La perspectiva de género en el Instituto Mexicano del Seguro Social

Hablar de género y salud en México es tocar puntos sensibles y problemáticas a las que no se les pronostica un final feliz, menos si se combinan. La Información del CONEVAL muestra el alto porcentaje de personas que afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), atienden ahí su salud. A nivel federal el IMSS implementó una estrategia para que el personal utilice una prenda naranja los días 25 de cada mes, además de realizar actividades, cursos y talleres para generar espacios libres de violencia, para la promoción de la igualdad, la perspectiva de género, la eliminación de la discriminación y la violencia. Por su parte, en beneficio de las mujeres que reciben el servicio del IMSS se planteó la eliminación de la violencia obstétrica, además de diversos mecanismos para que las mujeres embarazadas logren vivir su proceso en las mejores condiciones.

            En 2021 el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) suscribieron el acuerdo institucional por la igualdad y la no discriminación, para generar una reflexión colectiva encaminada a eliminar la violencia contra las mujeres. Posteriormente el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, incluyó en su contrato colectivo incluyó el acoso laboral, sexual y hostigamiento. Además existe una Coordinación de Igualdad de Género del IMSS[1].

Los ejes que se tomarían para encaminar los trabajos son: Cuidados, discriminación, embarazo adolescente, la institucionalización de la perspectiva de género y la violencia contra las mujeres. Al respecto, cabe criticar que las acciones encaminadas exclusivamente para atender la situación de las mujeres, constituye una discriminación en contra de hombres y cualquier otra persona que no sea mujer. Las medidas que contemplan a uno sólo de los actores quedan incompletas, la vida y las problemáticas de la salud, las instituciones que la brindan, el Estado, la población, así como el género se interconectan en las más profundas necesidades de la sociedad. Sin embargo, todos los ejes que publicitan la perspectiva de género en el IMSS, no son palpables para quienes acudimos en la búsqueda del servicio, entonces se ha convertido en un simple discurso.

            Cabe recordar que, el IMSS es un instrumento básico de seguridad social, la asistencia médica es la principal función por la que se conoce en la sociedad. Ahí, justo en el servicio médico tan necesario para la sociedad, surgen los cuestionamientos sobre la calidad con la que esos servicios se brindan, a esto se suman todas las acciones preventivas en temas de salud. La realidad es que las críticas por la atención que reciben los usuarios del servicio médico no se dejan esperar, asimismo los planos de la lucha de las mujeres para que tanto los Delegados de los Estados sean en paridad mujeres y que la representación sindical quede en manos de las mujeres, se percibe lejano. Lo que además se sabe es que las inconformidades del personal en el interior del IMSS, sumado a la posibilidad de conformar otros sindicatos dieron pauta a la creación del Sindicato Democrático y Auténtico de los Trabajadores del Seguro Social, es de creación muy reciente, hablamos del 2021. Ahora las interrogantes bajo las cuales se continuará son: ¿La perspectiva de género se implementa en la prestación del servicio médico del IMSS? y por otra parte ¿En las entrañas de la base trabajadora se garantiza la aplicación de la perspectiva de género?

             Responder a las interrogantes anteriores, precisa de la opinión de los usuarios y, por otra parte, de las reacciones de los trabajadores. Finalmente debe decirse que no es posible que se pueda ejercer una perspectiva de género al brindar el servicio médico, si los seres humanos encargados de brindar tal servicio no han palpado las bondades de la perspectiva de género.