El pico del día del padre y la responsabilidad individual ante la pandemia.

En opinión de Aura Hernández

El pico del día del padre y la responsabilidad individual ante la pandemia.

“La lucha contra el coronavirus tiene elementos en común con una guerra (...)”

Almudena Grandes.

 

Hasta el pasado sábado, España era el único país en el mundo que se consideraba como la nación que por fín había domado la pandemia de coronavirus al decretar la finalización del estado de alarma y no reportar fallecimientos en su territorio como producto de la pandemia de Covid 19 que azota el mundo.

Para este país no fue nada fácil el trance de la pandemia en su territorio, pues  padeció, en proporción a su número de habitantes, un alto y acelerado contagio de sus habitantes así como el contagio de casi 40 mil trabajadores sanitarios e inició, lo que ellos llamaron la desescalada, en el día 45 del confinamiento.

Igual que en México el desconfinamiento fue diferido de acuerdo a las estadísticas regionales en cuanto a número de casos, número de fallecidos y estableció un plan de “fases” dirigidos desde el gobierno Central. Las cosas parecían ir bien, sin embargo, el domingo una parte de su territorio debió regresar a la fase dos de desconfinamiento luego de un rebrote Covid 19 en la región de Huesca entre trabajadores agrícolas.

El caso de España, aunque todo el proceso fue rigurosamente vigilada por el Gobierno central, llegó un punto en que la responsabilidad para atemperar el número de contagios, recayó prácticamente en sus ciudadanos y que aún con varios traspiés, hoy se puede decir que el país ha logrado cierto control de la epidemia en su territorio.

Podría decirse que en México estamos también los indicios de lo que los españoles llamaron la desescalada, solo que en lugar de fases nosotros tenemos un sistema de semáforos que es regulado por las autoridades sanitarias del gobierno federal, en donde ahora la responsabilidad recae en los ciudadanos.

Durante todo el período que duró la Jornada de sana distancia, las autoridades sanitarias explicaron que en este período se estaban impulsando acciones de corte estructural, es decir, crear las condiciones para que las actividades económicas, sociales, políticas, culturales hicieran posible que la gran masa poblacional pudiera mantenerse confinada en sus casas. Quienes la tuviera por supuesto.

Ahora, aunque las cifras de la pandemia en nuestro país, nos indican que el número de casos va en aumento, que los registros del número de fallecidos de todo el trayecto de la pandemia se ha actualizado en una cifra alarmante, cuando por lo menos 16 estados se encuentran en semáforo rojo, el desconfinamiento es ya una realidad.

Intentando no caer en estereotipos y aun cuando se podría afirmar que el confinamiento y nuestra cultura son incompatibles, podríamos decir que hasta el 31 de mayo la mayoría de la  población mexicana hizo su tarea.

Sin embargo, y sin caer en estereotipos, ya en el mes de junio ha habido un desconfinamiento de hecho y, eso  tal vez responde al hecho de que no hay economía que aguante 70 días de confinamiento.

En Morelos, y supongo que una gran parte del país, a partir del mes de junio una gran parte de la población experimentó un relajamiento en cuanto a las medidas de alejamiento social indicadas por la autoridad sanitaria, que tuvo su punto cumbre el pasado 21 de junio cuando se celebró el día del padre en nuestro país.

Paradójicamente ese mismo día la actualización de las cifras de personas fallecidas realizada por la autoridades sanitarias fue de las más altas en todo este trayecto de la epidemia.

En varios municipios de la entidad fue posible observar el fervor paternal en reuniones familiares en restaurantes y loncherías y lo peor, sin ninguna medida sanitaria ni tampoco sin respetar la distancia física sugerida para evitar contagios. La expectativa del pico de los contagios los veremos en unos días más, tal como pasó con la celebración del día de la madre, pero lo que más preocupa aquí es inacción de las autoridades.

Aun cuando en esta fase es un hecho que la responsabilidad se transmutado en los hechos a cada individuo, considero que tanto el Gobierno del estado como algunos municipios han renunciado a su responsabilidad como autoridad sanitaria, al omitir realizar actividades de promoción y difusión de las medidas sanitarias que las personas deben observar para prevenir y evitar contagios.

¿Será muy complicado que ante un zócalo lleno, como se vio el domingo en varios municipios, la autoridad no pueda instalar un sistema de altoparlantes que permanentemente les recuerde a los ciudadanos las medidas de higiene que lo protegen frente a la epidemia? Por ejemplo.

Estamos ante una omisión que me parece grave, porque de esa inacción depende la salud y hasta la vida de las personas de su jurisdicción. El panorama no es nada halagüeño y no podemos ser optimistas y pensar que lo peor de la epidemia ya pasó, cuando la dinámica social que observamos es incierta y cuando hay autoridades locales ausentes.