Repaso - ¿Será o ya es Víctor Mercado el ¨gallo¨ de Ulises Bravo?

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso - ¿Será o ya es Víctor Mercado el ¨gallo¨ de Ulises Bravo?

En serio: ¿algo le ven a Víctor Mercado de político de izquierda o de comprobada filiación morenista?  Yo no. Sin embargo, resulta interesante que en las redes ya se le empieza a mencionar como uno de los personajes, funcionarios de la errática administración actual, con mayores simpatías para gobernar Morelos. Por lo menos eso se concluye después de una supuesta consulta, en la que es bien visto por las preferencias ciudadanas, incluso superando a otros que también quieren dirigir los destinos de nuestra entidad, como Rabindranath Salazar Solorio o Margarita Gonzáles Saravia.

 

Casualmente, este tipo de noticias se da muy cercana el espaldarazo que el líder nacional de Morena, Mario Delgado, hizo público a favor de Ulises Bravo, argumento el manido discurso del boicot por parte de la instancia federal electoral, órgano que determinó la inviabilidad del hermano de Cuauhtémoc Blanco, y desconocerlo como consejero nacional, al tiempo en que, consecuentemente, se invalidó su designación como presidente estatal de Morena.

 

Con el pronunciamiento de Mario Delgado, en el que menospreció las manifestaciones de inconformidad por parte de un grupo significativo de morenistas que ven en Ulises Bravo a un arribista, se aprecia la definición de dos grandes bloques confrontados internamente: el bloque que simpatiza con Rabindranath Salazar y el del propio Ulises. No son los únicos, pero sí los polarizados. Hau otras opciones que no se deben minusvalorar.

 

Sin embargo, la incertidumbre está latente en estos momentos. ¿En qué terminará todo esto? En nada bueno, con toda seguridad. Porque, sin duda, tras esos forcejeos, está la disputa, cuando llegue el tiempo, de las candidaturas en las próximas elecciones, una de las cuales será la de la candidatura para gobernador.

 

¿Ulises Bravo tiene en proyecto ser el escogido para ese cargo? Si fuera por el apoyo que recibió del presidente nacional de Morena, no sería extraño que así lo pretendiese. Dándose, así las cosas, la pugna interna cobraría fuerza, porque desde ahora todo lo que se haga entre ellos será para buscar ventaja.

 

Si, por otro lado, Ulises Bravo entiende o lo hacen entender que buscar esa designación es de alto riesgo, porque difícilmente los morelenses votarían por él después de la muy controvertida gestión que ha tenido su hermano, entonces estaríamos atentos a las cartas que pudiera tener bajo la manga para que el “gallo” de sus preferencias sea un incondicional del equipo que lidera, varios de los cuales se desempeñan como funcionarios públicos. ¿Acaso está pensando en Víctor Mercado, actual responsable de la Secretaría de Tránsito y Transporte, pero también experimentado “estratega” para disponer de recursos económicos que sirvan de acicate, bien distribuidos, para que la “opinión pública” externe sus preferencias hacia él, como la misteriosa encuesta recientemente dada a conocer y a la que me he referido anteriormente?

 

No creo que Víctor Mercado tomé la decisión por su cuenta. Si algo tiene es ser disciplinado con sus jefes, como lo fue en su momento cuando fue servidor público de élite en una pasada administración panista. Si cierto medios o espacios digitales lo mencionan como uno de los de mayores posibilidades, lo más seguro es que lo haga de común acuerdo con sus “superiores”. Y entre éstos, evidentemente está al servicio de Ulises Bravo, condición que ha demostrado con su presencia y participación en el reciente proceso de elección de consejeros estatales de Morena.

 

Por lo pronto, en este contexto de inferencias, desde mi particular punto de vista una campaña mediática para posicionar a Víctor Mercado en el ánimo de ciertos grupos presuntamente afines a Morena y al gobierno de Cuauhtémoc Blanco, que quiere controlar a ese partido que antes despreció, puede resultar infructuosa. Y sin embargo lo pueden intentar. Todo puede esperarse de estos “morenistas” por conveniencia política y no por convicción ideológica.

 

Lo anterior no puede entenderse como que el “bueno” desde ahorita sea Rabindranath Salazar Solorio, a quien se le acusa objetivamente que ha aprovechado sus cargos políticos y públicos para incorporar, a costa de otros con mayores merecimientos, a una cauda de familiares cercanos y no tanto.

 

Para sus críticos ha constituido un cacicazgo político partidista ubicando aquí y allá a sus parientes. Así no se puede legítimamente ofrecer una propuesta de gobierno estatal, apoyándose en una “dinastía” antidemocrática.

 

Para los militantes de Morena, los que verdaderamente coinciden en la esperanza de cambiar un sistema percudido, hediondo y corrupto en Morelos, el reto es cómo mirar hacia otros lados y hacia otros personajes. Ya veremos qué pasa.

 

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