Escala de Grises - Nosotras tenemos otros datos

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - Nosotras tenemos otros datos

De acuerdo con los datos proporcionados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), publicados el lunes de esta semana, los homicidios dolosos de mujeres aumentaron 5.1% en abril, respecto al mes de marzo.

En un país donde el presidente de la República asegura que el 90% de las llamadas realizadas por mujeres a números de emergencia no son reales, abril es el mes con más homicidios dolosos de mujeres desde el 2015, con 267 carpetas de investigación abiertas por dicho delito. La cifra anterior, es la más alta de lo que va del año.

Los asesinatos clasificados como “feminicidio” tuvieron un descenso del 10%. ¿Qué significa esto? Que, en lugar de asesinar a 78 mujeres el último mes, asesinaron a 70. Setenta mujeres asesinadas por el simple hecho de serlo. No sé usted, pero yo no encuentro alivio en la palabra descenso ni en el número 10.

Tampoco encontraría alivio si el porcentaje fuera 90, pues representaría que le siguen arrebatando la vida a cientos de mujeres alrededor de todo el país. De nada sirve que el registro de los feminicidios “baje” si, en total, siguen asesinando a 337 mujeres al mes, como ocurrió en abril. Lo que implica, en promedio, que 11.2 mujeres fueron asesinadas al día. Esos son los datos que nosotras tenemos.

Al respecto, organizaciones sociales coincidieron en que hay un indicador de violencia de género, pues que los homicidios dolosos de mujeres alcanzaran un máximo histórico devela un indicador (importantísimo) de violencia de género, es una señal de alerta a la que debemos prestar atención. Me explico.

A principios de año, el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), basado en la dificultad que implica para el Ministerio Público acreditar el feminicidio, propuso eliminar la tipificación y redefinirla. Antes la rapidez y la practicidad que los derechos de las mujeres. Lamentable.

El artículo 325 del Código Penal Federal establece el feminicidio como el delito que priva de la vida a una mujer por razones de género. Además, señala que toda muerte violenta de una mujer debería —mucho ojo en el condicional— investigarse con perspectiva de género para determinar las razones del caso. Empero, sólo 19 entidades del país lo tienen estipulado en su código penal local.

Es necesario que los asesinatos de mujeres se investiguen con perspectiva de género porque, en la mayor parte de los casos, no se trata de un homicidio “común”. Este crimen de odio incluye signos de violencia sexual, mutilaciones, antecedentes de violencia, amenazas previas y otras características a considerar.

Omitir esta serie de investigaciones implica que puede existir un subregistro de feminicidios, porque el delito no se clasifica así en primera instancia; el homicidio no se cubre con perspectiva de género, con especial énfasis en todas las manifestaciones de violencia de las que somos víctimas, en diferente medida, todos los días. Y esas son huellas de las que no se borran.

 

Justicia para Todas

Diana

Hace poco menos de un año, el 21 de agosto del 2019, en el perfil de Diana Raygoza podía leerse lo siguiente: Me encontraba de camino a casa, salí de la universidad y esperé para tomar mi transporte como todos los días. Nada fuera de lo normal. Un sujeto se acercó a ella con el pretexto de saber la hora, le arrojó miradas lascivas y ella intentó alejarse. El hombre le invitó una bebida, ella lo rechazó. Él intentó besarla en contra de su voluntad, a plena luz del día. Las personas a su alrededor sólo veían. ¿Tenemos que esperar a que pasen actos de mayor gravedad para empezar a reaccionar, gente? Fue la reflexión con la que cerró la denuncia en su muro.

El domingo 24 de mayo, un individuo irrumpió en casa de Diana, la asesinó y escribió con sangre “SF” en la pared. Su cuerpo fue encontrado en una habitación, con 39 heridas realizadas con un arma punzocortante. Su asesinato será investigado como feminicidio, aseguró el fiscal general del estado de Nayarit, Petronilo Díaz Ponce Medrano.

Diana estudiaba el tercer grado de Derecho en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), tenía 21 años y el crimen que le arrebató la vida provocó, en redes como Twitter, Instagram y Facebook la etiqueta #JusticiaParaDiana; misma con la que la UAN exhortó al gobierno a esclarecer los hechos y castigar a los culpables.

A pesar de la Jornada Nacional de Sana Distancia, en Tepic se convocó a una protesta frente al Palacio de Gobierno. Las asistentes colocaron fotografías y veladoras para, con ellas, formar el nombre de Diana y exigir justicia.

 

Leonila

Leonila de la Cruz Pancho tenía 35 años, vivía en el poblado “Del Nayar”, también en Nayarit. Según los primeros reportes, su esposo declaró haber llegado a su domicilio y encontrarla malherida, por lo que sus familiares solicitaron apoyo a los médicos de brigadas (pertenecientes a la Secretaría de Salud) e intentaron trasladarla a un hospital.

Sin embargo, no fue suficiente. La víctima falleció antes de llegar a su destino, durante las primeras horas del pasado lunes. Menos de 24 horas después de que el cuerpo de Diana fuera encontrado. Tras su muerte, su esposo intentó huir. Al cierre de esta columna, la etiqueta #JusticiaParaLeonila comenzaba a circular en medios y redes socio-digitales.

Como podrá darse cuenta —y como le he repetido casi cada semana— la pandemia y el confinamiento no frenan la violencia contra las mujeres en México. Casos como estos, en los que las mujeres no están seguras ni en la calle ni en su casa, son un recordatorio más de que la culpa nunca es de la víctima, del lugar en el que se encuentran o de la ropa que llevan puesta.

 

Nota de la autora: Las veladoras y las flores no nos alcanzarán nunca para rendirles homenaje a todas las mujeres que nos faltan. El fuego resulta insuficiente porque la rabia que nos hemos guardado en el pecho es más grande, porque no se nos apagará la voz para seguir exigiendo justicia para las que ya no están; para acompañar a las hijas a quienes les arrebataron a sus madres, para acompañar a las madres que buscan sin descanso a sus hijas. En México, las mujeres no nos detendremos hasta saber que hay —y habrá— Justicia para Todas.

 

Ni una asesinada más:

arendy.avalos@gmail.com

@Arendy_Avalos en Twitter