Árbol inmóvil - Ceguera electoral: INE e Impepac

En opinión de Juan Lagunas

Árbol inmóvil - Ceguera electoral: INE e Impepac

En las postrimerías de un nuevo proceso comicial, las autoridades del ramo (locales y federales) repiten la misma cantaleta: “será el más complicado de la historia”. Empero, hay elementos que deben obviarse; verbigracia: la lista nominal (ésta, lógicamente, a causa del crecimiento poblacional, será cada vez más numerosa).  

            Lo demás es abuso y arbitrariedad de los contendientes. Y, desde la visión del árbitro: ceguera, porque permite (cuando llega el momento) que las asociaciones, cuya pretensión es convertirse en partidos políticos, hagan uso de las artimañas (heredadas por las trapacerías del PRI): reparto de despensas hacia las personas que acuden a una asamblea, dinero, láminas y otras promesas… ¡Ante la cara de la autoridad! En medio de estos ilícitos, se reproducen las complicidades y, lo peor: las complacencias (del IMPEPAC y del INE, dependiendo el ámbito geográfico).  

Ante eso, nadie hace nada. No hay a quién adjudicarle alguna responsabilidad. Los ciudadanos arriban a los sitios convenidos sin saber cuál es la causa de su presencia. Dirigentes y funcionarios electorales “juegan” con ellos. Unos se aprovechan de la necesidad; los otros son co-partícipes y, por ende, omisos.  

            El objetivo, en síntesis, es saciar la concupiscencia política. Los escrúpulos son una utopía. El escenario, en materia monetaria, es acerbo. La ley no contempla restricciones. Así, las disputas entre A contra B y C se dirimen (desde la distancia relativa) a “billetazos”. Los puestos de elección popular, la aparición del logo inédito en la boleta, son un signo de avaricia -paso a paso-...   

            Al fin y al cabo, “La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa”, expresó el escritor Marco Aurelio Almazán.  

            No podemos descartar el periodo de pandemia. Todo el derredor es una confusión. Los empleos perdidos, la angustia, la enfermedad per se y, sobremanera, la muerte, siguen deambulando entre nosotros (de día, noche y madrugada).  

El sistema de partidos es indiferente a las carencias. Los anhelos de reforma intentan “corregir” el equilibrio, mas subestiman la parte ciudadana, el eje de la soberanía (con base en la Carta Magna). Apenas lo comentábamos con un politólogo: todo es simulación.  

            La gama multicolor poco aporta al desarrollo de la democracia. No obstante, ahí están los seguidores de las ideas anquilosadas, que anteponen la perversidad y los intereses personales. En este ámbito, no se observa la ética. (Ni una ley de Omertá). PES, Morena, PT, PVEM y PAN equivalen al PRI en muchos matices y disposiciones, puesto que de éste emergieron. En los genes de cada fuerza impera el desorden. Nadie está exento.  

            Las dádivas son continuas. El mecenas no se arriesga. El sigilo de la ignominia no cesa de manipular las conciencias, porque la gente actúa de buena fe.  

            El Impepac anida indicios de negligencia. No revisa o da por hecho estas conductas irregulares.  

Los empleados de ambos organismos comiciales no son químicamente puros. Suelen (no todos) caer en la seducción de las ambiciones desmedidas (dictadas por un método de competencia adherido a la ventaja). La iniquidad es némesis de la honradez.  

            Desde este instante, a medida que escribo (en apego al Principio de Indivisibilidad de la Física Cuántica), alguien está planeando una estrategia indebida de cara al 2021.  

            Corolario: La guerra de Galio está vigente. Las pendencias en torno al poder son cruentas. El ogro las vería como “batallas baladíes”. Al tiempo… 

 

CONGRESO Y MAGISTRADOS 

            En lo subsecuente, la 54 Legislatura tendrá que designar a seis magistrados del Tribunal Superior de Justicia. La duda, como casi siempre, es: ¿están listos en “Guillermo Gándara”? No sé. No hay acuerdos. La ESAF lleva más de un año acéfala. El IMIPE, otra dependencia olvidada.  

Los atrevimientos se multiplican (en términos generales) y, a la vez, los pendientes. La parálisis no sólo subyace en el Poder Judicial. Todo va concatenado.  

El covid-19 subrayó la desolación que había. Los habitantes siguen perdiendo ímpetus. Véanse los siguientes ejemplos: comerciantes ambulantes, padres de familia sin dinero, deserción estudiantil (que recién confirmó el SNTE), bajos salarios, nulas prestaciones sociales, olvido gubernamental (de modo transversal), la soledad de los pueblos indígenas, el conflicto entre Tetela del Volcán y Hueyapan, los nuevos o vetustos cacicazgos en Morena (liderados por Gerardo Albarrán Cruz) y un prolijo “etcétera”.  

            ¿Llegaré al jueves próximo?