¡Me dueles México! - Los cambios que se avecinan

Todos los gobiernos, sin importar el partido, hacen cambios cuando hay tormentas, lo vemos cada sexenio.

¿Es difícil mantener un equipo de trabajo?

¡Sí, lo es!

El servicio público no está profesionalizado. Es decir, no existen reglas para lograr que los profesionales protesten un cargo, la ley pide requisitos según el cargo y a veces ni esos se cumplen.

En este sexenio vienen cambios….

En realidad, a la sociedad no le importa a quién nombren mientras dé resultado en la encomienda; las críticas o protestas surgen cuando se designa a los incondicionales. ¡A los gobiernos les aqueja un mal, se llama conveniencia!

Si la designación de un funcionario fuera mediante r a c i o c i n i o, este se distingue por la objetividad, los ciudadanos tendríamos suerte.

Con independencia de quién nombre, seguiremos como sociedad lamentando los resultados, puede incluso el gobernante nombrar a personas con determinado perfil y aun así no veremos cambios transcendentales, no es pesimismo amable lector.

Le invito a pensar en lo siguiente:

Nombrar a personas con determinado perfil en el gabinete no da resultados, porque hay algo sumamente perverso en el ejercicio de la administración pública: “cada quien agarra su juguete y no quiere prestarlo a nadie”.

Es un efecto del cargo, cada quien está convencido de que está haciendo lo mejor y lo que nadie había logrado; no hay coordinación de acciones, no hay transversalidad, no hay estrategia integral, cada quien toca la nota que les acomoda.

Es una constante en los gobiernos, Alejandro Gerzt Manero dijo “con este sistema hay más impunidad” esperábamos (si hubiera estrategia integral) un gabinete que le ayude a descifrar ese pronunciamiento del mal llamado Fiscal General de la República- mal llamado porque la Constitución artículo 21 sigue diciendo Ministerio Público- pero no fue así, el propio Alfonso Durazo le dio la vuelta. No se hicieron esperar los voceros de todos los empresarios que dan servicio al nuevo sistema de justicia penal (con el equipamiento y mantenimiento a todos los operadores, sistemas e infraestructura) decir que es una posición retrógrada regresar al sistema inquisitivo, dicho sea de paso, lo atribuyen a la vejez del fiscal, que nació con el viejo sistema y que hoy le cuesta trabajo entender el sistema acusatorio adversarial. Dicen “chango viejo no aprende maroma nueva” es probable que se cumpla este dicho en algunas personas.  No del todo cierto, lo que realmente importa es que si es verdad que se ve en estos tiempos más impunidad, por una sola razón, NO HAY INVESTIGACIÓN, que sigue siendo el talón de Aquiles.

En ese orden de ideas, no esperemos a que siempre las detenciones se deben hacer en flagrancia, porque está visto siempre sale mal el Informe Policial Homologado (IPH) causa principal por la que el Juez declara la ilegalidad y el malandro sale con una sonrisa de oreja a oreja, ¿es porque la policía se equivocó? No siempre. El problema en Morelos de todos los ayuntamientos y de la CES muchas veces es el jurídico que le toca por turno “ayudar” a su elaboración. Dicen en mi pueblo “no me ayudes compadre”. Lo cual no entienden los alcaldes ni el comisionado. Espero que no lo agarren personal, porque ya no puedes hablar con la verdad de lo que sucede todos los días, porque eres enemigo, carajo.

Lo que se dice es para que no les crean a los incondicionales que le dicen al oído “jefe, todo está bien, son esos abogados del diablo o esos jueces corruptos”

Hasta el cabrón del Chapo tiene abogado, así lo señala la Constitución de este bendito país y de cualquier otra Nación porque pretenden romper las reglas constitucionales. Lo que verdaderamente necesitamos es investigar, deletreando I N V E S T I G A C I Ó N y por esa razón hay que decirle al Fiscal General que sí hay más impunidad por falta de investigación.

Hay muchos criminalistas que se vienen generando desde la consigna de la convención de Palermo ratificada por México, que no están siendo incorporados en las áreas de investigación, dicen que hacen inteligencia sí, es cierto, solo para sus fines y no para beneficio de la sociedad.

¡Está cabrón, dijo el Cura!