Repaso - ¿Habrá pulverización política magisterial?
En opinión de Carlos Gallardo Sánchez
En Morelos podría suceder que para las próximas elecciones intermedias del 2021 aparezcan en las boletas electorales los respectivos logos de tres partidos políticos emparentados estrechamente con los grupos de poder que se disputan los privilegios cupulares del magisterio sindicalizado.
Ocurre que si bien el Partido Nueva Alianza (PNA) perdió su registro a nivel nacional, lo conservó en nuestro estado y, supongo, está garantizada su participación en la jornada comicial a la que arriba me referí. Tiene derecho por ley, desde luego, auna asignación económica a la cual difícilmente renunciaría, sean cuales fueren los planes futuros que sus administradores pergeñen.
Pero ya no iría solo pretendiendo convencer a sus presuntos principales militantes cautivos (casi nunca lo ha logrado y menos con representantes populares como la actual diputada local Blanca Nieves Sánchez Arano, de quien muy poco se sabe en eso de cumplirle a la organización que la premió con la curul y mucho menos a la base de la cual emanó). Es muy probable que ahora le hagan sombra el partido rémora que se hace llamar Redes Sociales Progresistas (RSP) y otro, ¿primode Nueva Alianza?, que se denomina Grupo Social Promotor de México. Ambos, de acuerdo con reportes periodísticos nacionales, tienen prácticamente asegurados su correspondiente registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE), después de cumplir con los requisitos obligados para ese efecto.
Redes Sociales Progresistas, surgido al amparo de Elba Esther Gordillo Morales y su parentela, se viene presentando como la opción para recuperar la confianza de ciertos grupos magisteriales y la dignidad de los docentes en general,cuyos miembros principales están históricamente identificados como institucionales, si bien su actual lucha los ubica en algún lado opositor contra quienesmantienen el control del SNTE. Para lograr mayor impacto en la supuesta fuerza con la que se proyecta, recibieron el apoyo de asociaciones como “Maestros por México”, “Vamos” y “Nuevo Espacio”, aunque finalmente eran,al momento de su adhesión, sopa del mismo plato.
Todo parece indicar que el Grupo Social Promotor por México se constituyó para hacerle contrapeso a Redes Sociales Progresistas. En otras palabras, para no dejarle a nivel nacional el terreno libre, dada la desaparición en ese plano, como dije antes, del Partido Nueva Alianza. Ese contrapeso lo está logrando y ya se le acusa de que recibe el apoyo logístico, incluidos los recursos necesarios, por parte del grupo que actualmente tiene la conducción del SNTE.
Al final de cuentas, lo que está en disputa, como fácilmente se infiere, es el SNTE y lo que ello significa, que es muchísimo, incluida su participación político partidista en el concierto nacional y local. Por eso el proceso de formación de partidos “magisteriales” está aparejado con el proceso de relevo en los cuadros dirigentes sindicales. Son dos vertientes de una misma ambición.
En nuestra entidad tal disputa seguramente se está replicando. Sólo hay que esperar para que queden formalmente constituidas las representaciones estatales de Redes Sociales Progresistas y del Grupo Social Promotor de México. Nueva Alianza, lo repito, está formalmente constituido a nivel local, dada la conservación de su registro como partido político. Hasta donde estoy enterado su presidenta estatal sigue siendo Zitlaly Suárez Durán.
¿Qué efectos podría tener esa diversificación alimentada por discrepancias aparentemente irreconciliables? En primer lugar, debilita el discurso y las intenciones —si verdaderamente las hay— de la unidad pregonada una y otra vez. Además, las querellas rompen con el esquema aquel de disidentes contra institucionales. Más bien, conforman nuevos focos de conflictos cuyos protagonistas principales tienen el mismo origen doctrinario e idénticas tendencias de manipulación gremial. La democracia no es su fuerte. En consecuencia, lo que logren esos partidos en cuestión de espacios de representación pública podría ser insignificante, pero suficiente para quienes los regenteen. No hay que olvidar que la condición de partidos bisagra les ha traído a muchos excelentes dividendos. Pregúntesele al respecto a políticos como Jaime Álvarez Cisneros o Francisco Santillán Arredondo e incluso los mafiosos hermanos Yáñez,
Súmese a lo anterior el interés de varios grupos y personajes por hacerse del control de la Sección 19 del SNTE, ubicados en nuestros días, tanto en espacios políticos y públicos dentro de dependencias como el IEBEM, así como de grupos y personajes plenamente identificados al interior de la misma Sección 19.
Todo estará por verse en plazos perentorios. El panorama en este sector importante de la sociedad no se ve diáfano. Más bien asoman indeseables los polvos de una inminente pulverización. Ojalá y no.
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