Repaso - EL COLEGIO DE BACHILLERES Y SU HISTORIA

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso - EL COLEGIO DE BACHILLERES Y SU HISTORIA

Ma. Guadalupe Bahena Cárdenas, excelente profesora y académica, hoy merecidamente jubilada, con quien he tenido la suerte de escribir algunos libros, de texto y de lecturas que intentan fomentar el apego a la cultura regional, escribió hace tiempo una obra a la que se tituló “Colegio de Bachilleres del Estado Morelos, visión retrospectiva”. En la introducción comentó con acierto lo siguiente:

“La creación del Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos, representa sin duda, un gran avance en la aspiración de fortalecer la cultura y brindar mayores oportunidades educativas a los jóvenes de nuestra entidad”. Representa también la prueba de que la fuerza de voluntad, el espíritu de servicio y la ética profesional de un grupo de maestros, aunado todo ello a la buena disposición de un gobierno y a la confianza de un pueblo, han sido suficientes para levantar una institución que se ha venido perfilando como una de las más importantes y de mayor cobertura estatal en el nivel medio superior”.

En efecto, los colegios de bachilleres distribuidos  en varias regiones del estado, vinieron a constituir una alternativa confiable para miles de jóvenes morelenses, a tal grado que en pocos años había obtenido un prestigio bien ganado. Vinieron también a representar una alternativa de estudio en ese nivel, que sólo se podía cursar en las escuelas preparatorias.

Ahora que atraviesan por una situación difícil, en razón de una administración opaca, es pertinente recordar sus orígenes.

El apoyo del entonces gobernador, Antonio Riva Palacio López, fue determinante, junto con el que era secretario de Educación, César Uscanga Uscanga. El decreto de creación se fechó el 12 de septiembre de 1988, siendo su primer director Öscar Miguel Puig Hernández, quien tenía un perfil profesional interesante. Era licenciado y maestro en docencia. Su desempeño como catedrático de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), así como su desempeño como director de la Preparatoria Número 1, eran sus cartas de presentación en experiencia y preparación. Con esos y otros antecedentes, Oscar Puig, posteriormente, llegó a ocupar la dirección general del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM).

La maestra Lupita, como le decimos con afecto, se refirió también a un momento del inicio del llamado Cobaem:

“El primer contratiempo al que se enfrentaron fue la carencia de un local que albergara a la Dirección General. Sin embargo esto pudo subsanarse gracias al generoso ofrecimiento del Lic. Carlos Alberto Puig Hernández (hermano de Óscar Puig y a la sazón del delegado del INEA), para que ocuparan una salita anexa a su oficina, de tal manera que ahí pudieran reunirse y atender las solicitudes de ingreso, tanto de alumnos como profesores. Así, las primeras oficinas del Cobaem tuvieron su sede en el edificio de la avenida Palmira 312.”

Como se ve, empezaron de la nada. Ha sido una institución que creció con honor, gracias, desde luego, a la responsabilidad, entre otros, de sus maestros. De ahí, por ejemplo, los diversos reconocimientos recibidos.

En diciembre del 2018, en una nota publicada en el Diario de Morelos, titulada “Destaca Cobaem por trayectoria educativa”, en la que se daba cuenta de que “a 30 años de su fundación, el Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos (Cobaem) registra una eficiencia terminal del 70 por ciento, mientras la media nacional y estatal se ubican en 64.8 y 59.8 por ciento, respectivamente.”

Es una trayectoria institucional meritoria, lograda, con sus altibajos, durante las gestiones de los siguientes directores generales: Óscar Miguel Puig Hernández, Federico García Rodríguez, Ricardo Quiroz Marrón, Felipe Sedano Reynoso, Pedro Valencia Valencia, Mauro de Jesús Pacheco González y Héctor Fernando Pérez Jiménez. En lo personal creo que durante los primeros tres directores el Colegio de Bachilleres vivió su mejor época.

La actual, a cargo del solamente político de “izquierda”, Víctor Raymundo Nájera Medina, se perfila como una de las más grises.

No solamente por los problemas que enfrenta, como el de las pensiones de jubilados que se han manifestado infructuosamente frente a Palacio de Gobierno, sino en relación con otros asuntos, me comentan, donde la corrupción impera. Ya tendré oportunidad de seguir indagando y cuando tenga, si los consigo, datos fidedignos.

Por lo pronto, me parece que en el problema del personal contagiado del Covid 19 poco se ha hecho. Se dice que son ya un poco más de 15. Además, parece que el viejo edificio que rentan para las oficinas centrales es deprimente e insalubre.

Algo tiene que hacerse, pero lo veo muy difícil ante la negligencia del secretario de Educación del estado, Luis Arturo Cornejo Alatorre. A propósito, ¿es cierto que un pariente cercano de él labora ahí?

Habría que investigar lo que hace y cómo se desempeña.

E mail: profechon@hotmail.com