Observador político - Autocrítica legislativa

La Legislatura LV ha sido sui géneris. Iniciaron a tambor batiente y lograron destrabar pendientes que les heredó la LIV en tan solo tres meses, sin embargo, apenas llegaron al cuarto mes y las cosas cambiaron de fea manera. A partir de diciembre del 2021 se intensificó la falta de acuerdos y consensos, así como la lucha por el poder político y económico. A partir de ahí se vino a pique su trabajo y se fortaleció la parálisis legislativa por más de nueve meses en detrimento de la sociedad que les dio su confianza.

LOS RETOS LEGISLATIVOS.- Actualmente y en vísperas de iniciarse la primera sesión con los 19 integrantes, tras la curul vacía que dejó Gabriela Marín Sánchez luego de su cobarde asesinato, los legisladores deberían anteponer ahora sí la unidad por el bien del pueblo, pero en especial para no evidenciar que la lucha política por intereses oscuros que tristemente entre ellos continúa. De ahí la necesidad de que se fortalezcan ellos mismos y puedan ir en el mismo camino para dejar de lado sus objetivos personales y de grupo a fin de no convertirse en la peor legislatura en la historia del estado.

Morelos desde hace algunos años está padeciendo circunstancias adversas en detrimento de sus habitantes, a consecuencia sobre todo por la altísima delincuencia que se registra a todas horas y en todos lugares sin que se vea una forma real y efectiva de ninguna autoridad, ya sea federal, estatal o municipal que pudieran hacer algo para frenar el río de sangre a consecuencia de los delitos que lamentablemente se siguen registrando en casi todos los municipios de la entidad morelense ante la complacencia y complicidad de nuestras autoridades.

Es justamente por esta razón que los diputados, sin importar su ideología partidista, deben de unificar criterios y de una vez por todas buscar los acuerdos y los consensos para ir avanzando y no pensar solo en los cotos de poder, en el dinero ni mucho menos en lo político de cara a las elecciones constitucionales del 2024 que es básicamente lo que está provocando el enrarecimiento de Morelos en ese afán de continuar pegados a la ubre presupuestal.

Cuando hablamos de autocrítica por parte de los legisladores, es porque en las últimas dos designaciones en el pleno tanto de la ahora directora del Instituto de la Mujer, Guadalupe Isela Chávez Cardoso como de Adriana Pineda Fernández, magistrada presidente del Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes del estado de Morelos (TUJA) no fue porque hayan sido las mejores propuestas, los mejores perfiles, ni los más honestos. Sin demeritar su trabajo de ambas mujeres que son talentosísimas, con un reconocimiento público durante años y especialistas en sus respectivas áreas, pero simplemente les faltó transparencia en el proceso, en las designaciones así como en la votación. Los que saben, aseguran que fue parte de los cotos de poder de algunos grupos al interior del Congreso.  Un ejemplo de ello fue la votación con la cédula secreta durante el pleno cuando tuvieron que haber dicho que diputado votaría por las 14 propuestas que había, por ejemplo, en el espacio que dejó vacante Flores Dessiré León Hernández.

LOS PENDIENTES LEGISLATIVOS.- Los diputados tienen miedo de lo acontecida de su compañera Gaby Marín Sánchez y pese a que aseguran que no incrementarán su seguridad lo cierto es que ya lo han estado haciendo, al sentirse vulnerables -como sucede con la sociedad- y es por ello, que deben de tratar de hacer las cosas de la mejor manera posible sobre todo ahora que les corresponderá designar a los titulares de los órganos internos de control del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (Imipe), además del órgano de vigilancia del  (Instituto de  Desarrollo y Fortalecimiento Municipal del estado de Morelos (IDEFOMM ).

Pero no es todo, los legisladores tienen mucha chamba y sobre todo porque tendrán la responsabilidad de sesionar -se hablaba que lo harían dos veces por semana sin que hayan cumplido- derivado de lo complejo de los temas. En primer término tendrán que atender los procedimientos jurídicos así como la temporalidad y tendrán que ser muy responsables para no poner a sus familiares, amigos, compadres o cuotas de poder de partidos como ocurrió con la pasada legislatura cuando designaron a magistrados que fueron muy cuestionados por la forma en cómo se dieron.

Los parlamentarios tendrán que sacar en breve la convocatoria para la elección de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia y el de Justicia Alternativa, tras las vacantes que dejaron Nadia Luz María Lara Chávez y Martín Jasso Díaz, respectivamente. Además de que tendrán que entrar a fondo para tratar de poner orden del desorden existente sobre todo en el TSJ. Pero como van, difícilmente podrán hacer algo positivo que garantice o fortalezca a este poder que ha sido señalado en los últimos años por corrupción y nepotismo.

Derivado de lo anterior, es necesario que haya una autocrítica de los diputados, hombres y mujeres para ya no incurrir en actos en los que puedan ser fuertemente cuestionados y señalados en el proceso electoral que está a la vuelta de la esquina. Por ello, deben dejar de lado cualquiera de los actos de corrupción y los famosos cotos de poder de grupos parlamentarios o la repartición del pastel como ha ocurrido recientemente para ir por los mejores perfiles y quienes garanticen un cambio real a donde sean designados pensando en la exigencia y necesidad del pueblo de Morelos.

Los tiempos hoy son muy difíciles, los diputados están en una vitrina pública y serán juzgados en el próximo proceso electoral, tal como lo hicieron con la mayoría de los de la Legislatura LIV a quienes la sociedad les dio la espalda al generar las condiciones de que salvo sus honrosas excepciones, prácticamente todos los que contendieron perdieron por el pésimo trabajo que hicieron en el Congreso de estado.

Email: gerardonoticias01@gmail.com

Twitter: @gerardosuarez73