Serpientes y escaleras - Que nos perdone AMLO
En opinión de Eolo Pacheco
Es obvio que AMLO protege a Cuauhtémoc. Pero ahora gobierna Sheinbaum
Que nos perdone AMLO
“Cuando Cuauhtémoc Blanco fue gobernador tenía un grupo destinado a robarse todo lo que pudiera fuera del erario o de otras personas” dijo hace unos días el diputado de Morena Hugo Eric Flores, expresidente del partido que postuló al futbolista a la gubernatura. “Gobernaba al pueblo de espaldas de nuestros ideales” afirmó categórico en una entrevista. Lo que no menciona es que él se benefició de ello hasta que ya no se lo permitieron.
El exdirigente nacional del Partido Encuentro Social no tiene calidad moral para acusar al exgobernador de Morelos, porque es parte de lo que denuncia; pero lo que declara Hugo Eric Flores es llamativo porque lo vio, lo vivió y participó del saqueo. Él era operador político de ese gobierno y fue copartícipe de las irregularidades que ahora denuncia.
“Llegue a pensar que por sus orígenes humildes se podría construir nuevos liderazgos políticos y sociales basados en gente que quisiera ayudar a los más desposeídos, viniendo precisamente de esos estratos sociales; muchos nos fuimos con la finta, ese no es Cuauhtémoc Blanco” dice cínicamente el neomorenista.
La ventaja de personajes como Hugo Eric Flores es que la memoria colectiva es muy corta, pero para eso existen los archivos y la memoria individual. Recordemos: el exdirigente del PES es una figura tanto o más corrupta que el americanista, apareció en Morelos al lado de Cuauhtémoc Blanco luego de que los hermanos Roberto y Julio Yáñez lo contrataron para que compitiera por la capital de Morelos y lo montó en la ola obradorista para obtener utilidades económicas.
Desde el principio fue clara la intención del dirigente del PES de aprovechar la fama del futbolista, la ola de Morena y los beneficios de tener un gobernador bajo su control. Después de que Blanco Bravo ganó la elección del 2018 Hugo Eric Flores tomó por asalto el poder e hizo que el futbolista impidiera que Rabindranath Salazar llegara a la delegación estatal de Bienestar para que él ocupara esa posición.
Desde la dependencia federal se convirtió en el principal operador político del gobierno del estado, sacando beneficios económicos de ello: inmediatamente se rentó una lujosa propiedad en el club de golf Tabachines que era pagada por el estado, promovió contratos y ayudas para su gente en todas las esferas de la administración estatal y, cuentan, recibía una subvención mensual en efectivo muy generosa de parte del gobierno estatal.
La delegación de Bienestar era un espacio al que iba poco, porque nunca le ha interesado trabajar; aprovechaba el presupuesto federal, pero no atendía la agenda de la dependencia, su responsabilidad eran los programas y su encomienda política más importante era operar la apertura de la termoeléctrica de Huexca, lo cual se lograría, decían, dialogando con los opositores.
Pero el buen trato con la gente nunca ha sido lo suyo: en su primer encuentro con los inconformes las cosas se salieron de control, Hugo Eric Flores fue criticado por desconocer el tema, se enojó, explotó y se enfrentó con la gente, de manera particular con uno de sus líderes, Samir Flores, quien días después de ese altercado fue asesinado afuera de su casa.
Hugo Eric Flores estaba más ocupado en obtener dinero para tratar de revivir a su partido a nivel nacional que en cumplir su encomienda como funcionario federal; su presencia en el estado era esporádica, sólo se le veía junto a Cuauhtémoc Blanco, en Palacio de Gobierno, en la residencia o en alguna de las múltiples francachelas que departía con el grupo de poder. Hugo Eric Flores era parte activa de todo lo que hoy denuncia… hasta que apareció Ulises Bravo.
“Unos dicen que (Cuauhtémoc Blanco) es el peor gobernador en la historia, yo creo que no de Morelos, sino del país, una gente completamente desapegada. Los que lo conocemos saben que me quedo corto en mis expresiones”, afirma hoy el también diputado federal de Morena.
La denuncia del gobierno estatal contra funcionarios de la administración anterior ha desatado una oleada de opiniones dentro y fuera de la 4T, entre líderes políticos, medios de comunicación y figuras del andamiaje morenista en el país. Y no podía ser diferente: a Cuauhtémoc Blanco nunca le ha importado la opinión de otros, se pelea con todos y desprecia a quienes piensan; lo que cambió es que ya no lo protege el presidente.
En San Lázaro el futbolista sigue siendo un personaje llamativo, lo buscan para tomarse fotos con él, para pedirle que grabe un mensaje en video o para solicitarle un autógrafo; lo incluyeron en la comisión de presupuesto, pero nadie lo toma en serio para decisiones trascendentes porque saben que no lee y su voto ni siquiera es determinante.
La suerte del futbolista depende de cómo se desenvuelvan las cosas en los siguientes días y semanas, de la solidez de los expedientes del gobierno de Margarita González Saravia, de la decisión de la presidenta Claudia Sheinbaum y sobre todo de la presión social que haya en torno a las denuncias.
Como jefe del ejecutivo el futbolista nunca se interesó por la percepción; igual que la gobernabilidad, decía, eran “mamadas” que no le importaban a nadie. Su confianza radicaba en la protección de Andrés Manuel López Obrador y en el hecho que desde la presidencia de la república siempre le atajaron los problemas y desactivaron las investigaciones. Pero AMLO ya no es quien toma las decisiones.
Como diputado federal es uno de quinientos y se está dando cuenta de la fuerza de la opinión pública, de lo complejo que es lidiar con la prensa sin una estructura que se encargue de ello y un poder superior que le garantice impunidad.
Los reclamos mediáticos generan presión en quienes toman las decisiones y las declaraciones en su contra, incluso de personajes deleznables como Hugo Eric Flores, aumentan el riesgo de que alguno de los suyos pueda ser vinculado a proceso o detenido.
“Le encanta coleccionar enemigos”, me dijo alguna ocasión la entonces jefa de la gubernatura, quien a su vez afirmaba que la prensa “no servía de nada”. Mónica Boggio es un personaje central en la trama de Cuauhtémoc Blanco, llegó a Morelos por él, fue designada secretaria de hacienda y jefa de la gubernatura por él y cuando no estaba en el estado, que era muy seguido, era ella quien tomaba las decisiones por él.
Boggio Tomazas es parte medular del “grupo” al que se refiere Hugo Eric Flores, ese en donde dice “se veían concesiones, licitaciones y negocios”, el que se movía de manera transversal en todas las secretarías y que hoy es considerado por el nuevo gobierno como el causante de la corrupción generalizada.
Aún es complejo pensar que las querellas interpuestas por la administración de Margarita González alcancen a Cuauhtémoc Blanco porque no firmó directamente, porque tiene fuero, por su fama como futbolista, porque es amigo de López Obrador, porque lo protegerá el partido y porque en nuestro país nunca se castigan a los culpables.
Lo que sí puede ocurrir es que las denuncias contra sus funcionarios, contra su hermano, su primo o su operadora financiera se conviertan en vinculaciones a proceso. Si eso ocurriera, la presión política, social y de medios, combinada con la cantidad de enemigos que dejó en el camino, pueden generar un escenario donde los propios cuauhtemistas comiencen a señalar la ruta del dinero. Ahí el más preocupado, dicen, será el hermano del exgobernador.
La presentación de denuncias, la multiplicación de comentarios periodísticos y las declaraciones de correligionarios sobre el tema dejan ver que desde el corazón de Morena se ha dejado de cuidar a quien hasta hace poco era el hijo pródigo. López Obrador lo protegió siempre, pero ya no está.
“Que nos perdone AMLO” es la expresión que se escucha en los pasillos de poder.
· posdata
Como rumor, quizá basado más en esperanza que en hechos, pero desde hace algunas semanas se habla de la posibilidad de que en Morelos se replique el Operativo Enjambre, que a finales del 2024 se implementó en el Estado de México, logrando la desintegración de grupos criminales y la detención de diversos personajes de la vida política estatal, entre ellos funcionarios, alcaldes y policías.
Es secreto a voces que desde hace años la tierra de Zapata está a merced del hampa, que los grupos delictivos se mueven con libertad y gozan de la protección de algunas autoridades. Hace unos días ejecutaron a dos mujeres policías de Cuernavaca por supuestos vínculos criminales y unas horas más tarde en Temixco, el gobierno municipal reconoció que algunos de sus policías responden a intereses de la delincuencia.
Muchas, pero muchas veces en los últimos años se han relacionado a figuras de la vida pública del estado con grupos delictivos o cárteles de la droga, se ha hecho de manera violenta a través de narcomensajes, a veces acompañados por cuerpos humanos sin vida, en rumores en las mesas o de manera formal en declaraciones de jefes estatales de policía.
Morelos es un narcoestado, han dicho los últimos dos gobernadores. La situación en Morelos es muy difícil por los vínculos de autoridades locales, han mencionado funcionarios federales. ¿Y entonces?
Un Operativo Enjambre podría servir para depurar la clase política morelense.
· nota
Mientras el gobierno de Margarita González Saravia arma e ingresa expedientes por casos de corrupción contra funcionarios de la administración estatal, varios de ellos, encabezados por Cuauhtémoc Blanco, comparten en redes sociales fotografías de sus viajes al extranjero y vida de ensueño. No nos preocupan sus denuncias, parece ser el mensaje del cuauhtemismo a la gobernadora.
Precisamente por esa actitud valemadrista muchos creen que una vez más la impunidad prevalecerá.
· post it
En una de sus visitas a Morelos, justo después de que apareciera una fotografía del futbolista al lado de líderes de la delincuencia organizada, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a darle públicamente su apoyo a pesar de la rechifla de los asistentes:
“Con relación al gobernador de Morelos yo pienso que es un gran gobernador Cuauhtémoc Blanco. ¡Ya les dije no me importa!, es mi es mi opinión y me consta, ¿saben por qué? ¡porque todo lo que hemos hecho en Morelos lo hemos hecho juntos! ustedes no saben lo que he padecido en otros estados, son otros gobiernos estatales que en vez de trabajar juntos en bien del pueblo, ellos hacen todo para bloquear las acciones del gobierno federal. Aquí no, en Morelos trabajamos juntos con Cuauhtémoc”
· redes sociales
Tres de los cinco integrantes del Tribunal de Justicia Administrativa tienen una relación estrecha con el exgobernador Cuauhtémoc Blanco. ¿Cómo puede haber imparcialidad de actuación en los casos de corrupción contra cuauhtemistas?
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