Manos Libres
En opinión de César Daniel Nájera Collado
Ya no solo se trata de lo que ocurre en Chile, lo que sucedió en Puerto Rico o las múltiples insurgencias civiles que han acontecido a lo largo de la historia. Se trata de darnos cuenta hasta qué punto permitimos atropellos, y qué clase de estándares tenemos para con estos.
El discurso tradicional de una mera relación entre dominantes y dominados, entre gobernantes y gobernados, se ha quedado viejo. Ya no es simplemente que el gobierno te encierra en fábricas, explotándote inhumanamente. Tampoco que “desaparece” a diestra y siniestra a su conveniencia. La clave de su dominio, de todos los que ejercen control en el mundo, recae en dominar mentes. La concepción de qué es bueno y qué es malo cada vez se usa menos para crear un orden, y más para adoctrinar la vulnerable debilidad del hombre. Muchos prefieren una base creada sobre cadáveres que no tener base alguna. Pero lo que no saben es que su cadáver está destinado a ser uno más en el fundamento. Esta poca libertad de pensamiento, esta sumisión, esta justificación de cosas que la moral propia, aunque sea muy en el fondo, sabe que no quiere justificar, es lo que entrega el poder a los tiranos.
¿Por qué dejar de alzar la voz? ¿Porqué la sociedad ha sido moldeada para ser abnegada para con los que dictan? Estamos traicionándonos a nosotros mismos. No dejemos de alzar la voz. En México lo necesitamos. La verdad lo necesitamos en todo el mundo, pero México se ha tardado en abrir los ojos. El poder es movible, y es hora de que esté en manos libres.