Repaso - MORENA Y SU DEMOCRACÍA EN MORELOS

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso - MORENA Y SU DEMOCRACÍA EN MORELOS

 Desde luego que fue una jornada plagada de irregularidades. Era el riesgo de un ejercicio abierto, aparentemente sin filtros, en el que podían votar los ciudadanos que lo desearan. Esa fue su fortaleza, pero también su debilidad. Muchos seguramente no simpatizan ni con López Obrador ni con Morena, pero acudieron a votar quizá amparados en su afiliación emergente al partido a cambio de alguna dádiva. Otros muchos acudieron, ellos sí, convencidos de que su participación seguirá contribuyendo a la transformación social, política y económica de nuestro país en lo general y de nuestro estado en lo particular ¿A cuántos se les ubica en el bando de los advenedizos y a cuántos en el bando de los verdaderos morenistas? Será difícil saberlo, pero en primera instancia ese tema debe ser motivo de reflexión en análisis ulteriores.

 A partir de lo sucedido se estará en posibilidades de reacomodos internos que pueden cerrarle el paso a los calculadores y oportunistas, o en sentido contrario, que finalmente los obradoristas y morenistas queden relegados vergonzosamente, como así sucedió en la conformación del gabinete de Cuahutémoc Blanco, quien, soberbio, hace unos años declaró que en su triunfo como gobernador para nada influyó López Obredor. Y sin embargo, hoy su hermano Ulises Bravo, apoyado en la estructura gubernamental, pretende, amparado en los colores de Morena, posicionarse para sus fines de grupo en el clima político de nuestro estado.

 A propósito de los arribistas en Morena, coincido con lo que recientemente escribió Margarta González Saravía: “La Cuarta Transformación es fundamental para nuestro país. Pero hay oportunistas que usan a la gente humilde para votar por sus intereses personales. Les pagan cualquier cantidad y les prometen obra pública para sus colonias a cambio de un voto. Los harán pasar ahí toda la noche en la calle. Ese tipo de políticos le hacen mucho daño a nuestro estado. Qué vergüenza tratar así a las personas y pisotear su dignidad. Los que estamos con la 4T no estamos de acuerdo con estas prácticas”. En ese mismo tenor escucho y veo, en un video subido a las redes, la opinión de una combativa mujer del municipio de Emiliano Zapata, Maura Bustamente, quien estuvo muy cerca de los acontecimientos que describe y señala de manera contundente las aberraciones que observó, primero, el acarreo indecente, luego la compra de los votos y finalmente el trato inhumano a mucha gente, como a las mujeres y hombres de la tercera edad a los que obligaron a pasar horas y más horas hasta que pudieran emitir su voto inducido. En efecto, hubo todas las artimañas para desvirtuar un proceso democratico.

Sin embargo, me parece que una de las lecturas de las expresiones “verdaderamente” morenistas es que pueden estar en posibilidad de inhibir o de plano cerrarles la puerta a los que, sinvergüenzas, reniegan de sus afinidades políticas anteriores y se suben en el carro presuntamente triunfador de Morena. Las batallas internas que vienen serán muy interesantes. Los morenistas de a deveras, no obstante que los resultados en este proceso de designación de consejeros les pudieron ser adversos, pueden salir muy fortalecidos en sus convicciones ideológicas y de lucha, en tanto que los otros sólo se llevan la idea, si ganaron, que para las próximas contiendas habrán de seguir comprando conciencias y, desde luego, “simpatizantes” que lo serán si a cambio reciben algo, una cantidad económica, una despensa o cualquier otro bien material. Si eso no les entregan, los oportunistas en Morena nunca tendrán base militante territorial. Tendrán que seguir sangrando .al erario o recibir donativos millonarios de no sé dónde, para continuar con sus proyectos políticos. De refilón ¿Es cierto que un hijo del autoritario priísta, Amado Orihuela Trejo, logró su designación como consejero? ¿Logró lo mismo el camaleónico empresario Arnulfo Montés Cuén, amparado en el apoyo de políticos de “izquierda” como Dolores Padierna y su esposo René Bejarano? ¿Qué suerte corrió Eliaciń Salgado de la Paz en ese mismo sentido? ¿Cuántos del grupo de Ulises Bravo lograron lo mismo que él, como para creerle a sus jilgueros que el hermano incómodo tiene enfrente un panorama promisorio para controlar a Morena en Morelos? ¿Víctor Mercado le sirvió mucho a Ulises en eso de la compra de votos? Esas y otras muchas preguntas habrán de ser respondidas posteriormente o convertirse en materia de análisis para poner en su lugar a tales circunstancias y a sus protagonistas.

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