Serpientes y escaleras - El G11
En opinión de Eolo Pacheco
Los poderes Ejecutivo y Legislativo se reencontraron después de casi 6 meses. ¿Qué sigue?
El G11
Cinco meses y trece días después de que estallara el conflicto interparlamentario y se rompiera la relación entre poderes, el gobernador Cuauhtémoc Blanco y los integrantes del bloque mayoritario de la cámara de diputados se reunieron. El encuentro fue público, en la sede del ejecutivo y frente a la prensa, la razón formal fue el diálogo para la aprobación de diversas iniciativas, pero de fondo lo que hubo fue un reencuentro entre actores de la vida política. Lo que sigue aún no es claro.
Para llegar a esta reunión hubo antes muchas horas de cabildeo político entre los operadores del gobierno estatal y las cabezas del G11; la pauta del lado gubernamental la llevó la jefa de la oficina de la gubernatura Mónica Boggio y junto a ella, haciendo trabajo político, estuvieron los titulares de la secretaría de movilidad y transporte Víctor Mercado y el secretario de gobierno Samuel Sotelo. La contraparte legislativa la encabezaron los diputados Francisco Sánchez y Agustín Alonso.
Este primer encuentro post crisis no fue profundo, pero abre la posibilidad de que los poderes transiten de forma civilizada y retomen el diálogo perdido; los temas que se pusieron en la mesa frente a las cámaras fueron las iniciativas de ley que el poder ejecutivo ha enviado a la cámara y que por la parálisis parlamentaria se encuentran en suspenso; también se habló de los nombramientos pendientes y temas formales en los que coinciden ambas instituciones.
Detrás de esta reunión está el diálogo que tuvieron los funcionarios estatales y los diputados, en donde seguramente se habló del desgaste mutuo, de los problemas que derivan de esta situación y lo complicado que ha sido y será para las dos partes continuar por el mismo camino. Los diputados aceptaron reunirse con el gobernador porque se han dado cuenta que su apuesta inicial del todo o nada fue equivocada y les ha costado mucho en términos de percepción frente a la sociedad.
Un dato llamativo es que en esta primera cita oficial solo estuvieron los integrantes del G11, es decir, no se convocó al bloque obradorista ni se tocó públicamente el hecho que a las legisladoras de la 4T les retiraron sus comisiones. Obvio: la idea es avanzar poco a poco y a partir de prioridades, lo primero era retomar el diálogo con esa parte del congreso y dependiendo de cómo se desenvuelva la relación se pueden ir tocando temas más espinosos; a final de cuentas el agandalle de aquel 12 de diciembre es un asunto interparlamentario.
Hagamos un poco de memoria: el desencuentro de fin de año en la cámara de diputados marcó un antes y un después en la vida parlamentaria de la 55 legislatura y dejó una huella imborrable en la imagen de todos y cada uno de los integrantes de la cámara de diputados; hasta antes de esa fecha parecía que luego de muchos periodos desastrosos, tendríamos un congreso digno, eficiente y honesto, pero dado lo ocurrido queda claro que son lo mismo de siempre, pero con ambiciones mucho más marcadas.
Lo que rompió el trato legislativo fue la discusión del paquete económico 2022, porque a pesar de que el ejecutivo proponía aumentos significativos a los municipios, para el poder judicial, para las áreas de seguridad, salud y educación y un apoyo importante para la universidad, los representantes populares apostaron por el control total del organismo fiscalizador y la eliminación de la cláusula de transferencias del ejecutivo.
La falta de capacidad política y la cerrazón al diálogo hizo que tres meses de diálogo y trabajo conjunto entre poderes se fuera a la basura: los diputados exigieron aumentos desmedidos que superaban la capacidad financiera del estado y apostaron por arrinconar al ejecutivo impidiéndole la operación, pero fallaron y al final los más perjudicados fueron ellos y a todas las instituciones que ya contaban con mayores recursos para el 2022 y actualmente tienen que operar con el presupuesto del 2021.
Lo que ha sucedido después es terrible en todos los sentidos: la cámara de diputados pasó de la esperanza a la decepción y el pleito de sus integrantes ha colocado a esta legislatura como una de las peores de la historia. Los desencuentros internos y la parálisis parlamentaria tienen en vilo a muchas personas e instituciones que dependen del trabajo de los diputados y afecta severamente la operación de múltiples dependencias, incluyendo a los 36 municipios que componen el estado de Morelos.
A casi seis meses de que estallara la crisis en el congreso local resulta paradójico que sea el ejecutivo quien recomponga las cosas; en diciembre del año pasado el G11 apostó por arrinconar al gobernador, pero se equivocaron y fueron ellos los que tuvieron que pagar el costo de sus acciones.
Este reencuentro entre poderes es importante porque podría dar pie a la recomposición interna en la cámara de diputados, pero sobre todo porque abonaría a que los poderes del estado vuelvan a dialogar.
A los integrantes de ambos poderes les queda poco más de un año efectivo de trabajo antes de que comience el proceso electoral y cambie la dinámica; cualquier cosa que quieran hacer en sus respectivos espacios debe hacerse en este tiempo, porque después cualquier acción será complicada y las decisiones que se tomen estarán totalmente amarradas a la sucesión.
Lo que no hagan en los próximos doce meses, difícilmente lo harán después.
- posdata
Apunte aparte merece el análisis de cómo se operó el encuentro entre poderes; lo primero que vale la pena resaltar es el cambio de estrategia con la llegada de Mónica Boggio y la valiosa intervención que en estos temas está teniendo Víctor Mercado. Por supuesto en este asunto interviene el secretario Samuel Sotelo, pero lo que ha cerrado la pinza es la habilidad política y la sensibilidad de los dos primeros.
Construir estos puentes de comunicación siempre estuvo al alcance de la secretaría de gobierno, pero a Pablo Ojeda nunca le interesó dialogar con actores políticos y, de hecho, eran notorias sus ausencias en la entidad después de que contrajo nupcias. Peor: los personajes que tenía alrededor, como Hugo Eric Flores, quien operaba a través de Marco Martínez, caminaban en un sentido distinto al del gobernador y estaban convencidos que la mejor manera de mantener a raya a Cuauhtémoc Blanco era fabricando conflictos y evitando que dialogara con la gente.
La forma como la exsecretaria de hacienda operó el paquete económico 2022 fue un ejemplo de sensibilidad y habilidad política; la dama entabló comunicación inmediata con los diputados, alcanzó acuerdos con las figuras más duras de la cámara y supo llevar la relación en un plano de institucionalidad, a pesar de las evidentes pugnas políticas personales que algunos actores del congreso tenían con el jefe del ejecutivo.
Fueron los propios representantes populares los que hicieron notar la habilidad de la joven en este tema y de manera reiterada destacaron sus buenos oficios, pero cuando parecía que todo estaba listo, apareció la mano del secretario de gobierno a través de algunos personajes del congreso y tres meses de trabajo se vinieron abajo.
Lo que quedó demostrado fue que Mónica Boggio es, además de una funcionaria profesional, una buena operadora política; seguramente por ello al momento de que se llevaron a cabo los ajustes en el gabinete el gobernador apostó por su figura para que ocupara una oficina clave para el manejo político y para conducir la percepción de su gobierno.
La salida de Pablo Ojeda y José Manuel Sanz ayuda al gobernador no solo porque acabó con el fuego amigo y los grupos internos, sino porque abrió la puerta para que otros secretarios pusieran sus habilidades en aras de la gobernabilidad. Es ahí donde comienza a destacar la figura de Víctor Mercado y donde comienza a verse una agenda distinta en el gobernador, con más exposición pública, visitas permanentes a los municipios y diálogo constante con la gente y con los sectores.
La reunión del miércoles es importante porque abre la posibilidad de un reencuentro entre poderes, pero sobre todo porque muestra que la administración comienza a operar políticamente más allá de los intereses de algunos personajes, como ocurría en el pasado reciente.
Suceda lo que suceda después de la plática entre Cuauhtémoc Blanco y el G11 lo importante es que la línea gubernamental ha cambiado: por más de tres años el régimen se mantuvo aislado de la clase política local, distante de los poderes y ajeno a la convivencia social; aunque el discurso oficial hablaba de un compromiso con el pueblo, esto era demagogia: si el trabajo no logra objetivos tangibles para los ciudadanos, cualquier cosa que se afirme es falso.
La estrategia ha cambiado y avanza por buen camino. El segundo paso, igual de importante y urgente, es fortalecer la comunicación para que el gobernador se conecte con la ciudadanía y mejore la percepción que se tiene del gobierno.
Política y comunicación siempre van de la mano.
- nota
¿Por qué no viene Rabín a Morelos si lo consideran el más fuerte precandidato de Morena para competir por la gubernatura en el 2024? Me pregunta un amigo en una charla. Y continúa: Aquí a quien muchos ven muy fuerte es a Juan Ángel Flores… o si es mujer, Margarita (González) Saravia.
El tema es recurrente en las mesas y continuará así hasta que se definan los nombres de quienes competirán en la siguiente elección. Localmente hay figuras que se mueven con habilidad más allá de su espacio habitual de trabajo, como el alcalde de Jojutla, también están aquellos personajes que desempeñan bien su función y consideran que con eso alcanza para la nominación, como el edil de Jiutepec Rafael Reyes. Luego aparece la directora de la Lotería Nacional, quien reconoce que no goza del nivel de conocimiento de sus compañeros varones, pero desde hace meses se mueve con intensidad en todos los municipios para recuperar terreno.
Cada uno tiene su estrategia y se mueve a partir de ella, sin dejar de considerar que en este juego la última palabra la tiene el presidente. Pero regresemos con Rabín:
Efectivamente el subsecretario de gobernación tiene poca presencia física en Morelos, pero ello tiene una razón y una estrategia, porque sus ausencias las suple de manera operativa Miguel Lucia, su hombre de confianza y un excelente operador político.
El equipo de Rabindranath Salazar tiene clara la importancia de estar presente en la entidad, pero no pierden de vista dónde se tomará la decisión de la candidatura y la fuerza política de Morena en la entidad; por su rol en la secretaría de gobernación y la cercanía con Adán Augusto, el subsecretario de Desarrollo Democrático se ha convertido en el operador político más importante del secretario, por lo cual su agenda ha rebasado lo formal y desde hace meses anda por todo el país atendiendo temas delicados o que personalmente le interesan al presidente, como el Plan de Justicia del Pueblo Yaqui, la consulta pública en Topolobampo para la construcción de una planta de fertilizantes, el cabildeo en Chihuahua para la regularización de autos de procedencia extranjera, el proyecto de agua saludable en la zona de La Laguna o los encuentros en Quintana Roo entre gobernadores del sureste y el Embajador de los Estados Unidos para la coordinación bilateral. Con todo y ello el subsecretario constantemente aparece en actos locales, muchos de ellos en Jojutla con Juan Ángel Flores, a quien parece haberle tomado un aprecio especial.
Rabín Salazar está haciendo lo que tiene que hacer para alcanzar la candidatura al gobierno de Morelos en el 2024: cumple con la encomienda del presidente López Obrador y del secretario Adán Augusto, opera en Morelos a través de Miguel Lucia y se mueve en una línea estratégica que comenzó hace varios meses y concluye con la nominación.
Efectivamente el subsecretario no está permanentemente en Morelos, pero eso no significa que no trabaje todos los días para ser gobernador.
- post it
Ante el incremento de la violencia en Cuernavaca el gobernador Cuauhtémoc Blanco le pide al alcalde José Luis Urióstegui que no ponga pretextos y asuma su responsabilidad “Él decidió salirse del Mando Coordinado de Policía y aún así lo estamos ayudando… que no ponga pretextos y asuma su responsabilidad”
¡Zas!
- redes sociales
Menudo escándalo por los audios del dirigente nacional del PRI, el que presume avión privado, negocios millonarios y dice que a los periodistas hay que matarlos de hambre. Por cierto, Alejandro Moreno, Alito, es mentor y protector de Jonathan Márquez y Eliasib Polanco; a él le deben sus cargos.
De tal naco, tales naquitos.
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