¿Qué es el violentómetro y para qué sirve? Yo te lo explico:
En opinión de la Dra. Clara Elizabeth Soto Castor

El violentómetro es el resultado de un trabajo de investigación científica multidisciplinaria, gestado en el Instituto Politécnico Nacional, en donde su creadora, la Doctora en Filosofía Martha Tronco realizó una encuesta a más de 14,000 estudiantes de nivel médico y superior, buscando conocer la incidencia de violencia, las características de las personas a quienes involucraba, su condición de estudiante, docente, directivo, administrativo, etc., y la relación de la violencia con problemas de salud, consumo de alcohol y sustancia además de hábitos violentos. Entre sus hallazgos tenemos la falta de reconocimiento de la existencia de violencia y las formas en que se manifiesta, así como la justificación y normalización de los hechos de violencia.
Según los reportes oficiales sobre violencia destaca la cometida contra las mujeres, específicamente el feminicidio, que según la UNESCO en el año 2024, en México un promedio de 10 mujeres murieron cada día en un acto violento. Según el INEGI del total de mujeres de 15 años y más, 70.1 % han experimentado al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos un ámbito y ejercida por cualquier persona agresora a lo largo de su vida.
En estas condiciones, fue necesario definir qué es la violencia, siendo entonces que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, conforma un punto de coincidencia para establecer que la violencia contra las mujeres es “cualquier acción u omisión, basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público”.
Pero, entre los problemas mas importantes en la socialización de la violencia está el desconocimiento de la ley, los efectos del comportamiento violento, las sanciones para las personas agresoras y como se ha dicho, que las personas seamos capaces de asociar una acción u omisión con un “nombre” que en ese caso es “violencia” y que es dañina y en muchos casos “mortal”, cuando lo cierto es que en un sinnúmero de contextos sociales contemporáneos la violencia se promueve, se incentiva, se justifica y se perpetúa con la indiferencia de quienes la toleran, entre las niñas, niños y adolescentes se percibe como juegos y en la vida adulta en muchos casos se oculta, se encubre y en otros, no se remedia.
El violentómetro es una herramienta que de manera didáctica ha ayudado a la población a identificar que existen diversos niveles de agresión, pero que desde los de apariencia inocente merecen que se preste atención a ellos, la víctima se provea de elementos de protección y sea capaz de identificar el riesgo en que se encuentra al no existir justificación para bromas hirientes, mentiras, chantajes, ridiculizaciones o humillaciones de cualquier especie, ya que estas actitudes aunque se encuentren en grado mas bajo, sí son actos de violencia. En el segundo nivel, aparecen los pellizcos, los golpes jugando, las caricias agresivas, el manoseo y las amenazas, tratándose de una etapa en donde normalmente la víctima empieza a reconocer que las cosas no están en su sitio y personas cercanas buscan hacerle ver la amenaza en que se encuentra. En el nivel más alto se encuentran las amenazas de muerte, el abuso sexual, la violación, la mutilación y el asesinato.
Lo importante de contar con el violentómetro es tomar este instrumento para reconocer en él la escalada obvia una relación violenta y el peligro inminente de permanecer en dicha situación, por lo que conviene que aunque una persona se encuentre en la primera etapa, pida ayuda profesional urgente y active las medidas de protección necesarias.
herramienta
Fines didácticos
Instituciones de atención a la violencia