DÍA DE LA MUJER, DÍA DE NOSOTROS
En opinión de Tania Jasso
Tania Jasso
Pronto se conmemorará el día internacional de la mujer, instituido el 8 de marzo por la ONU en 1975, es cuando los medios y las organizaciones civiles comparten cifras espeluznantes sobre desigualdades entre sexos y principalmente sobre la violencia en contra de las mujeres. Antes y después de este día, monstruos (no sé de qué otra manera llamarlos) siguen cometiendo, alrededor del mundo, atrocidades contra nosotras. Niñas y mujeres violentadas, secuestradas, violadas, asesinadas incluso por personas cercanas a ellas, y sin ir más lejos, en Morelos cientos de víctimas de feminicidio a partir de la emisión de violencia de género en este estado en agosto de 2015. Y yo me pregunto ¿Estos tipos tendrán hijas, esposas, madres? Porque no logro entender su maldad. Pero aun entiendo menos que se siga martirizando de ese modo a las mujeres y que el mundo no haga absolutamente nada contra ello.
Nuestro dolor nunca ha sido prioritario para los poderosos, quizá porque no lo consideran propio. Es verdad que el mundo, el país, incluso el estado, viven en un desgarrador tiempo violento, pero es innegable y de acuerdo a las cifras, que las mujeres seguimos siendo las más vulnerables ante estos hechos y la ajenidad con que muchos hombres nos miran, la gran distancia que guardan con nosotras es una patología tan tenaz que me deja sin aliento, sin palabras, a veces también sin esperanza. En este día, salvo unos pocos, los varones creen que es un asunto “solo de chicas”. Nos apoyan para “ayudarnos” y escuchan hablar de los abusos presentes y pasados del sexismo, desde aquellos tiempos en los que las mujeres no podíamos estudiar o votar, por ejemplo, y se limitan a observar con simpatía los logros que a lo largo de la historia hemos tenido, pero todo esto como si fuera un problema femenino y no uno que también les concierne ¿o es que no son hombres los violadores y feminicidas? ¿los hombres no formaron parte de esa sociedad que nos prohibió estudiar o votar? No estamos contando sólo nuestro pasado, estamos contando el pasado y presente de todos. No denunciamos nuestro infierno, sino el infierno de todos, no exigimos justicia para nosotras, exigimos justicia para todos, porque la equidad que buscamos no solo se refiere a evitar las labores del hogar o a ganar más dinero del que ahora ganamos, nuestra lucha entonces y ahora es por la equidad y la justicia para todas y todos. Porque pienso, no debería ser solo el día de la mujer, porque los hombres no son ajenos a nuestra realidad, porque también hablamos de ellos, para mí, debería ser el día de nosotros.
