Serpientes y escaleras - Estructura y percepción

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Estructura y percepción

Las candidatas al gobierno de Morelos caminan por senderos distintos para ganar.

 

Estructura y percepción

La agenda del 2024 estará definida por la contienda electoral, todo lo que ocurra en el estado y en el país en los próximos meses formarán parte del discurso de las campañas y las instituciones se alinearán a los intereses políticos de quienes las encabezan. El que transcurre será un año complejo, de definiciones, que marcará el destino de Morelos y del país a partir de la decisión que tomen los electores en las urnas. Aunque la ventaja estadística favorece a Morena, nada está definido aún.

Los primeros días de enero confirman que el eje del discurso de los candidatos será la inseguridad; tanto en el plano federal como en lo estatal los hechos de violencia acaparan la atención y se colocaron en el centro del debate en forma de reclamo a las autoridades por la falta de resultados en el proceso de pacificación y el crecimiento de los grupos delictivos. En el país destacan la violencia que se vive en Tabasco y en el Estado de México, mientras que en Morelos la atención se centró en la ejecución de un regidor de Cuautla.

La gubernatura de Morelos a partir del mes de octubre estará a cargo de una dama: Margarita González Saravia o Lucía Meza Guzmán, ambas provienen del mismo partido, durante años compartieron el mismo discurso y defendieron a la Cuarta Transformación. Hoy son rivales y manejan un discurso distinto para tratar de convencer al electorado.

La precampaña fue un espacio que nos permitió ver la manera como cada una de las aspirantes enfrentará el proceso constitucional: la candidata de Morena apuesta por la estructura, la simpatía obradorista y la suma de liderazgos regionales, mientras que la representante de la oposición centra su estrategia en el aire, es decir, en un manejo de la percepción mediática que le permita capitalizar el enfado social hacia los gobiernos de Morena.

Lucía Meza Guzmán es una política experimentada que ha ido a muchas campañas, entiende la importancia del discurso y del manejo de medios; la senadora no quería ser candidata del FAM, pero no tuvo otra opción luego de que arbitrariamente la descalificaron de la contienda interna de su partido. Ahora desde esa trinchera la cuautlense tiene claro cómo debe hablar: es dura con el gobernador Cuauhtémoc Blanco, lo culpa de la inseguridad y de su salida de Morena, pero del presidente Andrés Manuel López Obrador no dice nada porque entiende que tiene muchos simpatizantes y confía que podrá hacerlos votar por ella.

Margarita González Saravia tiene una larga trayectoria en la administración pública, pero menos experiencia en campañas; la morenista ha puesto en manos de Javier García la conducción de su campaña, el diseño de su estrategia y por supuesto el manejo de la estructura. Javier tiene experiencia en el tema, conoce los caminos para ganar elecciones y también conoce a la candidata del FAM; del lado de la 4T el discurso se centra en los logros del presidente López Obrador, en los beneficios de su gobierno y en la importancia de darle continuidad al proceso de transformación; en ese equipo evaden los temas locales, aunque en algunas ocasiones la candidata ha criticado el trabajo del gobierno estatal.

A la par hay otros actores, instituciones y circunstancias involucradas en el proceso, empezando por los gobiernos municipales y el estatal; independientemente de filias o fobias, para los gobernantes de Morena su mejor escenario es el triunfo de su partido, porque del lado opositor existe una clara intención de perseguirlos. Veámoslo así: el gobernador Cuauhtémoc Blanco puede no ser cercano a la candidata de la 4T, pero la del FAM quiere meterlo a la cárcel. Es obvio por quién debe apostar.

En la oposición hay grupos de poder involucrados en el proceso, como el exgobernador Graco Ramírez; el tabasqueño es participante activo del FAM a nivel nacional y estatalmente mantiene vínculos muy fuertes con varios personajes, empezando por la candidata a la gubernatura. Graco Ramírez es un personaje repudiado socialmente, que avergüenza hasta a sus aliados, pero con mucho dinero y relaciones de poder que lo ayudan a promover la imagen de la oposición morelense y a atacar de manera permanente al gobierno de Cuauhtémoc Blanco. Los despachos que acompañan a Lucía Meza en campaña son los mismos que trabajaron con Graco Ramírez durante su gobierno.

La fuerza de Morena radica en la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador y en la simpatía que genera su figura; contrario a lo ocurrido en los últimos gobiernos federales, cuyos titulares cerraron sus respectivos sexenios con una aprobación menor al 30 por ciento (22 en el caso del presidente Peña Nieto), en el caso de la administración actual AMLO mantiene una simpatía que promedia el 60 por ciento y eso sin duda ayuda a su partido y a los candidatos de la 4T.

Caso contrario sucede con el PRI, que tanto a nivel nacional como local es desde hace más de una década el partido peor calificado y por el que nunca votaría la gente; en lo que respecta a Morelos el Revolucionario Institucional es un organismo mal visto, a punto de perder el registro y sin figuras que lo apuntalen en los municipios. El PAN tiene una mejor calificación, pero muy (muy) lejos de Morena, con la peculiaridad de que solo gobiernan, y no muy bien, en Cuernavaca, Zapata y Yecapixtla.

La candidata del FAM ha hecho un buen trabajo de proyección a partir de un atinado manejo de medios; a partir de ello ha creado la ilusión de que está en la pelea, de que su simpatía va en aumento y se ha convertido en una seria contendiente por la gubernatura, a pesar de lo que dicen todas las encuestas. En este nuevo año el trabajo de comunicación de Lucía Meza se ha reforzado con la intención de generar una percepción favorable que se traduzca en votos.

Del lado de Morena la suma de liderazgos va a la par de las estructuras municipales: Margarita González Saravia ha dedicado mucho tiempo a la conciliación interna y a partir de ahí tiene de su lado a figuras que mueven muchos votos en sus regiones, como Rafael Reyes en Jiutepec, Juan Ángel Flores en Jojutla, Agustín Alonso en Yautepec y Rodrigo Arredondo en Cuautla. Esto sin descontar que Morena gobierna la mayoría de los 36 municipios que conforman el estado de Morelos. La prueba de fuego para la unidad interna morenista vendrá en unos días, cuando se definan las candidaturas municipales.

La contienda por la gubernatura de Morelos es muy intensa e irá subiendo de tono conforme se acerque el momento de ir a las urnas: Lucía Meza apuesta por la percepción porque ninguno de los partidos que conforma el Frente Amplio le aportan nada: el PRI tiene una tenue presencia en Xochitepec, el PAN en Yecapixtla y el PRD no suma nada; la estructura de la senadora es mucho mayor a la que tienen todos los partidos del FAM, pero se sostiene a base de dinero. Margarita González suma aliados, mezcla estructuras y apuesta por el impulso obradorista, pero necesita un mejor manejo de medios y cuidar que la unidad no se le vaya de las manos.

El punto fuerte de Lucía Meza es la comunicación; el de Margarita González es la estructura.

Para ganar se necesitan ambas cosas. 

·         posdata

El gobierno de Cuauhtémoc Blanco vive sus últimos meses, los que vienen serán tiempos distintos, en los que el jefe del ejecutivo tendrá un perfil bajo porque la atención estará puesta en las candidatas. Lo que deberá hacer su equipo en este tiempo es preparar el cierre de sexenio y conducir la administración por una vía de diálogo, conciliación y sanación de heridas, para evitar un séptimo año de persecución.

En este plano hay dos figuras claves para que las cosas salgan bien: Mónica Boggio y Samuel Sotelo, la primera una dama inteligente, preparada y con claridad de ideas, el segundo un hombre conciliador.

La tranquilidad futura del exseleccionado nacional depende de lo que su equipo haga en los próximos meses, contrario a lo que fue el arranque, al final deben privilegiar el diálogo, la percepción, el reencuentro, la reconciliación y la suma de voluntades. No importan con cuantos se haya peleado el gobierno a lo largo de cinco años, lo trascendental será con cuántos puede reconciliarse.

Mónica Boggio es un personaje clave para ello, la dama ha demostrado más cualidades que muchos funcionarios del gabinete y mayor lealtad que aquellos que en algún momento presumían su cercanía con el gobernador. La capacidad profesional de la jefa de la gubernatura en términos legales y contables es amplia, pero lo es más su intuición política.

Si le dan oportunidad de actuar, la joven secretaria puede ser el elemento que ayude a Cuauhtémoc Blanco a terminar bien su mandato y servir de enlace para una transición ordenada y de buena voluntad.

·         nota

Lo ocurrido al regidor de Cuautla es una desgracia, como todas las que han ocurrido en el estado y en el país a lo largo de los últimos años. La ejecución del concejal es un hecho que confirma la gravedad del problema que vivimos en Morelos, ratifica que la estrategia federal de “abrazos y no balazos” es un fracaso y expone la impunidad como operan los grupos delictivos.

Sin embargo, hay que considerar algunas cosas al respecto: el regidor panista había recibido amenazas, fue acusado en narcomantas y quienes lo privaron de la vida llegaron al lugar en donde se encontraba para atacarlo; su muerte no fue un hecho de inseguridad cualquiera, se trató de un acto premeditado, de una acción directa.

Lo ocurrido no puede quedar en la impunidad, las autoridades están obligadas a investigar y a detener a los responsables, igual que a todos aquellos que en los últimos años han robado la tranquilidad a los morelenses. Un ejemplo más de que las cosas no están bien: la balacera en la colonia Satélite de Cuernavaca, donde sujetos armados hirieron a un niño de siete años.

Lo dicho: la agenda electoral acaparará todos los temas, de ahí que la oposición se montó inmediatamente en este lamentable hecho de violencia y lo convirtió en un espectáculo mediático con los candidatos como figuras centrales.

Lamentablemente como sucedió con el asesinato de la diputada Gabriela Marín, el tema dudará solo unos días en los discursos y luego se olvidará; muchos de los políticos que alzan la voz contra la inseguridad podrían hacer algo más desde sus trincheras y con sus facultades, pero es más sencillo dar una declaración que entrarle de lleno al problema.

Por cierto: la ejecución del regidor es un delito federal y la responsabilidad de la investigación corresponde a la fiscalía, para que corrijan los discursos.

·         post it

En el Frente Amplio ya estamos completos, me dice el dirigente de uno de los partidos que lo conforman: ya tenemos candidata a gobernadora y cubiertas todas las posiciones en los municipios y en los congresos local y federal. “Recuerda que nuestra alianza es total”.

“Algunos personajes de aquel lado que sienten que ya se quedaron fuera andan desesperados buscándonos, ofreciendo estructura, presumiendo liderazgo y compartiendo información del gobernador para que los tomemos en cuenta y les demos un espacio. Pero se les fue el tiempo: ya estamos completos y además sabemos quiénes realmente tiene capital político para ir a campaña”

¿A quién te refieres?

A Sandra Anaya, por ejemplo.

·         redes sociales

¿Es mi imaginación o el 2024 empezó con mucha sangre derramada en México?

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