¿Y cómo qué nos quiso decir?

En opinión de José Román

¿Y cómo qué nos quiso decir?

Hace unos días el presidente declaró en una de sus mañaneras que en las zonas donde domina un solo grupo delincuencial, hay menos asesinatos violentos, es decir, hay una calma relativa.

No sé a más de tres años de gobernar si entienda bien cuál es el papel del gobernante y desde luego sus responsabilidades y obligaciones, porque este tipo de declaraciones solamente nos alertan para vislumbrar que el presidente entiende que su papel es más bien ver que haya un solo dominio del crimen organizado en determinadas zonas conflictivas. En otras palabras, da por hecho que es el crimen organizado y no el gobierno el que puede o debe ocupar esas zonas del país donde se den las condiciones que menciona. Deja por lo tanto fuera el control un territorio y da por hecho o es lo que entiendo que nos quiso decir, que es mejor que las zonas sean controladas por la delincuencia y de preferencia por un solo grupo.

El presidente tiene una obligación que jurídicamente debería de fincársele porque juró respetar y hacer respetar las leyes y la constitución, y son precisamente esas disposiciones obligatorias las que determinan que el orden sea impuesto a través del derecho que nos damos por medio de las leyes que emiten quienes nos representan en ambas cámaras.

Imagínese lo que en estos momentos pensarán los delincuentes organizados y no organizados con este aval del gobierno y del presidente: Entrarán en una lucha que como hemos mirado se hace cada día más feroz, más cruel, más sin razón y en donde los resultados son más abundancia de criminalidad que en gobiernos anteriores y esto es gracias la política que AMLO a seguido. Porque ha transitado desde abrazos y no balazos, hasta convertirse en franco defensor de los delincuentes bajo el argumento que son seres humanos y que tienen derechos. No entiende que es el derecho a través de los jueces y los penales donde se juzga y castiga y no desde los labios de AMLO que da carta abierta para que la criminalidad siga siendo fomentada porque eso nos da la impresión de la posibilidad de que efectivamente AMLO tenga posiblemente tratos tácitos supongo, con la delincuencia organizada. Y no tan solo es mi sospecha, sino también la de Porfirio Muñoz Ledo que acaba de solicitarle públicamente corrija esa anomalía y donde lo acusa sino directamente, sí de dar ese tipo de apoyo, si ese otrora el aliado más valioso e importante del movimiento de MORENA menciona y señala esa posibilidad, pues analizando sus actos y declaraciones lo menos que podemos concluir es que al menos hay la duda. No podemos olvidar que la investigadora y periodista Anabel Hernández ha mencionado y afirmado en días recientes que AMLO sí tiene pacto con el crimen organizado, específicamente con el Cártel de Sinaloa, donde incluso menciona que representantes de MORENA negociaron con los hijos del Chapo para lograr apoyos en las pasadas elecciones a gobernador en el año 2021 de ese estado, afirmaciones a las que se suma el Norteño ex presidente del PRI francisco Labastida Ochoa ex gobernador de Sinaloa.

Y claro, tampoco pasa desapercibido que soltó ya detenido a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo y la visita por cierto muy cordial y comedida que le hizo AMLO cuando la saludó a la mamá del Chapo en una de esas giras.

Anabel Hernández va más lejos, refiere de varias reuniones que la 4T realizó en la casa de la mamá del Chapo doña Consuelo Loera allá en La Tuna, Badiraguato. Obvio, al momento son versione que dan cierto sustento al revisar los actos del presidente con ese grupo. Porfirio Muñoz Ledo le avisa en una entrevista reciente a AMLO, que debe entender que su contubernio o alianza con el narco, no es heredable porque una vez que se vaya del poder, las organizaciones criminales entrarán en negociaciones con quienes hereden el poder y ya no con él. Obviamente eso convierte de hecho en un nuevo poder al crimen organizado y como se ha dicho, emerge en la sociedad mexicana “un nuevo rey de la selva, que es el narco” Si a esto le sumamos lo que en EU ya es conocido de que en México mas del 30% del territorio es controlado por el crimen organizado, nos da pauta para más o menos coincidir de que lo que nos quiso decir en su declaración de haber menos asesinatos donde controla un solo grupo del crimen, pues que sí, que los deja actuar y entonces la política a seguir seguirá siendo proteger a los delincuentes. Y es tal el poder de los delincuentes que los vendedores de pollo en Chilpancingo a punto de asesinatos los extorsionan es tanto el exceso que se alzaron los comerciantes exigiendo al gobierno garantías sin que a la fecha se le dan a cabalidad porque sigue a medias la venta de ese artículo de primera necesidad, lo que quiere decir, que existe la posibilidad de acuerdos con el gobierno. Total, en México la ley comienza a ser para los políticos, solo un estorbo o como se dice, la ley es y sirve solo para violarla.