Juego de Manos - Mucho ojo, mucha crítica

En opinión de Diego Pacheco

Juego de Manos - Mucho ojo, mucha crítica

La contienda por quien se queda con la presidencia de Morena está más agresiva que nunca. Los punteros, Mario Delgado Carrillo y Porfirio Muñoz Ledo se están dando con todo para inclinar la balanza en su favor y hacerse de la dirigencia del partido. El proceso con miras a unificar el partido se ha convertido en una guerra de guerrillas al interior. Los bandos se han definido y la tregua no es una opción.

Esta pugna por la dirigencia llegó a su punto crítico en estos días, luego de que la encuesta para definir quien presidirá Morena terminó en un empate técnico entre los dos diputados morenistas; no obstante, a partir de la ventaja de Muñoz Ledo de algunas centésimas porcentuales sobre su oponente, él decidió que ya estuvo suave y que tomaría protesta el lunes a medio día como la nueva cabeza de partido.

Esta aspiración que fue frustrada por un grupo de manifestantes feministas que denunciaban casos de acoso por parte de Porfirio. Con pancartas y un tendedero del acoso, la protesta se extendió desde las 8 de la mañana hasta pasado el medio día. El candidato pospuso su “toma de protesta” a otra fecha (aun no anunciada) en otra ubicación (x2).

Sobre esta protesta se plantean dos escenarios. Por un lado, se señala que, efectivamente, el candidato a la presidencia de Morena acosó a por lo menos 10 mujeres (entre ellas, una niña de 15 años), noticia que llevó a las mujeres a manifestarse en contra de la toma de protesta. Otra teoría señala que esta protesta fue orquestada con el fin de tirarle el evento a Muñoz Ledo (el de la presidencia, no el de hoy, obvio). Como es costumbre en este espacio, vamos por partes.

Esta demanda se sostiene, de acuerdo con las propias manifestantes, para denunciar el acoso y abuso ejercido por Muñoz Ledo en contra de diversas mujeres. Para ello, señalan que hacía uso de su poder y trayectoria para manipular a las mujeres y disfrazar su violencia con apadrinamiento intelectual. En este caso, las sospechas sobre la temporalidad se explican porque el posible ascenso de Muñoz Ledo a la presidencia de Morena representaría una amenaza directa para las mujeres que militan ahí y las víctimas de su violencia.

Asimismo, las voces y letras que integraron esta protesta señalan que Morena, al ser un partido de izquierda, engloba al feminismo, y un partido feminista no puede estar encabezado por un hombre con antecedentes de violencia de género. Darle poder a un agresor sexual sería peligrosísimo.

Ahora, hay otras versiones que apuntan a que esta toma fue orquestada para cancelar el evento de Porfirio y, también, desprestigiar su imagen lo suficiente para hacerlo perder la próxima encuesta. Un señalamiento usado hasta el cansancio para deslegitimar los ataques, pero, en este caso, apremia observar con detenimiento.

Llama la atención que dentro de las pancartas se haya hecho hincapié en que Muñoz Ledo no ocupe la presidencia de Morena, cuando el centro del asunto debería ser que sus actos no queden en la impunidad, que sea enjuiciado. El feminismo no se mueve a partir de motivaciones partidistas; porque la justicia, la reparación de daños, la equidad de género y la construcción de un partido más seguro para todas no está sujeto a un partido político.

Este movimiento mundial responde a una demanda social por resolver una deuda histórica mundial con las mujeres. De ahí que este pueda ser observado como la oposición de casi cualquier partido o personaje, porque el machismo está impregnado en todos los ámbitos de nuestra sociedad y los oídos sordos no son característicos de ellas.

De nuevo, el eje central del feminismo está en la defensa de las víctimas, no en el rumbo de un partido político. De ahí que resulte sospechoso el que la manifestación se centre en la dirigencia, desconfianza que se agudiza cuando se observa el lenguaje y la caligrafía en los carteles, la falta de eco por parte de colectivas feministas y las formas de protestar.

Sería equivocado adelantar conclusiones sobre cual fue la realidad del asunto, pero algo sí queda claro, ambos escenarios plantean casos gravísimos que serían razón suficiente para que quien resulte culpable no solo renunciase a la contienda para dirigir Morena, sino que abandonara por completo la vida pública nacional.

La violencia de género, en cualquier forma y espacio, es inaceptable. Efectivamente, si las denuncias son verdaderas, Porfirio Muñoz Ledo deberá enfrentar las consecuencias (políticas y jurídicas) de sus actos. No obstante, de ser verdadera la segunda teoría, resultaría gravísimo que se utilizara la imagen movimiento legítimo con fines políticos, sin abonar en ninguna medida a la causa de este, sería una bajeza inadmisible en todo sentido. Tanto un acosador como un oportunista son un peligro para México, solo el tiempo dirá contra qué nos enfrentamos. Hay que poner ojo y mucha crítica en este asunto.

 

Por cierto

 

El ex favorito (hoy ¿gusto culposo?) de México, Hugo López-Gatell, fue visto y fotografiado con una mujer en la colonia Roma de la Ciudad de México, al parecer en una cita romántica. Esto, obviamente, llamó la atención de las redes sociales que en poco tiempo se inundaban de memes al respecto (mención honorífica a Alfred y su Fernet Branca).

No obstante, su fin de semana de amor terminó del golpe cuando asistió a una segunda cita el lunes, esta vez en el Senado de la República. Ahí, diversos senadores y senadoras del bloque de oposición lo esperaban con pinchos y antorchas, preparados para cargarle la responsabilidad de las más de 80 mil personas fallecidas por covid-19.

Las posturas, como era de esperarse, sufrieron pocos cambios. La oposición cargó las cifras de la pandemia a López-Gatell, denunciaron un mal manejo de esta contingencia por anteponer la política sobre la vida de las personas. A ello, legisladoras y legisladores de Morena refrendaron su apoyo al subsecretario, quien aseguró que se implementó la mejor estrategia posible y denunció que una pequeña minoría miente.

Lo que sí fue diferente fue la postura del subsecretario en los momentos finales de la comparecencia, donde explotó contra sus críticos con comentarios sarcásticos. Llegó incluso a comparar la lógica de sus atacantes con la de niños de primaria y les invitó a ver la conferencia vespertina, “en pausas, para que no sea tan tedioso”. Zaz

Al final, la comparecencia fue suspendida en medio de protestas en contra del subsecretario. El gran perdedor de este debate (y aquí ofrezco una disculpa de antemano por el cliché), fue México. Porque mientras un bando ha sido incapaz de controlar la pandemia y proteger a la ciudadanía, el otro busca sacar jugo político de la tragedia. Y las cifras suben y suben.

 

Basta ya de tanto ruido. Esta historia se acabó:

  

diegopachecowil@gmail.com