Inclusión Educativa en la UAEM - Salamanca 1994: UNESCO hace 25 años

Dos acontecimientos influyeron para que la Inclusión Educativa (hace 25 años, denominada Integración Educativa) iniciara su política pública internacional de forma decidida. En 1980, Mary Warnock –filósofa y parlamentaria del Reino Unido- pugnó porque hubiera un recurso presupuestal para la atención de los niños y jóvenes con y sin discapacidad, que tenían dificultades para el aprendizaje escolar. Ella, acuñó un término neutro que no estigmatizara a los chicos, desde los denominaciones de los diagnósticos médico-psicológicos que se habían venido utilizando también en el contexto escolar. El término fue: necesidades educativas especiales (n.e.e.). Apelaba a los recursos que se hacen necesarios para la atención, más que a la situación estructural y corporal del déficit. Dichos recursos, necesariamente, son adicionales o diferentes a los que ya tiene cada escuela. Para planear dichos recursos y planear la didáctica que se emplearía en el salón de convivencia de estudiantes con y sin discapacidad.

El otro factor que influyó en la Inclusión Educativa, fue la Conferencia Mundial de Educación para Todos, convocada por la UNESCO y el Banco Mundial, en Jomtiën, Tailandia, en 1990. Los sistemas educativos en todos los países del mundo estaban en crisis, de acuerdo a sus resultados. Cada vez, excluían a más población de niños y jóvenes. O los servicios les eran inaccesibles, o ingresaban y el sistema los expulsaba antes de concluir sus estudios, de acuerdo a las exigencias académicas que solo una parte minoritaria podía cumplir, debido a los planes y programas rígidos y poco pertinentes para la gran mayoría.

El Gobierno socialista de Felipe González, hizo una convocatoria a todos los países de habla hispana, auspiciada por la UNESCO, para deliberar y acordar medidas de política pública que armonizara con el principio de la Educación para Todos. Incluidos, muy especialmente, los niños y jóvenes con discapacidades. Lo que se buscaba es que cuando se decía TODOS eran verdaderamente TODOS. Sin excluir a nadie por cualquier motivo, incluida la discapacidad. La cita fue en Salamanca, en junio de 1994. 92 gobiernos estuvieron representados, entre ellos, México. “Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales. Acceso y Calidad”.

Nuestro país, ya había consagrado la Integración Educativa como un derecho, en el Artículo 41 de la Ley General de Educación (LGE, 1993). En la Conferencia, era de los países más avanzados en la materia de Inclusión.

A 25 años de la Declaración de Salamanca, los protagonistas darán su opinión de qué tanto se ha avanzado en el campo de la Inclusión Educativa. Se trata de personalidades como la de Álvaro Marchesi, quien presidió la Conferencia; de Mel Aincow, de la Universidad de Manchester; de Semus Hegarthy, editor del Journal sobre Integración Educativa del Reino Unido; de Climent Giné Giné, de la Universidad Ramón Llull, de Barcelona, etcétera.

Los principios siguen vigentes, no obstante que se hizo una armonización normativa de parte de UNESCO en relación de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, en su artículo 24 sobre Educación, de diciembre de 2006. Esta se llevó a cabo en 2008, en la 48ª reunión de la Oficina Internacional de Educación con domicilio en Ginebra, “La educación Inclusiva: el camino hacia el futuro”. En esta reunión, se adoptó el concepto de Inclusión, en lugar de Integración; Barreras para el Aprendizaje y la Participación, en lugar de Necesidades Educativas Especiales; Ajustes Razonables, en lugar de Adecuaciones Curriculares.

En estos 25 años de la Declaración de Salamanca, los cambios han sido muchos cualitativa y cuantitativamente, y no es posible enumerarlos en este espacio. Pero uno de los más significativos es la presencia de jóvenes con discapacidad en la Educación Superior, que sin Salamanca no hubiera sido posible. Nos referimos que los cambios de la Educación Básica lo hicieron posible. La UAEM, es una de las instituciones que registra este cambio de enfoque de una Educación para Todos.