Personas inolvidables

En opinión de Brisa Liliana Rosales Martínez

Personas inolvidables

La mañana del 3 de agosto el Secretario de Educación a nivel federal a través de la conferencia conocida como “la mañanera” dio a conocer el regreso a clases de manera virtual para el lunes 24 del presente mes. Ahí mismo hizo la siguiente mención “Pero no todo será igual, no vamos estar completos, más de 45 mil padres, madres, hermanas, hermanos, esposos, parejas, amigos, abuelos, abuelas, maestras y maestros han sido víctimas del virus y se nos adelantaron. No son cifras, atrás de cada fallecimiento hay historia de amor y desamor, de realizaciones y frustraciones, de risas y llantos, de valentía y miedos”, a lo cual le agregaría que hubo quienes partieron por otras situaciones.

 

Perder un ser querido es doloroso, pero al sentirse acompañado y apoyado en esos momentos aminora el sentimiento. Sin embargo, con la pandemia las circunstancias han cambiado, no permitiendo acompañar ni ser acompañado ante dicho suceso.

 

Hace poco me llegó el mensaje del fallecimiento de una madre de familia que su hijo es apoyado por la USAER, no la asimilé, pensé que era un error, pero más tarde me fue confirmada la noticia por la hija menor de la señora y la voz triste de mi alumno. En mí, se generaron inmediatamente los recuerdos de los últimos días que estuvimos en comunicación, intercambiando mensajes para actividades que pudieran continuar realizando en familia durante el receso escolar y las fotos de cómo habían hecho animales de papiroflexia.

 

Ella era una madre que estaba al pendiente de sus hijos, cooperativa en las actividades de la comunidad, de la escuela y la USAER. El equipo de trabajo de la unidad ideó una manera de reconfortar a la distancia al alumno y a su familia, le escribimos cada uno, una carta a mano que fueron escaneadas, impresas y entregadas por una compañera.

 

Y es que se crean lazos con las madres, padres o familiares de los alumnos que se apoya, pues se está en contacto continuo con ellos, se trabaja colaborativamente, se establece un ambiente de empatía, confianza y compromiso, todo a beneficio de sus hijos, nuestros alumnos.

 

Es importante recordar que la familia es el primer agente educativo y que como profesionales debemos retomar el trabajo y el compromiso con cada una de las familias, necesitamos seguir haciendo equipo para que todos los alumnos puedan seguir accediendo a la educación.

 

Termino estas líneas pidiéndoles que abracen a sus seres queridos con los que están pasando esta pandemia y que ofrezcan un pensamiento para aquellos que ya no están.