Serpientes y escaleras - Gobernar es cosa seria

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Gobernar es cosa seria

 

El gobierno de Cuernavaca tiene muchos frentes abiertos.

 

Gobernar es cosa seria

En medio de una profunda crisis sanitaria, económica, legal y política, el alcalde de Cuernavaca apuesta por un aparente cobijo social para tratar de mantener a flote su gobierno. Las crisis derivadas de la pandemia, la caída en la recaudación y las denuncias en la fiscalía anticorrupción tienen al presidente contra las cuerdas, con un alto riesgo de sufrir consecuencias personales. Los problemas que enfrena el ayuntamiento son muy serios y así deben ser atendidos por Antonio Villalobos.

Uno a uno los problemas se han ido acumulando en la agenda municipal sin que hasta el momento se vea un camino para resolverlos; frente a las crisis no se ve una estrategia para salir adelante y los tiempos legales siguen avanzando. Caminar por las calles y dejarse querer por los ciudadanos no es suficiente para remontar el difícil momento.

Detrás de algunos asuntos que agobian al ayuntamiento capitalino existen intereses políticos y electorales y un claro deseo de dejar fuera de la contienda electoral del 2021 a quien hasta el momento es el aspirante mejor posicionado de Morena en la capital; pero el origen de cada conflicto es cosa aparte y tiene que ver con acciones y descuidos de la administración municipal.

La inseguridad y la insuficiencia financiera son temas muy delicados, afectan el ánimo colectivo de la población y también la operación diaria del municipio; lo primero es un tema añejo, agravado con el paso del tiempo y ajeno al edil porque en Morelos aplica el Mando Coordinado de Policía. Lo segundo empezó desde hace varios años, se agudizó en los últimos meses y amenaza con hacer naufragar al gobierno en funciones.

La pandemia generada por el virus SARS-CoV-2 provocó una alerta sanitaria mundial y el cierre de todas las economías del mundo; esto trajo como efecto inmediato un deterioro acelerado de las finanzas públicas y privadas, de los gobiernos, de las empresas y en los bolsillos de la gente. La cuarentena y el cierre de negocios causó, además, una enorme incertidumbre entre la población, suspensión de pagos y crisis económica por todos lados.

El resultado es obvio: las finanzas públicas están quebradas y eso obliga a los gobiernos a tomar decisiones dolorosas, pero indispensables para subsistir. En Cuernavaca igual que en otros municipios se avecina un despido masivo de trabajadores para tratar de estabilizar la situación económica gubernamental, pero eso provocará un daño enorme a cientos de familias que se quedarán sin sustento.

Cada una de las decisiones que toma una autoridad tiene consecuencias; en la capital lo que hace y dispone Antonio Villalobos es parte de un complejo guión en el que participan muchos actores y cuyo final se está apenas escribiendo. El presidente municipal de Cuernavaca no puede dejar de observar que cada acción que lleva a cabo tiene implicaciones sociales, políticas, económicas y legales, que todo lo que ocurre en el ayuntamiento es su responsabilidad y por ello es preponderante tener una supervisión constante en todas las áreas, sobre todo las que tienen que ver con el manejo y fiscalización de los recursos, los procesos jurídicos, las compras, los servicios públicos y las decisiones sanitarias.

El proceso que lleva a cabo en su contra la Fiscalía Anticorrupción no es un asunto menor, aunque así lo quieran ver algunos asesores del alcalde; Juan Salazar está acelerando los procesos de manera inusitada, lleva acciones con más celeridad que en otros casos y ha cometido errores de proceso que pueden favorecer al imputado, pero nadie en el ayuntamiento lo está observando; detrás de cada uno de los movimientos del fiscal es notorio un interés personal y político por perjudicar a Villalobos, pero eso no quita que el proceso sea real, tenga sustento y pueda culminar con la detención del jefe de gobierno capitalino.

En este caso en particular es llamativo que el munícipe parece no darse cuenta de la grave situación que enfrenta, de que las implicaciones del proceso no son solo políticas y de que lo peor que le puede ocurrir no es únicamente que lo dejen fuera de la competencia electoral. La historia tiene mucho que contar, empezando por la declaración patrimonial que presentó Antonio Villalobos al iniciar su gobierno y las pruebas que están aportando quien hasta hace unos meses eran sus colaboradores cercanos.

La denuncia ante la fiscalía anticorrupción, dicen dentro del propio ayuntamiento, es “fuego amigo”, la iniciaron aliados del presidente municipal, quienes lo conocen en lo personal, con quien muchas veces compartió la mesa y a los entregó su confianza. También es conveniente notar lo que ocurre con el proceso: el fiscal pudo llevar a cabo el cateo en la sede municipal porque “alguien” cercano al equipo de Villalobos “omitió” responder una solicitud de rutina y ello dio pie al aparatoso operativo que implementó Juan Salazar para exhibir al alcalde.

En la querella contra Antonio Villalobos Adán hay varios aspectos que observar: 1- La embestida institucional de una dependencia que actúa a partir del interés personal de su titular, 2- Los intereses políticos que rodean un proceso electoral muy importante para muchos actores de poder en el estado, 3- La traición de gente a la que Villalobos benefició y ahora filtran información en su contra, 4- El desconocimiento y descuido legal de parte de colaboradores y asesores del presidente municipal que da pie a nuevos y cada vez más fuertes procedimientos en su contra, y 5- La falta de seriedad con la que el edil atiende esta situación.

Actualmente todos los presidentes municipales de Morelos enfrentan una muy compleja situación institucional como consecuencia del covid; por todos lados se observa la desesperación de los ediles por la falta de recursos económicos y apoyo de los otros niveles de gobierno, por la caída drástica en la recaudación y la acumulación de pasivos, pero ninguno tiene, además, una denuncia personal como la que hay contra Villalobos.

El edil debe estar muy consciente de lo que está enfrentando para poder tomar decisiones, debe darse un momento para entender las implicaciones de cada una de las crisis que ahogan a su gobierno y tener claridad de los tiempos legales de cada una de las acciones que existen en su contra.

Salir a las calles y reunirse con la gente, armar una agenda ciudadana y pronunciar un discurso mediático no servirá de nada si no tiende puentes de diálogo y acuerdo político para sacar al ayuntamiento de la crisis financiera y a él del embrollo político en el que se encuentran.

Aunque existan otros interesados en que los asuntos contra Villalobos crezcan, la crisis económica municipal y la demanda ante la Fiscalía Anticorrupción son temas cuyo origen está en el gobierno de Cuernavaca; la falta de aliados políticos y canales de comunicación con el congreso y el gobierno estatal agravan la situación en el ayuntamiento, igual que el desdén como el municipio atiende los problemas. La única ayuda y guía política que tiene el presidente municipal de Cuernavaca proviene de Miguel Lucia y Erick Yair Salgado, son ellos sus operadores y consultores y hasta ahora sus consejos y ayuda no le han servido de mucho.

Todos en el gobierno municipal deberían estar preocupados de lo que puede derivar de los frentes abiertos en contra del ayuntamiento, de las implicaciones sociales, económicas y jurídicas de los procesos y de lo que sucedería si, como hasta ahora, se toman las cosas a la ligera.

La prioridad y el análisis ahora ya no son si Antonio Villalobos puede o no volver a competir por la presidencia municipal de Cuernavaca o si los ataques en su contra le pueden costar a Morena la elección del 2021 en la capital; lo que el edil debe tener en la mente es que estos asuntos lo pueden privar de su libertad.

Gobernar es cosa seria.

  • posdata

Solo se descartó, pero las circunstancias lo obligan a mantenerse en el cargo por bien del congreso y para mantener una buena relación y coordinación entre poderes. Alfonso Sotelo debe continuar al frente de la Mesa Directiva de la cámara de diputados porque de todos los demás integrantes de la 54 legislatura es el que más capacidad tiene para ocupar dicha posición.

La personalidad del legislador jojutlense ha sido un elemento clave en la estabilidad parlamentaria; en medio de los problemas, el diputado Ponchito ha sabido ser prudente y conciliador, cosa difícil de encontrar en cualquier cuerpo parlamentario y única en este congreso.

La decisión es de los diputados; lo cierto es que presidir ese espacio no es sencillo, ni lo puede hacer cualquiera.

  • nota

Como si el horno estuviera para bollos y los problemas actuales no fueran suficientes, el alcalde de Cuernavaca anunció junto con el obispo Ramón Castro que la Feria de Tlaltenango se llevaría a cabo a pesar de la pandemia y de que en Morelos los contagios de coronavirus se multiplican día a día.

La declaración cayó mal en todos lados, de inmediato varios líderes sociales y empresariales se pronunciaron en contra, al tiempo que el secretario de salud estatal dijo que la medida además de “temeraria” implicaría un enorme riesgo para la población, porque las proyecciones indican que en la fecha de dicha celebración la capital seguirá con un alto nivel de contagios.

Horas más tarde de la polémica declaración, el ayuntamiento emitió un comunicado en donde aclaraba que Antonio Villalobos no dijo lo que dijo: “Que quede claro: sÍ habrá organización de festividades religiosas en honor a la Virgen de los Milagros, pero no feria con un sentido comercial como en años anteriores, pues las condiciones actuales de la pandemia obligan a estas adecuaciones a una de las más importantes tradiciones no solo de Cuernavaca o de Morelos, sino del calendario nacional”

Ayer la diócesis de Cuernavaca se subió al tema y refirió que “aún no quedaba definida la celebración o cancelación de la feria”, es decir, que se mantenía abierta la posibilidad de que dicha actividad se llevara a cabo en medio de la pandemia. Según algunos ayundantes municipales de la capital, desde hace un par de semanas existe aval del ayuntamiento para que se realice la festividad.

Sea como feria comercial o como celebración religiosa, los planes para la feria de Tlaltenango no cambian mucho: se restringirá la venta de espacios a comerciantes foráneos y solo habrá venta de comida para llevar. Con todo y eso será en el mismo lugar, en el mismo espacio y con la misma gente, es decir, se prevé que miles de personas acudan todos los días a ese lugar. ¿Cómo impedir así los contagios?

En medio de la pandemia y con un escenario de contagio comunitario, no es prudente que se realice ningún tipo de acto masivo, no importa que tan tradicional o histórico sea. Morelos no ha superado la crisis, los números de enfermos y muertos siguen subiendo y en varios municipios, empezando por Cuernavaca, existe el riesgo latente de regresar al confinamiento.

Antes de que el tema se polarice más y sea utilizado para atacarlo, Antonio Villalobos debe dejar muy claro que la feria de Tlaltenango no se llevará a cabo de ninguna forma, por seguridad de todos.Eso hablaría muy bien del presidente municipal.

Si le hace falta un pretexto para decretar la cancelación de las festividades, que recuerde lo que dice la suspensión de la SCJN. Ahí está la clave.

  • post it

Para entender las implicaciones de la pandemia en México y el mundo, repasemos algunos de los espectáculos y ferias que se han cancelado a causa del Covid:

En México:

  1. Feria Internacional del Caballo en Texcoco. (Pospuesta hasta nuevo aviso)
  2. Feria de San Marcos, en Aguascalientes.
  3. Festival Medieval de Guanajuato.
  4. Fiestas de Primavera Salamanca. (Se celebra durante la Semana Santa)
  5. La Fiesta del Mar en Campeche. (Se celebra durante el periodo vacacional de Semana Santa)
  6. La Feria de San Isidro en Metepec, Estado de México. (Se realiza la segunda quincena de Mayo)
  7. El festival Pa´l Norte en Nuevo León, el cual se esperaba la asistencia de más de 200 mil personas.
  8. La Feria de Nayarit 2020.
  9. La Feria Regional 2020 en Tabasco.
  10. La Cumbre Tajín 2020 en Veracruz.
  11. La Feria de Puebla 2020. (Se lleva a cabo del 10 de Abril al 11 de Mayo)
  12. Feria de la Primavera de Rosario Sinaloa. (Se celebra del 30 de Abril al 10 de Mayo)
  13. Feria Villa de Allende.
  14. Feria de Primavera Monte Escobedo.
  15. Las Ferias de Reforma, Sunuapa y San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas.
  16. La Guelaguetza en Oaxaca

 Y en el mundo:

  1. La feria de comunicaciones más grande del orbe, la “World Mobile Congress” en Barcelona.
  2. La Feria Internacional de Turismo (ITB) en Berlin.
  3. El Salón de Automóvil en Ginebra.
  4. La Feria de Vino, de Artesanos en Bolonia, Paris y Leipzing.
  5. La feria internacional de artesanía de Vagadugú (SIAO) de Burkina en África.

Con todo esto ¿Alguien cree que no se puede o debe cancelar la Feria de Tlaltenango en Cuernavaca por que es tradicional?

  • redes sociales

Todos pueden competir en el próximo proceso electoral, pero no cualquiera puede ganar.

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