Observador político - ¿Austeridad en el Impepac?
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México, cimbró a casi todas las instituciones públicas, derivado de las políticas que implementó para fortalecer la austeridad y evitar gastos excesivos y ofensivos como estaban acostumbrados los funcionarios en el pasado. En reiteradas ocasiones, aseguró que “El cambio está a la vista", sin embargo hay muchas dependencias que la palabra “austeridad” no existe en su léxico. Y un ejemplo de ello es el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana.
ACCIONES PUESTAS EN MARCHA.- Tras la política implementada por el gobierno de la república, en automático la Secretaría de la Función Pública publicó en el Diario Oficial de la Federación, el decreto por el que se expide la Ley Federal de Austeridad Republicana. Y ahí hace mención a la famosa “austeridad republicana” y “el combate a la corrupción” que se implementará a través de las acciones de transparencia.
Hasta ahí todo marcha bien, sin embargo, dependencias federales como: la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Petróleos Mexicanos, entre muchas otras se han negado a acatar estas disposiciones por negarse sus titulares, a dejar de percibir onerosos y ofensivos salarios. Empero, en Morelos no se cantan mal las rancheras y en diversas dependencias incluso, aquellas que han sido cuestionados hasta en su permanencia como sucede con el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana, donde habrá pobreza entre el personal pero en sus consejeros electorales, nunca.
Y es que, ahora resulta que la democracia electoral en Morelos es muy cara; demasiada exagerada. Por lo que la presidenta consejera, Ana Isabel León Trueba y los integrantes de su Consejo, perciben un sueldo mensual que no se ajusta a los principios de austeridad que propone la cuarta transformación que tanto pregona el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador. Peor aún, el IMPEPAC, siendo un órgano electoral que funciona como árbitro, resulta que en la realidad es una manzana de la discordia. Constante y permanentemente los consejeros están en conflicto entre ellos mismos y todo, como consecuencia de que cada uno quiere llevar agua para su molino, olvidándose que su permanencia obedece a que son ciudadanos que sirven en el órgano electoral, cuando en la práctica obedecen más bien a intereses de grupos o de algún partido político. Sobre todo, cuando en una entidad no existen comicios y por tal motivo, existe el debate de que ya no hay razón para que siga operando este órgano electoral, por lo que existen voces de la necesidad de desaparecer y únicamente instalarse unos meses antes de los próximos comicios, con el objeto de racionalizar recursos públicos y no generar “elefantes blancos”, que no producen absolutamente nada. Lo único que hacen y hacen bien, es administrar su propia burocracia. Tal vez la idea del gobierno de la cuarta transformación que consiste en desaparecer a los órganos electorales en el país, los denominados Oples, y en este caso en Morelos, del Impepac por considerar que es lo más adecuado. De esta manera, se podría ahorrar en los Estados un recurso público que podría emplearse en otros asuntos de mayor relevancia y no estar manteniendo a una burocracia dorada que lo único que hace diariamente es reunirse para desayunar e intercambiar opiniones de las compras que realizan en cada quincena. Por ello, con esos sueldazos cualquiera pueda estrenar diario.
Y todo esto, tiene que ver con las reformas electorales que busca Morena implementar para desaparecer a los Organismos Públicos Locales Electorales y delegar todas sus responsabilidades al INE. Esta acción, ya se ha discutido en diversos foros, en los que incluso, han participado los consejeros electorales, quienes han manifestado sus argumentos para evitar su desaparición y por el contrario, la urgente necesidad de que se fortalezcan.
HABER DE RETIRO.- Al viejo estilo de los diputados de la 53 legislatura que sesionaban en lo oscurito, de noche, sin prensa ni nadie que pudiera frenar sus voraces apetitos cuando se trata de obtener más dinero público en su beneficio, actuaron los integrantes del Consejo Estatal Electoral de Morelos, quienes ahí sí, coincidieron y dejaron de lado la diatriba, las venganzas políticas y los señalamientos mutuos para alcanzar beneficios que a todos ellos les alcanzará cuando concluyan su periodo. Y es que, sin decir agua va, y en medio de una crisis financiera que padecieron antes, durante y después del proceso electoral, decidieron aprobarse los integrantes del Impepac, un haber de retiro por casi 500 mil pesos.
La información, publicada por nuestra compañera reportera María Antonieta Sánchez, puso al descubierto los actos irregulares que los convirtieron en legales, para alcanzar este beneficio económico que se autoasignaron, luego de que en marzo del año pasado a través del acuerdo 40/2019 y publicado el 18 de diciembre del 2029 en el periódico oficial “Tierra y Libertad”, medio millón de pesos al momento de concluir su periodo. Enrique Pérez Rodríguez, Isabel Guadarrama Bustamante, Javier Arias Casas e Ixel Mendoza Aragón –hoy magistrada electoral-, en la prestación económica por medio millón de pesos como haber de retiro. Y obvio, no importando su elevado salario de 70 mil pesos mensuales, todavía se autorizaron como sucedió con Ixel Mendoza, previo a irse al Tribunal Superior de Justicia, el pago del “haber por retiro”. Así se la gasta nuestros consejeros electorales de Morelos. Y todavía quieren más dinero de ampliación presupuestal para este año.
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