Serpientes y escaleras - Alcaldes vs diputados

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Alcaldes vs diputados

¿Insensibilidad y torpeza de diputados o ambición desmedida de presidentes municipales?

 

Alcaldes vs diputados

La incapacidad, insensibilidad y excesos de la actual legislatura han provocado serios problemas al estado; el retraso en la aprobación del Paquete Económico complicó la operación de todas las instituciones públicas en este arranque de año, porque nadie tenía presupuesto y sin él no había certeza de la manera cómo iban trabajar. Ahora los alcaldes denuncian que además de lo anterior, los legisladores se ensañaron con los municipios, les recortaron recursos por alrededor de 700 millones de pesos y al hacerlo dejaron sin capacidad de movimiento a las comunas. El problema va escalando y ahora el conflicto ya es entre los ediles y el gobernador.

El amago de los presidentes municipales de tomar todas las carreteras del estado durante el primer puente largo del 2020 si Cuauhtémoc Blanco no los recibe esta misma semana caló hondo en el gobierno estatal, que de inmediato respondió que el ejecutivo no cederá a chantajes y que recibirá a los munícipes la siguiente semana, junto a los diputados.

El altercado entre los representantes de los municipios y el jefe del estado no es cualquier cosa, ni puede tomarse a la ligera. Es la primera vez en la historia de nuestro estado que los presidentes municipales solicitan en video una cita con un gobernador y también la primera en el país que autoridades municipales amenazan con colapsar su entidad si no son atendidos por el jefe del ejecutivo.

La discusión en este momento se ha centrado en ese hecho, en el ultimátum y la respuesta, sin reparar en lo que llevó a ambas partes a esta situación; los diputados provocaron este conflicto y son los que menos hacen por resolver las cosas.

El origen del problema, dicen los alcaldes, es que desde el congreso se está lastimando a los municipios, se les han recortado partidas presupuestales por alrededor de 700 millones de pesos y no les dan alternativas para mantener a flote a sus gobiernos. La respuesta de los diputados es que los ayuntamientos quieren incrementar los impuestos y el congreso los frenó, porque no permitirán que se lesione la economía de los ciudadanos.

Es aquí donde vale la pena hacer un alto y preguntarnos ¿Qué es lo que realmente sucede entre los presidentes y los diputados? ¿Es verdad que casi todos los ayuntamientos buscan aumentar su recaudación con nuevos impuestos? ¿O esa es la justificación que dan los legisladores para evitar discutir las denuncias en su contra?

En esta discusión mediática se han formado dos bandos: los que apoyan la postura de los diputados y afirman que los ediles tratan de ensañarse con la gente creando nuevas tributaciones, y la de quienes están del lado de los municipios y opinan que efectivamente el congreso recortó partidas presupuestales sin tomar en cuenta las necesidades operativas de los ayuntamientos. ¿Cuál versión creemos?

Personalmente no puedo decantarme por ninguna versión, porque no tengo datos duros sobre lo que está sucediendo; a diferencia de otras legislaturas en donde la información pública era pública, en el congreso actual se esconde la información pública y se manipulan los datos. Explico: el contenido del Paquete Económico 2020 es desconocido por la mayoría de los ciudadanos, incluyendo a la mayor parte de los presidentes municipales; incluso dentro del congreso hay legisladores que no tienen acceso al PE2020 ni conocen el detalle de lo que votaron porque, dicen, la presidenta de la comisión de Hacienda nunca les compartió los documentos.

Si validamos la voz de los legisladores y damos por cierto que la molestia de los municipios es porque en el congreso frenaron sus ambiciones, estamos frente a una veintena de heroicos representantes populares que merecen un aplauso por estar del lado del pueblo. En este caso es importante que la presidenta de la Comisión de Hacienda Rosalina Mazari (la única con acceso total a esa información) confirme estos hechos con documentos, con pruebas, para que el aplauso se convierta en ovación de pie y se eche por tierra la voz de los ediles.

Si quisiéramos creer lo que dicen los jefes municipales es necesario también que se confirme que las acciones que pretenden llevar a cabo tienen justificación, que verdaderamente los municipios son víctimas de un congreso malvado y que es mentira que hay ambición entre los presidentes.

En este como en muchos casos el ciudadano se tiene que conformar con lo que dicen unos y otros para formarse un criterio, porque no hay elementos que permitan validar una u otra versión. Estamos en un estado en donde se dicen muchas cosas, pero rara vez se comprueba algo.

Hoy las cosas han ido más allá del típico descontón político, porque una treintena de ediles exige hablar con el gobernador para tratar este asunto. ¿Por qué con el gobernador? preguntará un lector cualquiera; porque para la mayoría de los presidentes municipales algunos diputados como Rosalina Mazari, José Casas y Marcos Zapotitla, reciben indicaciones directas del jefe del ejecutivo; son los diputados “Totalmente Palacio”.

La amenaza de colapsar Morelos es cosa seria, por eso a los alcaldes les tomó mucho tiempo decidirse a hacer pública la idea; quienes estuvieron a favor de mostrar el video grabado en diciembre y de mandar esta semana una misiva a Cuauhtémoc Blanco entienden que ese paso significa un enfrentamiento con el gobernador y dependiendo de lo que ocurra, la situación los puede llevar a un camino sin retorno.

Imaginemos en que ánimo y situación se encuentran los ayuntamientos para que sus representantes decidieran actuar de esta forma e iniciar una cruzada que invariablemente los conduciría a un choque con gobernador; si se toma en cuenta la personalidad del jefe del ejecutivo y el entreguismo de los diputados, la postura de los ediles es muy complicada, especialmente si no están unidos; por separado los hacen pedazos.

Seguramente los presidentes municipales le tomarán la palabra al gobernador, dialogarán la próxima semana y cancelarán su idea de bloquear carreteras. El amago sirvió para que les dieran cita, pero el manejo mediático del tema les resultó contraproducente, porque para la opinión pública la idea de cerrar vialidades durante el primer puente largo del año es una locura.

Hay que esperar para conocer el siguiente capítulo de esta historia y la forma como se desarrollará la reunión pactada para la siguiente semana; no será un encuentro terso porque las partes llegarán enfadadas a la cita.

Es un secreto a voces que el desempeño profesional y político de la 54 Legislatura de Morelos es errado en todos los aspectos y que eso ha causado innumerables problemas al estado y muchos dolores de cabeza al gobernador. Una vez más estamos frente a una crisis política que nunca se había visto en Morelos y otra vez los causantes del caos son los diputados.

La culpa es nuestra, por votar por este tipo de gente.

  • posdata

El problema entre los alcaldes y los diputados comenzó hace varios meses y lo propició una diputada: Rosalina Mazari. Uno a uno la priísta se enfrentó con casi todos los presidentes municipales y volvió personales sus diferencias políticas.

La personalidad de la legisladora tricolor es difícil y de ello dan cuenta sus compañeros; sus homólogos la describen como impulsiva, arrogante, retadora y a últimas fechas amenazante; Rosalina ha utilizado la comisión que preside, cuentan, para allanarse el camino a una diputación federal.

El problema no es ese, porque esa es la manera de actuar de prácticamente todos los políticos; lo delicado es que la dama, dicen los ediles, no permite el diálogo, no acepta razones y cuando se queda sin argumentos comienza a amedrentarlos poniendo su apellido y relaciones familiares por delante. Para quienes no lo saben, Rosalina Mazari Espín es pariente de Santiago Mazari Hernández, líder del cártel de Los Rojos.

Hoy las autoridades municipales y el jefe del ejecutivo estatal pasan por un momento de tensión porque los alcaldes asumen que el golpeteo de los diputados tiene línea del gobernador, porque así se los han hecho sentir algunos legisladores. El amago de paralizar el estado es respuesta a la burla de Rosalina Mazari quien dijo a los ediles que “hicieran lo que quisieran, porque ni juntos tenían capacidad de movilizar a mil personas”.

Muchos de los problemas que vive hoy el estado es porque la clase gobernante y nuestros representantes populares han dejado de hacer política, olvidaron la importancia de dialogar e hicieron del ejercicio de poder un juego de fuerza. Puede ser que el congreso actúe bien al impedir que se incrementen los impuestos municipales o quizá los alcaldes tengan razón al señalar que las comunas se encuentran en crisis y necesitan más dinero para operar.

El problema es que nadie dialoga ni argumenta y quedó atrás el tiempo en que los políticos hacían política; esta nueva clase gobernante no entiende el valor de la palabra, de la comunicación y el diálogo; por eso desprecian la opinión pública y suponen que la moral es un árbol que da moras, de la misma manera que piensan que el efímero poder que ahora tienen es para siempre.

Cuando un gobernante actúa de manera incorrecta (en español: hace pendejadas), las consecuencias las pagamos todos.

Preguntémonos una vez más: ¿qué hicieron los diputados para hacer enojar así a los alcaldes?

  • nota

Al momento de escribir esta columna los alcaldes no habían decidido qué hacer respecto a la oferta del gobernador de reunirse el próximo martes, aunque algunos como Jesús Corona de Cuautla ya habían declarado que lo prudente sería esperar.

Seguramente tras su larga reunión los munícipes decidieron no bloquear nada y aguantarse hasta la siguiente semana, lo cual los exhibiría y sumaría un punto a la imagen de un gobernador que no se dobló ante los chantajes.

Vaya clase política que tenemos hoy en día en Morelos; todo lo quieren resolver a madrazos.

  • post it

Luego del amago que hicieron los alcaldes de Morelos de cerrar diversas carreteras, el diputado Marcos Zapititla (uno de los legisladores señalados por los presidentes municipales como causante de la crisis) anunció que el congreso local auditará las finanzas de varios municipios ante la sospecha de que existen algunas “finanzas turbias”.

La declaración no puede entenderse más que como una venganza, una advertencia para que los jefes municipales midan sus pasos y no enfrenten a un poder que tiene la facultad de revisar sus cuentas públicas y llevarlos a juicio. Es una amenaza.

Marcos Zapotitla está muy lejos de ser un buen legislador, ni siquiera puede considerarse un político decente; el personaje vive hoy su momento de gloria porque la ola de Morena lo llevó a una curul, situación que difícilmente volverá a suceder. Zapotitla como la mayoría de los integrantes de la 54 legislatura morelense volverán al ostracismo en cuanto concluya su periodo de 3 años (y ya va casi la mitad).

Amenazar a los alcaldes por alzar la voz es una aberración. Sin meter las manos al fuego por ninguna autoridad municipal (seguramente hay varios pillos vestidos de presidente), antes que ir por estos personajes los legisladores deberían actuar contra sus antecesores, una treintena de ladrones que saquearon el estado, ayudaron a Graco a hundir a Morelos y cambiaron las leyes para proteger a los ladrones del sexenio anterior.

Que bueno que el congreso revise las finanzas turbias, pero que mal que eso se anuncie cuando los diputados son señalados de corruptos e insensibles.

¿Qué más podemos esperar de esta legislatura?

  • redes sociales

El miedo no anda en burro: el ex rector de la UAEM Alejandro Vera Jiménez promovió un amparo contra 28 jueces radicados en la Ciudad de México y el Estado de Morelos contra cualquier acto que pudiera privarlo de su libertad.

La defensa del catedrático debe costarle una buena lana.

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