División peligrosa
En opinión de José Román
En estas elecciones, se van a radicalizar las posturas de los partidos políticos y de los personajes que encabezan las causas sociales. Esa división no es nueva, desde que el PRI dejó el poder, el cambio en las formas de escalarlo han cambiado, sin embargo, hoy tenemos un presidente que llegó con el proyecto de dividirnos, de hacer diferencias entre un sector y otro de la sociedad mexicana. Eso ha polarizado y va a polarizar al extremo las posturas de amplios sectores de la sociedad. Esto, ajeno a ser prudente como debiera ser el papel del ejecutivo federal, se convierte en un peligro, porque que ante la falta de madurez de nuestra democracia y a la abundancia de los excesos cometidos por los sexenios anteriores, dará pauta a la división y a que factores externos penetren a los diversos grupos políticos y sociales que integran la sociedad y entre esos factores que ya en el pasado lo han hecho en los procesos electorales, al menos de Michoacán, está la delincuencia organizada que ya patrocina a varios municipios en Morelos y amplias regiones de la nación, caso concreto el sur de Michoacán, colindante con Guerrero. Desde tiempos de Capella, aquí se dijo y se reiteró por parte del arzobispado Morelense que al menos 13 0 14 municipios en Morelos estaban patrocinados por la delincuencia. Tan es así que incluso salió a flote la extorción de que estaba siendo sujeto un Presidente municipal de la zona sur del estado. Si en el pasado se ha hecho, hoy con más razón, al contar la delincuencia con más poder.
Polarizar como lo hace AMLO es un peligro para toda la nación porque nos convierte en enemigos a los que por razón natural no debemos serlo, o sea, el mismo Mexicano se convierte en enemigo de su vecino y paisano por ideologías absurdas, no por necesidades evidentes y eso es peligroso porque puede desencadenar con cualquier pretexto un desenlace trágico que puede encender la mecha del odio de las clases sociales que toda sociedad en el mundo, tiene. La marcada división a que constantemente se refiero AMLO como conservadores hace que se mira a quienes señala con el dedo como enemigos y no lo son. Por otra parte, hay un partido que considera a AMLO el verdadero enemigo de México, y eso tampoco es prudente. La imprudencia de estos actos y sus consecuencias es obvio que es atribuible a AMLO y el posible derramamiento de sangre que pueda surgir, será su responsabilidad por haber omitido cumplir con su papel de propiciar la unidad de los mexicanos. Sus posturas radicales y caprichosas son y seguramente serán productoras de más rencores de parte de una sociedad hacía otra parte de la sociedad. No es sano porque puede desencadenar en actos de los cuales nos vamos a arrepentir todos.
Debe haber suficiente madurez de parte de los ciudadanos o de la mayoría para oponerse con su voto a este tipo de posturas propiciadas desde palacio nacional. Todos los extremos, vengan de la ideología que vengan, son destructivos.
De hecho la simiente de la terminación del desarrollo de la democracia está en la sociedad mexicana. Recordemos que en 2018 se celebraron los comicios más sangrientos de la historia reciente con 152 crímenes que tuvieron que ver con las elecciones. A la fecha en este proceso, algunos ya contabilizan 151 agresiones y es en los municipios donde se da más este fenómeno, según análisis de Integralia. La ambición por el poder y las cuotas de corrupción de la amplia gama de posibilidades que dan los cargos hace que sea posible que se llegue a los extremos para eliminar al enemigo político o bien, someterlo con plata o plomo cuando se trata de la delincuencia organizada. Por eso las divisiones es un factor terriblemente negativo y lo es más cuando proviene de la propia presidencia. En Contraste, Tromp, otro radical tiene como sucesor a un conciliador que es el actual Presidente Joe Biden. Su actuar es totalmente distinto al de Tromp por que une a su sociedad, no la polariza como lo hace AMLO. Primero, no dice mentiras a su pueblo, no insulta el señor Biden a parte de su sociedad porque no haya votado por él, el problema de Covit lo tomó de lleno y está resolviendo el problema con vacunaciones masivas e intensivas. No culpa al pasado, se avoca a resolver el presente que tiene enfrente, ayudó a sus empresarios a que no quiebren con verdaderos flujos de capital que les permite sobrevivir a las pequeñas y medianas empresas; pone el ejemplo al usar cobre bocas y pedir a su pueblo que lo use, cosa totalmente deferente con AMLO; dio cabida a los científicos para resolver el problema del Covit 19, no ejerce venganza, sino la ley en el caso de la política polarizada de EU. Aquí, culpa AMLO los conservadores y en más de 2 años, no ha dado la lista de quienes son esos personajes y cuál es el daño en concreto que han ocasionado a la sociedad, menos aún sabemos con sus nombres quienes son y en la ley, qué delitos han cometido.
Es urgente que sea la sociedad la que concilie en estas elecciones eligiendo por los hombres y su capacidad no por su deseo ideológico de desquite y venganza, menos aún por su belleza o popularidad. Es nuestra oportunidad y debemos meditarla seriamente.