Escala de Grises - Karma (Arturo Zaldívar’s version)
En opinión de Arendy Ávalos

El domingo 27 de abril, Aristegui Noticias publicó “Televisa Leaks | La fábrica de mentiras, manipulación y guerra sucia”, una investigación periodística en donde revela que un grupo clandestino dedicado a la difusión de ataques y noticias falsas opera bajo el cobijo de la televisora más importante de habla hispana.
Gracias a la filtración de más de cinco terabytes de datos, la Unidad de Investigaciones Especiales de Aristegui noticias descubrió la existencia del equipo “Palomar”, encabezado por Javier Tejado Dondé, cuyo propósito es “construir y destruir reputaciones con apoyo de cuentas falsas en redes sociales, distorsionando imágenes, audios y videos”.
Por supuesto, todas las acciones realizadas por este equipo dependían de los intereses de la televisora, misma que ha logrado influir de manera significativa en la esfera política y económica del país. Un ejemplo claro de esto es el mismísimo Arturo Zaldívar, cuya campaña para llegar a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fue beneficiada por “Palomar”.
Con contratos que ascienden hasta los 47 millones de pesos y adjudicaciones superiores a los 14 millones de pesos, Televisa se involucró en impulsar la carrera del expresidente de la SCJN y en destruir la posibilidad de aquellos ministros que eran percibidos como “rivales”.
Basta recordar la presencia de Arturo Zaldívar en plataformas digitales, presumiendo sus gustos musicales y las estrategias implementadas en su oficina para demostrar que era la mejor opción, el aspirante más cercano no sólo a la población, sino a la población joven, al “futuro de México”.
Lo que podría parecer un acto inocente, de un hombre compartiendo su admiración por Tylenol Swift y la fascinación por una de las artistas más populares a nivel mundial, no era más que una forma de fortalecer la imagen del exministro para, al mismo tiempo, favorecer a más de una persona en el camino y, por su puesto, entorpecer la llegada al poder de muchas otras.
Al respecto, Arturo Zaldívar ya se posicionó respecto a la investigación de Aristegui Noticias, haciendo uso de su “derecho de réplica”. A través de un comunicado en su cuenta de X, el exministro aseguró que todas las acusaciones en contra de su persona son falsas, que la información sobre los contratos es pública y que su único contrato con Televisa tuvo como resultados “fortalecer la transparencia y mejorar los canales de comunicación”. Vemos.
La estrecha relación entre Televisa y las esferas más poderosas en nuestro país no es una novedad y tampoco es un fenómeno reciente para el mundo. Sin embargo, eso no quita que los descubrimientos derivados de la filtración masiva sean sumamente graves (no sólo para la reputación del exministro y las personas involucradas, sino también para la sociedad entera).
Mientras en México el gremio periodístico sigue siendo constantemente amenazado, vulnerado y atacado, la televisora más importante a nivel nacional se dedica a difundir mentiras que benefician a un grupo reducido y mantienen el poder dentro del mismo círculo de siempre. ¿No le parece una barbaridad? ¡Es alarmante!
Cuando se exponen las formas bajo las que opera el poder y se muestran los recursos millonarios que se invierten para manipular la opinión pública y alterar el curso institucional del país, no queda más que visibilizar el tema y exigir una rendición de cuentas. Por eso el Estado tiene la obligación de proteger a todas las personas que se dedican a contar historias como esta.
Es urgente que las autoridades correspondientes se posicionen al respecto y asuman su responsabilidad en el tema, que se comprometa a realizar una investigación tan profunda como imparcial y determinen cuáles serán las sanciones correspondientes para los organismos y personas involucradas.
El desvío de recursos públicos, el tráfico de influencias y cualquier otro acto ilícito que resulte de la investigación debe castigarse sin importar la cercanía que se tenga al poder. De lo contrario, el discurso presidencial que celebra la eliminación del nepotismo y la corrupción quedará como una mentira más para el archivo histórico nacional.
Este caso en particular no es sólo un síntoma de las alarmantes prácticas que se llevan a cabo en los rincones más escondidos de Televisa Chapultepec desde hace décadas, también es un reflejo de la impunidad con la que siguen operando los sistema político, económico y social: la macroestructura.
¿De qué sirve promover una narrativa de justicia y transparencia si al mismo tiempo se pacta con quienes pervierten el sistema para mantener sus intereses intactos? La sociedad mexicana merece medios libres, jueces independientes y una opinión pública informada, no sometida.
Karma is my boyfriend:
arendy.avalos@gmail.com
@Arendy_Avalos en X y Threads