cuando verbalizaba su pensamiento era una especie de ave de las tempestades, sobre todo siendo, como lo fue antes de retirarse, un personaje marcado por la política.

Claudia, como presidenta, tiene una personalidad que al expresarse casi siempre manifiesta una especie de regularidad en donde su tono expresivo casi no cambia, sin que eso signifique que sea menos reflexiva y profunda en lo que expresa. En el de Macuspana, era una invitación para transformar, de acuerdo a su pensamiento político, la palabra en acción. En Sheinbaum es un ritmo que no cambia, pero con contenidos cargados del mismo potencial de la doctrina obradorista.

Estas características vienen de sus distintas biografías de hacer política. Para uno, la crítica opositora; la academia en el caso de la ahora presidenta sin menoscabo a su participación en la política. Obrador era ante todo un hombre pronunciador de discursos dirigidos al pueblo para llamarlo a la acción. Era un sustituto ante la cerrazón de los medios durante. Pardo, es más de la costumbre de explicar tratando de que el destinatario comprenda el mensaje en el contexto de un aula.

Esto no quiere decir una diferencia de matiz porque en el aula también se hace política. Y por supuesto que Sheinbaum es una mujer con una carga de participación política importante como lo marca su biografía personal. Sin embargo, se distingue su discurso del de Obrador por ese matiz explicativo dirigido a transformar en comprensivo el mensaje. No es que no llame a la acción pero el punto aquí es que se hace de la experiencia inmediata de administración del Poder Ejecutivo.

El expresidente mexicano no tardaba en tomar un tema y recurrir a la historia, Claudia no es tan abrumadora en contenidos históricos que acompañen sus discursos salvo en los puntos en que es necesario. En este punto la ex jefa de gobierno ha sido más bien práctica “sesgada” hacia el recuperar a las mujeres como parte de la historia de México, aspecto que no estuvo parcialmente ausente en el discurso de Obrador, pero si con una visión histórica masculinizada.

Claudia rompe con la idea de que la llega de una mujer al poder no cambia el ejercicio del poder masculino. El mensaje que simbólicamente envió al pueblo de México (en dos momentos) llama poderosamente la atención. La guardia que le hace la entrega de la bandera antes de salir al balcón presidencial es de mujeres y no de hombres como venía ocurriendo en el pasado. El impacto al interior de las fuerzas armadas y de la marina puede terminar en que más temprano que tarde veamos a una mujer al frente de las fuerzas armadas o la marina.

Otro momento clave. Durante la arenga de la presidenta al pueblo de México en el discurso septembrino. Otra vez la carga llena de referencias a las mujeres resultó única pues no se trata de ser presidenta y de todos modos continuar en la lógica del poder masculino como ocurría en otros tiempos en México. De manera específica el llamado a que vivan las mujeres indígenas fue algo especial porque es distinto ser mujer de la ciudad a vivir y ser originaria de un pueblo precolombino.

Su gabinete está lleno de mujeres y debemos reconocer aparte el impulso a nuevas mujeres que incluye a jóvenes tanto en los medios como en puestos clave dentro de la administración. En otras palabras, la idea de que “llegamos todas” puede ser una frase transexenal. Creo que habrá más de una presidenta en México pro 4t.

Nuestra presidenta no se ha envanecido con el poder. Sheinbaum, ha sabido mostrar mesura en su conducta y eso ha servido para que otros integrantes del gabinete eviten dar rienda suelta a sus impulsos que pueden dañar el proyecto cuatroteista. El principio de que no combina pueblo pobre con gobernantes dispendiosos, ha servido para detener el deterioro que podrían ocasionar quienes son dominados por el dinero, llámese Noroña, Andrés (hijo) o Monreal.

Decía Obrador de la doctora que él era fresa frente a lo que sería Claudia como presidenta, entiéndase en cuando a ejercicio del poder. Obrador nos adelantó una agárrense de la silla porque será sorprendente lo que verán con la nueva presidenta. La verdad, tenía razón. La prueba de Sheinbaum fue el primer round con el presidente Trump. Creo que fue la prueba en la que demostró que aparte de personalidad Sheinbaum tiene carácter político.

No quiero aquí repetir lo que ocurrió con Peña Nieto y su entrevista con Trump en suelo mexicano en el que fue humillado por el entonces aspirante a la presidencia de Estados Unidos. Si alguien tenía dudas de la actitud de la presidenta ante los vecinos del norte, Sheinbaum Pardo mostró altura como la primer mujer presidenta de México. No es cualquier cosa, el ejemplo para miles de mujeres que forman parte de la administración pública fue profundo, así como para todas las que no están en puestos administrativos.

Trump, de momento, ha comprendido, en parte, que gobernar con rituales histéricos no fructifica con México. Nuestra máxima representante ha sabido manejar y sortear la relación con EU y ha sido un ejemplo como estrategia política ante los gobiernos de otras naciones. Se desconoce alguna cifra que sería en todo caso innecesaria, pero representantes de otras naciones han venido a dialogar a México con respecto a las estrategias seguidas en las negociaciones con el presidente estadounidense.

Otro punto acerca del carácter de la presidenta ha sido el trato con empresarios como es el caso de Salinas Pliego. Sin aspavientos ni nada por el estilo ha enviado una reforma con el fin de que los empresarios deudores paguen sus impuestos. De ahora en adelante el señor Salinas tendrá que pagar sus adeudos con el SAT porque la iniciativa contempla que ya no habrá opciones para disputas leguleyas que servían para ganar tiempo y ganar tiempo y no pagar. Buena respuesta al líder que no deja de respingar contra los “izquierdistas de mierda”.

Existe una larga lista de mujeres a las que ahora se les abrieron las puertas de la administración federal. Con el tiempo se abrirán las puertas de la presidencia en el futuro, pero este tipo de experiencias ahora marcarán a generaciones de todas las que llegaron con Claudia, aunque evidentemente para las generaciones con las que comparte la administración pública no tengo la menor duda de que quedarán marcadas por la conducta de la primera presidenta mujer mexicana y la manera personal de ejercer el poder con ética y principios populares.

Esto es una revolución.