Secreto a voces - Trump quiere revancha inmediata…
En opinión de Rafael Alfaro Izarraraz

Ucrania, el parteaguas histórico. El poder militar del que gozó EU durante 70 años y que lo convirtió en la potencia militar del mundo de la posguerra ha terminado. Ya se venía vislumbrando esa situación desde la guerra de Vietnam, pero lo ocurrido en Ucrania es más que ilustrativo. Trump le llama a Putin para sostener una reunión de manera urgente con el fin de dialogar. Acuerdan Alaska como el lugar para la cita. Los que van ganando generalmente no piden paz, esperan a mostrar su fuerza en el campo y repartirse los beneficios de obtener el triunfo y humillar a los vencidos y mejor ni recordar lo que eso significó en el pasado. Trump le ofreció a Putin acuerdos comerciales, inversiones y explotar los recursos naturales del Ártico. Putin, según filtraciones de la reunión fue conciso: Ucrania debe ser un territorio neutral, tener un gobierno sin neonazis y que Europa deje sus aspiraciones belicistas a través de la OTAN.
Rusia ha demostrado en Ucrania que es superior a EU militarmente así como en la guerra de los “12 días” entre Irán e Israel. Trump, desde su campaña ha planteado que su gobierno buscaría la paz porque la guerra con Ucrania no era su guerra. Suponiendo sin conceder que fue sincero en su postura. La verdad es que su posición si bien es cierto que es buena en cuanto que eso terminaría con el sufrimiento del pueblo ucraniano y las muertes de integrantes del ejército ruso. Pero lo cierto es que en esta guerra Rusia ha demostrado que cuenta con armas de como los misiles hipersónicos con respecto de los cuales EU no tiene respuesta. Lo mismo se puede decir de la protección de los cielos y los ataques militares. En la guerra Israel-Irán, se demostró la debilidad de EU.
Los banqueros que dominan el mundo de la globalización financierista no quieren que el poder se traslade de Occidente a Asia. Su estrategia ha sido desde hace décadas evitar su caída mediante la derrota de los chinos como potencia comercial y, por el otro, derrotar militarmente a los rusos. Los financieristas de Biden se lanzaron contra Rusia utilizando a Europa y a los neonazis ucranianos. Quisieron dividirla, destruirla miliarmente con el fin de enfrentar a China ya sin la potencia miiar que les proporcionaría hipotéticamente Rusia. Para ello utilizaron a Europa y las neonazis/jázaros de Ucrania. Ucrania y los europeos fueron alentados a la guerra por los financieristas ingleses y estadounidenses. Europa tenía un proyecto económico y respaldado energéticamente por Rusia. Europa e Inglaterra se sienten amenazados como potencias financieristas del mundo debido a que el modelo asiático posee un tipo de Estado contrario al de Occidente gobernado por la banca.
No debe olvidarse la importancia de Inglaterra que es el centro financiero del mundo y su city que es Londres. Ellos quieren la guerra utilizando a Ucrania contra Rusia. Durante la era neoliberal las famosas ciudades globales que fueron Londres, Nueva York, París y Tokio, se constituyeron en centros financieros que trataron de modelar el mundo a partir de reconstruir las ciudades en torno al dinero y el comercio mundial convirtiéndolas las capitales en “ciudades marca” a través de una red de ciudades que controlaban los mercados mundiales de los bienes que se comercializaban en el mundo mediante la banca y las tecnologías digitales. Londres, Tokio, Paris y Nueva York son los centros financieros de la banca mundial y de las familias propietarias de las empresas multinacionales más poderosas cuyas ganancias son muy superiores a la mayoría de las naciones.
Si hubo perdedores de la “Cumbre de Alaska” esos fueron los europeos e Inglaterra. Europa es una una región que, en este momento, no posee nada como para hacerse de un sitio de negociación en el mundo. La rusofobia les ha nublado el cerebro a sus líderes y se han alejado del siglo que les dio “luces” para orientarse en el mundo como potencia hegemónica. Sus líderes fueron y se entregaron a EU a la que le ofrecieron comprarle armas en una estrategia que busca “protegerse de Rusia”. No aprendieron de la experiencia de la India. Este país le compró armas a los EU pero pronto tuvo que arrepentirse y asumir una nueva estrategia de adquisición porque las armas que compraron a EU ya no forman parte de la tecnología de punta que poseen los rusos. En otras palabras, están condenados a la derrota de antemano en una guerra con Rusia. Francia ofreció producir las armas, pero no existe confianza en los integrantes de la Unión Europea que en breve tendrá problemas para mantenerse como un proyecto unitario.
Trump busca lo mismo que las élites demócratas pero respaldado en las élites petroleras, de acuerdo al profesor Jalife. Quiere separar a Rusia de China y conformar la mulitpolaridad en bipolaridad en donde dirijan los destinos del mundo EU y Rusia y no China y Rusia. Creo que EU no podrá llevar a cabo esa estrategia entre otras cosas por una muy sencilla razón: los rusos han iniciado desde 2014 un proyecto muy sólido que apunta a desplazar a EU como potencia hegemónica mundial que se llama los BRICS. También porque Putin tiene claro que antes deben cumplirse tres propósitos: 1. Que Ucrania debe ser una nación neutral con respecto de los conflictos que vive en el mundo. 2. No puede formar parte de la OTAN. 3. Debe contar con un gobierno en el que no exista influencia de las fuerzas neonazis que actualmente gobiernan ese país. Creo que todo se resume en lo que ha planteado en una idea: la OTAN debe desaparecer (dice Umpiérrez).
Rusia quiere estar segura y esa certeza es difícil que la cumpla EU debido a que no es una nación con la que se puede negociar y confiar en acuerdo alguno. Los dos últimos presidentes son un reflejo de la situación de decadencia que vive EU. Mientras que China y Rusia cuenta con gobiernos con líderes bastante coherentes en cuanto a sus proyectos como nación (igual que México). Por lo que respecta a EU, los vecinos del norte carecen de un proyecto a futuro sólido. Lo único que se observa es que quieren sustituir la competencia con otras naciones con guerras comerciales y militares. Y, si bien es cierto, los imperios surgen y se consolidan con el uso de cierta dosis de violencia llega un momento en que, como todo en la vida, es necesario desarrollar proyectos que le den legitimidad y eso no lo tienen. Mientras China y Rusia agrupan a las naciones del mundo, Trump tiene al mundo en contra.
El ejemplo más reciente que genera desconfianza en el mundo hacia EU es lo ocurrió en Europa. Los impulsó a una guerra con Rusia quien les vendía petróleo y gas barato y hasta lo llevaba a las puertas de sus ciudades y empresas. Para evitar cualquier tentación (se presume que EU) hicieron explotar el ducto que les llevaba el gas y el petróleo a Europa. Rusia, dejó de venderles gas y petróleo que ahora le compran a EU a precios obviamente más caros. El gobierno de Biden los empuja a la guerra. Y llega Trump y les dice que no es su guerra y que pronto van a tener que financiarla ellos mismos. Los europeos se comprometen a comprarle armas a EU para enfrentar la guerra y apoyar a Ucrania en una guerra en la que le entregarán armas que de antemano son de menor calidad y capacidad que las que poseen los rusos. Cualquiera puede vaticinar lo que va ocurrir con Europa. Están condenados a terminar de colonia de nuestros vecinos del norte.
Ucrania ha sido devastada y su pueblo vive una tragedia y se ha convertido en una nación sin futuro. Esa es la lección de aliarse con EU. Nuestros vecinos están esperando que se de un acuerdo de paz para cobrarse la deuda por los apoyos a la guerra que les ha prestado lo que puede significar hipotecar recursos por décadas incluidas algo de las tierras raras. Europa, piensa en que debe apoyar la guerra, pero igualmente piensa en que debe sentarse en una silla para negociar con Rusia y EU el reparto del botín. No están invitados. Los ucranianos, apoyados por la prensa europea, apelan a que la Constitución de Ucrania impide cualquier división del territorio como si la constitución determinará el resultado de la guerra y no la guerra misma. Los neonazis ucranianos luego de enriquecerse con los fondos recibidos de apoyo para la guerra buscan quien les siga apoyando en la destrucción de su propia nación para incrementar sus cuentas bancarias.
Si antes los mexicanos albergamos desconfianza hacia EU, justificada, ahora todo está claro: no se puede confiar a largo plazo.