Escala de Grises - 300 años
En opinión de Arendy Ávalos
Arendy Avalos 
El lunes 26 de junio, durante la presentación de un informe en la Ciudad de México, la Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres informó que el camino por recorrer en materia de igualdad aún es muy largo. De seguir bajo las mismas dinámicas, las mujeres podrían alcanzar los mismos privilegios que los hombres hasta dentro de 300 años.
A pesar de los avances significativos que se han generado en este sentido, las brechas que nos separan parecen no disminuir en esferas básicas, tales como la económica, la política o la social. Ni hablar de aspectos como seguridad, liderazgo, acceso a la educación o la eliminación de la violencia.
A nivel mundial, una de cada tres mujeres es víctima de violencia. En México, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, el 70% de las mujeres mayores de 15 años han experimentado al menos una situación de violencia psicológica, física, sexual, económica, patrimonial y/o discriminación a lo largo de su vida.
Para muestra, bastan las cifras. Tan sólo en México, en promedio, casi 11 mujeres son asesinadas todos los días por cuestiones de género y el 98% de los casos queda impune. Cuatro de cada diez mujeres viven en pobreza extrema y siete de cada 10 en esas condiciones son mujeres indígenas.
Ahora, los problemas estructurales que atraviesan a la violencia de género también contemplan las tareas de cuidados y las labores domésticas; mismas que recaen en las mujeres, lo que implica menos posibilidades de tener independencia económica o acceder a algún puesto de trabajo formal con un salario digno y otros beneficios para mejorar su calidad de vida.
Según ONU Mujeres, nuestro país se enfrenta a retos en materia de pobreza, economía informal, feminicidios y violencia en contra de mujeres, niñas y adolescentes. A partir de este planteamiento, se exigió a organismos públicos y privados implementar medidas urgentes que puedan acercar la igualdad para las mujeres hoy, para no tener que esperar 300 años.
Por supuesto (y como en cada llamado a la acción), los representantes del gobierno y de las instituciones se comprometieron a trabajar en favor de los derechos de las mujeres. Sin embargo, se han realizado innumerables peticiones y exigencias para que esto ocurra y, aún así, las acciones se quedan en la superficie.
Alertas por Violencia de Género (AVG), Puntos Violeta y otras estrategias para frenar la violencia en contra de las mujeres seguirán siendo insuficientes. Mientras no se destinen recursos y esfuerzos para garantizar la integridad de las niñas, adolescentes y mujeres tanto en el espacio privado como en el público, la realidad seguirá siendo la misma.
Políticas de paridad de género, mujeres gobernadoras o con cargos de liderazgo en la vida pública seguirán siendo poco significativas mientras no se garantice que no son víctimas de algún tipo de violencia relacionada con su puesto. Bajo esta línea, esas mismas mujeres que ocupan cargos de representación no marcarán una diferencia mientras su prioridad sea defender los intereses de los grupos de poder (conformados por hombres) y hagan a un lado la agenda con perspectiva de género.
¿De qué sirve que México tenga una presidenta o que el Estado de México tenga una gobernadora, si esas mujeres servirán a los intereses de un solo hombre? Por poner un ejemplo. ¿De qué sirve la AVG si las autoridades siguen ignorando los protocolos con perspectiva de género al momento de levantar una denuncia y proceder en consecuencia?
¿Cuál es la finalidad de que les gobernadores se comprometan a implementar mejores prácticas encaminadas a la igualdad si, todos los días, en todo el territorio nacional, las mujeres siguen siendo acosadas, violentadas y asesinadas hasta dentro de sus propias casas?
Las acciones superficiales y desinformadas no son suficientes. No basta con guiarse por la intuición. Es indispensable que los tres niveles de gobierno, las instituciones y la sociedad civil emprendan esfuerzos informados respecto a la igualdad, que se implementen medidas con perspectiva de género y no únicamente con ideas que sólo reproducen los mismos problemas que se busca combatir.
Además de visibilizar lo que ocurre y reconocer los errores que se han tenido en materia de género, también hay que entender que las mujeres nos enfrentamos a diferentes violencias dependiendo de nuestras características y las condiciones bajo las que nos desarrollamos. Resulta indispensable que cualquier acción encaminada a promover y lograr la igualdad sea interseccional.
Ojalá pronto:
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