El Tercer Ojo - A propósito del libro Neuropsicología de la Vida Cotidiana ¿Dónde están las llaves? Algunas ideas o concepciones de lo que somos los Seres Humanos (Tercera parte)
En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara
A: Dr. Saúl Martínez Horta
Dr. Eliseo Guajardo Ramos
Dr. Jesús Ramírez-Bermúdez
“Todos, absolutamente todos, asumimos un patrón de conductas y de ideas socialmente aceptadas y difícilmente reprochables. Pero todos, absolutamente todos, sabemos lo que pensamos, sentimos y hacemos en nuestra intimidad. Ello se traduce en que la idea del ser humano como entidad semidivina que todo lo hace bien, que es bueno y bello y educado, (... esta apreciación…) es, esencialmente, una gran falacia”.
Saúl Martínez Horta
Amables lectores que han seguido las dos primeras partes de esta recensión. Como podrán recordar, en la primera parte de esta serie de colaboraciones referí lo que nuestro autor concibe como “Neuropsicología de la vida cotidiana” y, además, un conjunto de fallos en el comportamiento diario; fallos en los procesos de la atención, la memoria, el razonamiento y los procesos psicológicos superiores. Por otro lado, en la segunda colaboración expresé dos dificultades (el riesgo de caer en la “falacia mereológica” y también en el nihilismo o la creencia de la imposibilidad de conocer lo real, como consecuencia de una visión constructivista radical).
No era mi propósito abrir la puerta a una discusión de naturaleza epistemológica, por ello salí de ese sendero y resalto aquí el asunto de los fallos en la percepción (sea en la vida cotidiana o durante trances de la transición entre las fases del sueño y la vigilia), manifiestos en fenómenos tales como las ilusiones sensoriales o perceptivas, las alucinaciones y alguna especie de delirios. No se en mencionó, pese a su pregnancia fenomenológica y su trascendencia neuropsicológica, la cuestión relativa al asombroso caso del “Miembro Fantasma Amputado” como el ejemplo, considero, si no más trascendente en este campo del conocimiento y la práctica clínica neuropsicológica, sí de suma importancia.
Considero que es un ejemplo muy claro de “la presencia de la ausencia” y su “persistencia en el tiempo”.
Toca ahora referir las cuestiones de la “maldad” y la “bondad” dentro del marco de lo que concebimos como “naturaleza humana”. O, como prefiere el Dr. Saúl Martínez Horta nombrar, la “Neuropsicología de la violencia y la bondad”.
Cómo hube expresado mediante el epígrafe que da pie a esta tercera parte, el comportamiento humano es siempre e inequívocamente objeto de observación, valoración y atribución de corrección o incorrección en determinados contextos históricos, culturales, morales, éticos o ideológicos, tanto por los otros que no son el ser que se comporta, como por el propio sujeto de la actividad o el comportamiento. Es decir, somos objeto de la hetero observación y de la auto observación. Somos objeto de la atribución de juicios morales y de valor, tanto por los otros como por nosotros mismos. Por ende, podemos asumir que nuestro comportamiento se encuentra regulado por estructuras que nos trascienden así como por nosotros mismos. Entramos aquí a las cuestiones de la regulación del comportamiento desde fuera de uno mismo (autorregulación) o por uno mismo (autorregulación). En el primer caso podemos hablar de las normas sociales, culturales, ideológicas, jurídicas, o éticas; mientras que, por el otro lado, la esfera motivacional y de intereses y valores es la base de los procesos de autorregulación selectiva de la actividad.
Pues bien, no para aquí la cuestión que trata en este libro el autor, asimismo y de manera clara y sencilla nos describe y explica con lujo de detalle los procesos neuropsicológicos, neurofisiológicos y neuroanatómicos que subyacen a lo orientación selectiva de nuestro comportamiento, así como también los fenómenos que alteran dicho proceso y sistema de regulación y autorregulación del comportamiento con sus más clara y extrañas expresiones en las conductas violentas, bondadosas y execrables.
Por otro lado, dado que aún no podemos decir que podemos comprender y explicar el “mal comportamiento y la maldad humana”, a manera de aproximación hipotética intenta ayudarnos a comprender tales comportamientos o conductas mediante el análisis derivado de diversas experiencias clínicas relacionadas con los daños encefálicos.