Serpientes y escaleras - Termómetro social

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Termómetro social

En tiempos electorales, un ambiente de enojo se traduce en voto de castigo y abstencionismo.

 

Termómetro social

El humor social es como la temperatura de una habitación: si sube demasiado todos se incomodan; si baja de golpe todos buscarán abrigo. Hoy en Morelos el humor social está cambiando a pasos acelerados por la inseguridad, la crisis económica, la percepción de corrupción y el cierre de Nissan. El gobierno debe tener claridad de ello y actuar en consecuencia, porque cuando el humor social cambia, los problemas para las autoridades se incrementan.

El humor social es un concepto abstracto, entendido como el ánimo colectivo de una sociedad en un momento determinado; no se trata de un dato puntual o de una opinión individual, sino de una sensación compartida formada a partir de experiencias, percepciones y expectativas comunes.

Las emociones predominantes que afectan el humor social son el optimismo, el enojo, la apatía y el miedo, influyen en la interpretación de las noticias, en las reacciones ante las decisiones políticas y derivan en acciones económicas o electorales.

En ciencia política y sociología se entiende que el humor social es subjetivo y colectivo, se construye a partir de conversaciones, medios de comunicación, redes sociales y en la vida diaria; puede cambiar rápidamente por eventos coyunturales y siempre es determinante en política. Un humor social positivo favorece a los gobiernos, mientras que uno negativo erosiona la confianza y puede provocar voto de castigo.

El humor social es medible indirectamente a partir de encuestas, análisis de redes sociales, indicadores de consumo y participación ciudadana, pero en términos llanos podemos decir que el humor social es la atmósfera emocional de una comunidad. Hablando de política: ignorar las condiciones de la atmósfera es como volar sin medir el clima: puedes seguir en ruta, pero si viene una tormenta y no lo sabes, el golpe será más fuerte.

La salida de Nissan representó un shock significativo al humor social de los morelenses y se irá agudizando conforme la decisión de la empresa se concrete y los miles de trabajadores directos e indirectos que viven de esa compañía comiencen a sentir los efectos del cierre.

Hoy Morelos está pasmado por el éxodo de la empresa más grande del estado, la que más empleos genera y a su vez mantiene vivas a otras compañías y cientos de negocios alternos. Lo ha dicho la Coparmex y lo replican todas las cámaras: el sector empresarial e industrial local no tiene capacidad para absorber el vacío laboral que dejará Nissan, ergo: los miles de trabajadores que se irán a la calle pasarán mucho tiempo antes de poder volver a emplearse.

Mucho se ha hablado y escrito sobre los efectos económicos que ocasionará el éxodo de la empresa japonesa, pero hay más situaciones que provocará este hecho. Veamos algunos:

1-    Inseguridad y criminalidad: al quebrarse las bases económicas, la reducción de ingresos fiscales y la presión financiera en las familias derivará en delitos menores, extorsiones o reclutamiento de jóvenes en redes ilícitas. Ante el vacío de oportunidades laborales y ausencia del estado, se profundiza la vulnerabilidad y se generan condiciones para que la delincuencia aumente.

2-    Desintegración del tejido social: la pérdida de la identidad asociada al empleo se traduce en desgastes relacionales, menor participación cívica, sentimiento de abandono y rencor contra las autoridades.

3-    Salud mental: la pérdida de empleo genera estrés crónico, ansiedad y depresión, lo cual incrementa la mortalidad y las enfermedades asociadas, lo cual tiene un gran impacto psicosomático y acumulativo en los hogares y obliga a las familias a gastar más dinero en salud del que tienen.

4-    Migración forzada: el colapso del empleo obligará a las personas a irse del estado en busca del sustento o aceptar empleos precarios o mal remunerados para tratar de subsistir. En este escenario aparece nuevamente la inseguridad: porque algunas personas podrían ser reclutadas por grupos criminales.

5-    Vulnerabilidad informativa: la falta de acciones y decisiones rápidas por parte del gobierno generan vacíos, falta de certeza y rumores; cuando esto aparece la gente buscará culpables, aceptará explicaciones simplistas o teorías conspiratorias, narrativas que profundizan el mal humor social y siempre juegan en contra de la autoridad.

6-    Desconfianza en las instituciones: si se percibe falta de capacidad o de voluntad de las autoridades para mitigar el impacto, aumentará rápidamente la desconfianza en el gobierno y aparecerá una idea de abandono e ineptitud en donde el único culpable será el gobierno. Esto volverá más difícil la tarea de gobernar e incidirá de manera directa en las próximas elecciones.

Si se maneja mal, el cierre de la planta de Nissan en Civac no es solo una pérdida de empleos, es un shock multidimensional que puede agudizar la inseguridad, fracturar la comunidad, desgastar la legitimidad del gobierno, acabar con el liderazgo político de Morena y propiciar un agudo resentimiento social.

Cada uno de los efectos que genera una situación tan grave como la que estamos viviendo tiene vasos comunicantes, está directamente relacionado con la comunidad, afecta el humor social y es sumamente dañino para el gobierno estatal si no actúa con rapidez, empatía y videncia.

Atender a los trabajadores directamente afectados por la salida de la armadora es solo un primer paso ante este problema, porque el gobierno estatal lo único que puede hacer es acompañar a los empleados en el proceso de liquidación, pero no cambiará la decisión que se ha tomado ya, ni está en capacidad de ofrecer una opción laboral inmediata.

Más aún: los más de cuatro mil trabajadores que quedará en la calle al finalizar el año fiscal son solo los primeros afectados por esta situación, a ellos se sumarán todos aquellos que de manera indirecta dependían del funcionamiento de la planta y las empresas que suministraban productos a la armadora. En estos casos también se avecinan tiempos complejos, porque se reducirán los ingresos y en algunos casos vendrán también cancelación de plazas de trabajo.

El cierre de Nissan Civac no es solo un golpe directo a miles de empleos directos e indirectos, es un golpe fatal a la esperanza de toda una sociedad que durante casi seis décadas construyó una muy fuerte identidad con la compañía.

En Morelos la mayoría conocemos a alguien que trabajó o trabaja en Nissan: un amigo, un familiar, un conocido… por ello la noticia de su salida impacta más allá del número de empleos que se pierde, se va también un elemento que nos identifica y que significó unión entre personas y comunidades.

Hoy el humor social en Morelos parece un vaso lleno de agua que se tambalea, todavía no se ha derramado, pero cualquier movimiento brusco puede desbordarlo. ¿Esperará el gobierno a que el agua caiga o estabilizará el vaso antes de que sea tarde?

Gobernar contra el humor social es como nadar a contracorriente: se avanza poco, se gasta más energía y cualquier error se magnifica.

·         posdata

En el Programa de Vivienda para el Bienestar se planeó la construcción de más de mil casas en Morelos, pero la obra fue suspendida hace unos días por falta de pago a los trabajadores. El proyecto se lleva a cabo en Cuautla y forma parte de un plan impulsado por el gobierno federal; el empresario constructor es Armando Núñez Irragorri, un empresario que durante el pasado proceso electoral apoyó la candidatura de Lucía Meza Guzmán.

De acuerdo a lo que establece el programa y lo que el propio gobierno informa a través de su portal, las primeras viviendas estarían listas para febrero del 2026, sin embargo esta suspensión puede retrasar los tiempos de conclusión y entrega, además de que enciende los focos de alarma en el gobierno estatal porque la constructora ya habría recibido el dinero para trabajar.

Las casas que ofrecen tendrán un costo final de 550 mil pesos y una dimensión de 60 metros cuadrados, están enfocadas en personas de bajos recursos y forman parte de los programas insignia del gobierno de Cuarta Transformación para atender a sectores vulnerables.

La empresa que se encuentra en falta es Giramo, cuyo socio principal es Armando Núñez Iragorri, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en su delegación Morelos, quien ya recibió un adelanto de 90 mdp.

Comentan en los pasillos de poder que este proyecto pretendía beneficiar a los socios de la cámara y con ello reactivar la economía local, pero el presidente se quedó con todo el contrato a pesar de que no tiene la capacidad técnica para llevar a cabo un proyecto tan ambicioso como lo es la construcción de 500 casas, por ello subcontrató a empresas que ni siquiera son de Morelos.

Lo que pretendió ser una decisión gubernamental para ayudar a las muchas constructoras locales, dando trabajo a cientos o miles de morelenses, se volvió el negocio de un solo hombre que actúa como intermediario o coyote, que abusó de la confianza que le brindaron los asociados y la voluntad gubernamental para detonar la economía local.

Y lo peor: la obra ya se suspendió porque a los trabajadores no les paga.

·         nota

Dos anécdotas:

Hace algunos años un amigo me platicó el interés de una empresa por traer a Morelos sus instalaciones, se trataba de una compañía trasnacional que generaría de manera inmediata dos mil empleos directos y cuya inversión inicial era de alrededor de quince millones de dólares; lo que requerían era hablar con el gobierno estatal para aterrizar los detalles y obtener facilidades.

El gobernador (Marco Adame) nunca los recibió y buscaron al secretario de economía, quien en tres ocasiones los dejó esperando. “Sentado en la oficina de Sedeco encontramos una revista empresarial y venían los números de la oficina de inversiones en el Estado de México; marcamos y nos dieron cita al día siguiente. Al llegar nos atendió el secretario, nos ofreció un vuelo en helicóptero para conocer la zona industrial del estado y por la tarde comimos con el gobernador; nos dieron facilidades para la instalación, incentivos fiscales y decidimos construir la planta allá. En Morelos nunca nos recibieron.”

Hace varios meses otro amigo me comentó que fue contactado por uno de los principales ejecutivos de Amazon México. La idea era brindarles un espacio a los productores morelenses, colocando dentro de su plataforma un punto de venta destinado a la promoción de productos hechos en el estado; no se pedía nada a cambio, se trataba de apoyar a pequeños y medianos emprendedores en la promoción y venta de sus artículos. Lo único que necesitaban para concretar la idea era dialogar con la gobernadora y el titular de desarrollo económico. “Pero nunca nos dieron cita”.

Y luego nos preguntamos por qué Morelos no crece.

·         post it

La exsecretaria de Hacienda lo grita a los cuatro vientos: quien está detrás de los “ataques” en su contra es Margarita González Saravia.

¿¡Atekai?!

Mirna Zavala Zúñiga no acaba de entender que fue ella, sus acciones, actitudes y falta de capacidad lo que provocaron su expulsión de un proyecto donde pudo crecer mucho.

La gobernadora le abrió las puertas de su gobierno, le confió una de las oficinas más importantes de la administración y le brindó su amistad; ella la traicionó.

Fiel a la personalidad que mostró como secretaria de Hacienda, ahora culpa a los demás de sus errores.

·         redes sociales

La diputada federal Sandra Anaya se suma a la lista de morenistas viajeros; la amiga y aliada de Cuauhtémoc Blanco presumió en redes sociales su rutina de cardio en la Muralla China.

Lo bueno es que en Morena no son iguales.

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