Yo tengo otros datos - El debate; un espectáculo; A debatir todos los candidatos

En opinión de Carlos Alfonso Galicia Pineda

Yo tengo otros datos - El debate; un espectáculo; A debatir todos los candidatos

 

Los debates se han convertido en una gran expectación. Principalmente porque se hace siempre la misma pregunta ¿quién ganó el debate? Como si fuera un evento de espectáculo. ¿Quién se sacó el premio? O bien, se conciben los debates como si fuera una pelea de box. Pero lo importante es que el espectador realice sus propias conjeturas y saque sus respuestas, así como también, considere quien de los candidatos tiene ciertas virtudes, habilidades o capacidades para conducir a este país. 

Esta elección es interesante, en razón de que existen dos mujeres que están en disputa y que enarbolan las banderas de los partidos políticos tradicionales en la escena política y que en ocasiones han sido antagónicos en otros momentos.

El debate dejo entrever que no existe un proyecto de nación como tal, sino que sus propuestas son enunciados de buenas intenciones, pero lo que más prevalece en el escenario son los reproches, - los trapitos al sol – de los candidatos. Como son la dama de hielo, corrupta y mentirosa, indolente y fría. Y tal pareciera que eso es lo que está esperando el espectador. ¿A qué hora empiezan las agresiones y denostaciones? Y en la medida que uno de los candidatos logre asentar un golpe bajo al oponente, en esa medida podemos considerar quien ganó o perdió el encuentro. Y suponer que el show fue bueno y muy interesante.

Es común que cuando a uno de los candidatos no le favorece el debate, critica el formato y lo considera tendencioso, falto de objetividad e imparcialidad.

Aunque, en este caso es conveniente señalar que existe un grupo antagónico de periodistas, editorialistas y medios de comunicación opuestos al régimen de AMLO, que se pronuncia a favor de Xóchitl Gálvez, y todo aquello que no le favorezca lo critican de inmediato. Lo que importa es debilitar a la candidata oficialista, y generar una narrativa en la cual la opinión pública se conduzca con dichos preceptos y con ello propiciar un escenario de caos y de crisis.

Por eso es conveniente que cada espectador elaboré su propia opinión y juzgue por sí sólo.   Quien de los tres candidatos tiene capacidad para gobernar a este país.

En cuanto al formato, se debería de llevar a cabo en diferentes regiones del país, se sigue con el mismo y viejo esquema centralista. A partir de la ciudad de México. El país está fraccionado por diferentes regiones y es importante darle a cada zona su lugar y atención adecuada. No es lo mismo el sureste y el norte del país. Tampoco la huasteca que el pacifico. Simplemente, los sueldos de la frontera no son los mismos que el resto del país. Existen entidades federativas que cuentan con puertos marítimos; que son polos de desarrollo y de intercambio comercial. Es importante conocer que se piensa realizar con estos centros, o bien entidades eminentemente agrícolas y ganaderas, o los estados industriales y de servicios y los estados turísticos.  Se sigue pensando de manera centralista, como en el siglo XIX Y XX.

 Otro de los aspectos que se tienen que considerar en los debates  es que se tiene que abordar de manera temática. Se debería programar temas como cultura, educación y bienestar, seguridad y combate al narcotráfico, desarrollo y crecimiento, por citar algunos temas. Desde luego, con otro escenario, que los candidatos estén cómodos. Finalmente le están hablando a la nación, no a los periodistas, ellos los están entrevistando, son un medio.  

Necesitamos que los ciudadanos tengan acceso a realizar preguntas, a través de cuestionarios en redes. Que el INE establezca mecanismos de comunicación y diálogo con los candidatos, por eso es necesario que los debates se regionalicen.  Los debates deben  sean un termómetro para pulsar la problemática y un dialogo con los ciudadanos de frente a la nación.

Refilón.

Ojala que los debates no sean sólo para los candidatos presidenciales, sino que deberían de ser también para todos los candidatos de los demás cargos de elección popular. Sería muy conveniente conocer qué piensa un candidato a diputado por un distrito local o federal, muchas veces, no tienen idea que hace un representante popular, pero además desconocen la organización y el funcionamiento del congreso local y el de la unión. De igual manera ocurre con los candidatos al Senado de la República, no se saben ni que hacen, ni cuál es su trabajo. Simplemente, de diez ciudadanos al zar, no saben qué hace un Senador. Por eso, es importante que se realicen debates entre los candidatos para conocer sus propuestas, su ideario, y desde luego, su capacidad. Pero cuando hablamos de debatir,no sólo hablamos de candidatos de mayoría relativa, sino que también deberían de debatir los plurinominales. Porque llegan ciudadanos que no saben ni como se llaman, pero ellos, por un porcentaje de votos se convierten en diputados. Ya es tiempo de perfeccionar la representación popular.