¿Quién extraña las escuelas?
En opinión de Rosío Paniagua Chávez
“El maestro, es la joya de la corona de un país” Albert Camus.
Podemos pensar que se ha escrito mucho acerca de la educación durante este año de contingencia, pero se ha dicho todo, sobre los alumnos, sobre los padres, sobre los apoyos que requieren desde el aspecto socioemocional para sobrevivir esta pandemia, pero quién ha volteado a ver a los “maestros y maestras” (por cuestión de espacio me referiré al maestro, pero queda claro que hablo de maestros y maestras), y entrecomillo maestros porque puede haber muchos trabajadores de la educación, que cobran un salario y desarrollan su trabajo, pero…. ¿Y los maestros de vocación? ¿Los que realmente extrañan a sus alumnos? aquel que sabe lo que le pasa a “Julio” que llega triste todas las mañanas, aquel que paga en secreto el desayuno de los hermanitos que no llevan lunch, aquel que permanece en la entrada escuchando los problemas de la madre de “Mary”, ese maestro que se desvela planeando, que se le queman los dedos con el silicón caliente al hacer los dulceros para sus alumnos, ¿quién recuerda al maestro que lleva una mochila cargada de mil cosas que saben que algún día van a necesitar y no quieren que les haga falta?. La maestra que peina las trenzas de aquella pequeña que no tiene a su mamá cerca el día del bailable, o el maestro que ayuda a su alumno amarrarse la corbata para la escolta porque en casa papá no sabe cómo hacerlo. Ellos extrañan la escuela, se quedaron con las flores y mariposas del festival de la primavera, guardaron el disfraz que usarían el día del niño para celebrarlos, han creado mil cosas para llegar hasta donde están sus alumnos, algunos sin éxito, con la gran preocupación de saber si estarán bien o no; otros felices de haber cumplido la misión al tener respuesta de las familias de sus alumnos. Hoy dediquemos un tiempo a reconocer a los “maestros” que no han tirado la toalla, a los maestros que, a pesar de sus ocupaciones, trabajan en todos los horarios con la sencilla idea de ayudar a sus alumnos, hoy te digo GRACIAS MAESTRO porque contigo podemos cambiar al mundo. Porque sin ti no habría ilusión en muchos de nuestros pequeños, porque gracias a ti hay una esperanza de ver diferente la vida, el saber que los niños le importan a alguien, eso nos permite estar en paz. Y lo dijo Francisco Mora “la transferencia de conocimiento, el colorido emocional, los valores, no pueden hacerse desde una Tablet” ahí es donde está el “maestro” y dedico estas líneas a ellos, esperando que al leerme tengan la confianza de que reconocemos su valioso esfuerzo y compromiso con la educación.