No basta pagar impuestos
En opinión de Juan Salgado Brito
El artículo 30 fracción IV de nuestra Constitución política, establece que son obligaciones de los mexicanos contribuir para los gastos públicos, así de la Federación como de los Estados, de la Ciudad de México y del Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes. Pero más allá de lo dispuesto por las normas para pagar impuestos, las personas tenemos el deber moral de involucrarnos en la vida de nuestra comunidad y participar en todo aquello de interés público y de beneficio social.
El egoísmo cívico, la indiferencia ante lo que pasa en el Estado, el Municipio o el País nunca han sido la mejor receta para aliviar o calmar males de la sociedad; Pensar o creer solamente que el gobierno tiene el deber de procurar el bienestar y el desarrollo, es un error que conlleva a dejar hacer y dejar pasar lo que haga la autoridad al margen de la opinión pública o ciudadana.
Criticar, cuestionar o protestar por acciones o decisiones del gobierno o las autoridades está muy bien y mejor aún si esto se hace con la autoridad moral que se tiene cuando se participa en la cosa pública no solamente pagando impuestos sino involucrándose de manera individual o colectiva en causas sociales para beneficiar a grupos vulnerables o para resolver problemas de la comunidad.
Todo gobierno, privilegia sus políticas recaudatorias y en su mayoría, las autoridades anteponen el gasto corriente para el funcionamiento burocrático sobre la inversión en obras y servicios para la población; de ahí la importancia de que los contribuyentes no se aíslen y exijan transparencia y rendición de cuentas, ejerciendo su derecho a saber el destino de cada peso con el que se contribuye al fisco.
La importancia, valía y trascendencia de las personas, finalmente se estimará no solamente por lo que tienen o por lo que pagan de impuestos, sino por su grado de responsabilidad cívica, de solidaridad y sentido de compromiso social.