Refracción de diciembre 22
En opinión de Carlos Morales Cuevas

Te veo y lo que estoy viendo es un espejo en el viento,
jaguar danzando en el tiempo,
ojos de madre tierra,
sonrisa de noche en luna magenta:
infante que se lanzó al precipicio
antes de que el mundo naciera,
balbuceas caminos
y acaricias suavemente el borde del destino.
Te veo y lo que estoy viendo es el reflejo de la vida y del silencio,
indeleble huella de tambores de los muertos,
guerrero de latido inmarcesible,
alas de fuego que incendian serpientes;
balbuceas destinos
y las flores buscan cruzarse en tu mirada
¿y cómo no?
si a pesar de tu detractora juventud,
eres más grande que Dios,
ah, ese viejo inocente e inconsciente,
ese señor que sostiene el espejo en el que tú,
en el que yo, somos uno y somos todos.