El México real y el México de Amlo
En opinión de José Román
Nos debatimos en una doble visión del país. Entre el punto de vista del Presidente que quiere o sueña en un México que hace ya 50 años la sociedad Mexicana abandonó y el México de todos los días. Somos ahora el País del crimen, de la droga, de la demagogia, de la delincuencia organizada…y la nación de la pandemia.
En todos los casos y por sobre todos los casos el Presidente tiene mucho que ver en la solución o el deterioro del estado de cosas que guardan esas vertientes. El problema para la sociedad es que la visión presidencial está muy lejos de la realidad y esa terca realidad castiga a la sociedad todos los días. No hemos salido de apuros al cambiar de partido gobernante y al contrario, las complicaciones que tenemos a la fecha han multiplicado los de por sí antiguos problemas sociales que ya teníamos. Hay un México que en gran parte ya no es gobernado por el gobierno y seguramente a como están las cosas, esos territorios que ahora controla la delincuencia organizada, crecerán.
Nos fracturamos más en lugar de unirnos como sociedad, nos polarizamos y nos distraemos de los graves problemas que enfrentamos. Somos hoy un país con notable crecimiento en el consumo de enervantes y no se diga el crecimiento vertiginoso de la mortandad producto de las rencillas y las luchas que la delincuencia ha desatado producto de ese descuido de todos los gobiernos para atender los problemas sociales tanto de prevención de los delitos como del castigo de los mismos. Y ni que decir de la falta del detonante esencial para que la sociedad se desarrolle. No hay programas que acaben con el deterioro y al contrario, se ha anunciado que en el comercio organizado, según Inegi han cerrado un millón de pequeñas y medianas empresas, lo que quiere decir que si los multiplicamos por los posibles trabajadores, más los propietarios de esos negocios, el desempleo ahora ha crecido ante las narices del gobierno que dejó caerlos en lugar de apoyarlos para mantenerlos a flote, al menos mientras pasan los efecto de la pandemia.
En el caso de la delincuencia y en un año electoral, muy poco ha hecho el gobierno federal que es el único con capacidad de respuesta para contrarrestar el crecimiento y sobre todo la falta de control de las amplias zonas donde el delincuente es el que impone su ley.
El gobierno federal no ha tomado en cuenta que está perdiendo la nación el control y el dominio de parte de su territorio y que solo por cuestiones demagógicas se sigue diciendo que son parte de México. Muy claro lo dijeron en el Comando Sur de los EU recientemente cuando se consideró que nuestra nación ya no ejercía el dominio total del territorio nacional, sino solo una parte.
Esto es un llamado de atención que ojalá sirva para que la gente, el ciudadano, el pueblo llano reflexione sobre la necesidad de cambiar el rumbo que el país tomó con el gobierno de AMLO, dado que lo que ha generado son divisiones y debilitado el poder del estado y por lo mismo del gobierno de parte del territorio de la Nación.
De los electores depende que el rumbo lo corrijamos, que sea el equilibrio y la sana división de poderes que se puede y debe fortalecer en una democracia incipiente como la nuestra para que no regresemos, como todo lo indica ahora a una dictadura de partido o a una dictadura personal. Votar equilibradamente y sopesar la calidad de los candidatos para que sirvan de contrapeso a los poderes de Presidente, hoy es más vital que nunca.
Ya probamos la dictadura de partido y duró más de 70 años, ya tuvimos una mediana transición a la democracia y 30 0 35 años, ya pasamos por la oposición a través de la toma de poder del PAN de Fox que igualmente nos falló y erróneamente volvemos a caer en otorgarle el poder a un solo hombre, lo que nos expone como sociedad porque las tentaciones del poder son tantas que sino reflexionamos podemos regresar al pasado, del cual por cierto huimos y que retrasó el avance de la sociedad comparado con otras naciones. Ha sido tal el error y de tal forma que lo único que creamos ahora, fueron más pobres. Solo el voto, por ahora puede salvarnos. Razonémoslo.