Repaso - ¿VENTA DE PLAZAS EN EL IEBEM? ¿Y LAS HORAS ADICIONALES DE TELES?

Es delicada la acusación que formularon hace unos días profesores de nuevo ingreso sobre la presunta venta de plazas en el IEBEM. El señalamiento pierde contundencia, porque en la nota informativa consultada en el portal de Crónica Morelos, se dice que los acusadores prefirieron guardar el anonimato por aquello de las consabidas represalias.

Sin embargo, este tipo de reclamos cobra cierta legitimidad, por recurrentes y porque se sospecha que no es tanta la transparencia con la que oficialmente se dice que todo sucede en el marco de la legalidad. En apoyo a esas versiones de presunta probidad institucional, invariablemente la representación sindical avala los procesos de asignación, lo que mueve también a la suspicacia colectiva y a suponer que tras esas coincidencias del “todo se hace bien” subyacen las componendas históricamente comprobadas.

En el caso de la venta de plazas los quejosos anónimos sostuvieron que el director de Educación Primaria, Isabel Téllez Pérez, “vendió al menos 15 plazas definitivas por 200 mil pesos cada una a profesores que no realizaron el examen de admisión”.

¿Es posible que suceda eso? Los inconformes explicaron que se aprovechó el proceso de cambios de adscripción al principio del ciclo escolar y que tal beneficio, que sólo debe corresponder a quienes salieron sobresalieron en los concursos de oposición, fue desviado hacia otros docentes que cubrían algún interinato pero que no se habían sometido a los criterios y exámenes obligatorios. Pese a lo anterior, afirmaron los acusadores, que ese tipo de docentes recibió su plaza definitiva en perjuicio de los primeros.

Las dudas y suspicacias podrían reducirse o eliminarse, si se hicieran públicos los nombres de los beneficiados y las escuelas a las que resultaron adscritos, para cotejar esa lista con el llamado orden de prelación en el que están incluidos los que sí, repito, se sometieron a un concurso de oposición. Entonces se podría ver si hay quienes tuvieron la suerte del influyentismo rampante. Lo que creo que será difícil demostrar documentalmente es que algunas plazas se hayan tasado en 200 mil pesos, lo cual no significa totalmente que no haya sido posible que un funcionario cobrase por ese “favor”. Recuérdese que unos son muy corruptos, pero no tarugos.

Las dudas son cíclicas y corren por distintos ámbitos, Apenas ayer docentes de telesecundaria se manifestaron en el IEBEM para reclamar el pago de lo que se llaman horas adicionales, que no se les ha cubierto, aunque las estén trabajando. Exigieron además la basificación de esas horas adicionales, que son, aproximadamente seis y que vendrían a ser un incremento de las que cada maestro ya tiene asignadas.

La única información que al respecto se tiene es que ayer mismo se reunieron los integrantes de una comisión permanente encargada de hacer seguimiento e estos casos, de la cual también encontré reacciones dudosas de su utilidad. Una respuesta a un mensaje que difundió la secretaria general de la Sección 19, Gabriela Bañón, evidencia el sentir escéptico de un buen número de docentes. Una profesora de telesecundarias escribió de manera muy cáustica y creo que eliminaron su opinión. En resumen, cuestionaba el desinterés sindical por su problema y preguntaba dónde estaban las horas que han dejado vacantes maestros que se han retirado del servicio, principalmente por jubilación. Esas horas vacantes, decía la maestra, eran precisamente las que servirían para los docentes que esperan un incremento. ¿Dónde están?, preguntó. La respuesta la esperamos todos.

• De refilón

Interesante el nombramiento de Silvia Gámiz como enlace entre la autoridad educativa y los jubilados. Ahora hay que esperar lo que hará. Por donde quiera vérsele, la tarea no es fácil. Reconozco que no me imagino las atribuciones que tendrá la maestra Gámiz. Ya estaremos viendo cómo se desempeña en ese encargo que le confirió el director general del IEBEM, Eliacín Salgado de la Paz.

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