Observador político - La fiesta de Urióstegui en el día del abogado
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
El pasado 12 de julio se celebró en el precioso Jardín Huayacan el Día del Abogado, lugar a donde estuvieron presentes los representantes de los tres poderes de gobierno, es decir, el Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además de alcaldes, diputados locales y federales además de muchos litigantes de reconocida trayectoria quienes en su mayoría han pasado por el servicio público. Sin embargo, hubo una persona que se llevó los reflectores y que tal pareció era su fiesta, me refiero a José Luis Urióstegui Salgado.
EL BUFÓN DE LA FIESTA.- Sin embargo, dicen que nunca falta un pelo en la sopa. Y es que, desde muy temprano que inició el acto político que fue alrededor de las ocho de la mañana para desgracia de los que estuvieron presentes, tuvieron forzosamente que soportar durante varias horas al bufón de la fiesta, qué no fue otro qué el mismísimo presidente de la Barra de Abogados, Miguel Ángel Rosete Flores.
El abogado que en ningún momento dejó el micrófono y a diestra y siniestra amenazó que nadie le haría sombra en su fiesta, en todo momento hizo chistes sin gracia, comentarios torpes y en más de una ocasión cometió grandes errores al momento de nombrar a los presentes o en sus respectivos cargos. Tal como ocurrió cuando se refirió a Germán Villa a quien dijo “el director del Transporte”, sin siquiera imaginar y ni porque le soplaron cerca del oído, pudo darse cuenta que se trataba del titular del Deporte Morelos. No fue cosa menor, después de que quiso quedar bien con el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo y los demás representantes populares.
Miguel Ángel Rosete mostró su ignorancia en los nombres y apellidos de los representantes populares así como de los servidores públicos presentes. Insisto, trató de hacerse el chistoso y le importó en absoluto el tiempo de los demás, mostrando una actitud altanera a pesar de que los de la logística del gobierno del estado le hayan tratado de agilizar su eterno discurso porque el Ejecutivo tenía otro evento y se estaba retrasando para llevar a cabo la ceremonia en el Word Trade Center, de Xochitepec, donde Cuauhtémoc Blanco realizó la entrega de estímulos y recompensas por años de servicio al personal administrativo del sector educativo, en Xochitepec.
Muchos de los presentes optaron por no ponerle atención al bufón de la fiesta, tratan de ignorarlo a pesar de que en su afán protagónico por llamar la atención, se dedicó a saludar a prácticamente todos los presentes e integrantes de La Barra de Abogados, muchos incluso entre carcajadas lo llegaron a comparar con un verdadero merolico y otros, recordaron a los gritones de las ferias como la de Tlaltenango que habrá de instalarse en el próximo mes de septiembre en Cuernavaca.
Incluso, llegó al absurdo de querer ordenar a algunas de las representantes populares para que la hicieran de edecán, tal como sucedió con la diputada Tania Valentina Rodríguez Ruiz a quién le pidió, ¡válgame la expresión! cómo si se tratara de una sesión solemne en el Congreso del estado, que acompañara a uno de los personajes que se retiraba del lugar. Obvio, lo mandó al carajo y mejor se fue la líder petista.
El nivel que tiene La Barra de Abogados en Morelos lo dejó por los suelos, sin permitirle a ninguna persona profesional del micrófono que hiciera los deberes en el momento oportuno y evitar los errores garrafales y chuscos que cometió a diestra y siniestra. Lo peor, es que cuando trataron varios en diferentes momentos de corregirlo, se hizo el occiso y continúo con sus comentarios fura de lugar. Por ejemplo, en su larguísimo discurso, balconeo a la legisladora del Partido Acción Nacional (PAN), Andrea Gordillo, por llegar tardísimo al evento -como ya es costumbre- y ahí mismo, le ordenó al legislador del PRI, Eliasib Polanco Saldivar qué la actualizará en una petición que hizo Congreso, para que lo respalden en los procesos de digitalización que demandan los abogados en el Poder Judicial. O como cuando le dijo a Uriel Carmona qué en la Fiscalía quién manda es él. Pero en su fiesta, en ese momento, era el dueño del micrófono y de su fiesta.
EL HOMBRE DE LA FIESTA.- En ese mismo lugar, a un lado de la orquesta, en el presídium había una larga fila de personas quienes pacientes, esperaban para posar y tomarse una foto con el sonriente José Luis Urióstegui Salgado. Fueron abogados, funcionarios e incluso representantes populares quienes decidieron formarse para registrar el momento con una placa. El edil de Cuernavaca se dejó querer, incluso con los periodistas quienes también no desaprovecharon la oportunidad para el retrato del momento.
Fueron decenas de placas que los mismos invitados se tomaban con sus respectivos teléfonos celulares, no fue que tuviera fotógrafo personal o del Ayuntamiento capitalino, no, no fue armado. Al final, todos se percataron que fue natural el deseo de tener una imagen con el alcalde de Cuernavaca y aspirante a la gubernatura de Morelos para el 2024.
Otro que llamó la atención fue el alcalde de Jojutla, quien ha ocupado el primero lugar y actualmente el segundo, de los mejores presidentes municipales del país, el militante del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Juan Ángel Flores Bustamante a quienes algunos le gritaron “gobernador”, en clara referencia a su aspiración por participar en ese proceso interno para designar a su candidato a la primera magistratura de Morelos.
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