¡ME DUELES MEXICO! - La crisis económica, inseguridad y la dependencia de las entidades.
En opinión de Alicia Vázquez Luna
Cuando el gobierno federal decidió “la guerra contra el narcotráfico” solo los criminales sabían de que se estaba hablando, mientras los ciudadanos estabamos en “nuestras guerrillas mediáticas” es decir, los ciudadanos estabamos trabajando, consiguiendo insumos de primera necesidad, distraídos, soñando, peleando unos con otros, dependiendo del gobierno, etc. Esto sucede todos los días, sexenio tras sexenio. Existen momentos de lucidez social cuando hay crisis. Viene la reacción, durante dieciocho años se ha pensado que el voto es parte de una reacción civilizada.
El Secretario de Hacienda ha venido anunciando una crisis económica para el 2021, por ello vemos como los gobernadores están desarticulando a la CONAGO. No se trata de diferencias políticas. Las entidades federativas y los municipios serán castigados para el próximo año. Debemos escuchar, así sucedió con el Subsecretario de Salud el incansable López-Gatell desde sus primeras conferencia donde anunció una crisis que se prolongaría hasta octubre y nadie entendió.
En la seguridad pública sigue la violencia con total desafío a los cuerpos de seguridad y primordialmente a la Guardia Nacional que no ha logrado a casi dos años de su implementación, disminuir los efectos de la disputa de territorios de las organizaciones criminales.
¿Cuál es la importancia de la economía en la seguridad?
México sigue siendo un país lleno de contradicciones. Hay un 64% de la población que tiene la posibilidad recurrente de tener y disfrutar de bienes materiales para satisfacer sus necesidades primarias hasta innecesarias o de lujo, en este rubro un 18% puede derrochar.
Lo lastimoso es que el 36 % no tiene la posibilidad de acceder a insumos energéticos, agua potable, productos de primera necesidad. Lo anterior significa que se generan año con año una profunda desigualdad, producto de esa desigualdad a la cual son sometidos sexenio tras sexenio. Se incrementa los conflictos y aumentan los activistas para fomentar la lucha de espacios que garantizan una vida sin lujo pero mas natural y sin dependencia a los energéticos solo para contrarrestar los efectos en conflictos socioçambientales, léase Huexca y Tetlama.
En los ethos criminales, las economías ilegales se generán y permite a los desiguales formar parte de esas organizaciones, la venta de artículos “más baratos” al alcance de todos, con clara violación de los derechos de autor, mal llamada piratería. La disputa de territorios entre organizaciones defensoras de economías ilegales; la ilusiòn de obtener dinero sin importar que el negocio sea ilicito, viene con posterioridad la violencia por el control de un supuesto mercado. Es lo que nos ha llevado a los impactos en el desarrollo emocional y cognitivo de nuestros niños y adolescentes. Luego todos con miedo, con incapacidad para comprender este mundo violento y loco. Sin atender los impactos de la violencia, sin un ingreso estable, en un mundo donde el rendimiento escolar solo se resuelve con la expulsión o desplazamiento de los estudiantes a escuelas diferentes o exluídos de un sistema educativo especial a su problemática. Entonces nos damos cuenta que se incrementan los delitos como el huachicol, la maderas, venta de animales exóticos, endémicos, venta ilícita de las tierras, extorsión, etc.
Mientras sigan los municipios y entidades federativas dependiendo de un sistema hacendario federal y ésta con las mismas fórmulas para la entrega de los recursos y las supuestas reglas para un ejercicio eficiente, sin la verificación de la disiciplina hacendaria, no podremos resolver la crisis a la que según los expertos en economía ingresaremos el próximo ejercicio fiscal, no sorprendería en nada que las organizaciones criminales continuen con una violencia extrema que duele y sangra a nuestro querido México.
“México, lindo y querido”