Estrategias para trabajar en la escuela actual
En opinión de Amador Ocampo Flores
A casi un año de haber dejado las instalaciones de los diferentes planteles educativos y que los maestros pusieran en marcha una diversidad de estrategias para concluir e iniciar el ciclo escolar, y que los padres y alumnos pasaran por un proceso adaptativo en el cambio de la modalidad de la nueva escuela, es justo y necesario hacer una valoración crítica y real de cómo estamos, cuáles son retos y cómo podemos afrontarlos –lo cual expongo desde mi particular experiencia en la USAER No. 12–.
Primero abordaré a los alumnos los cuales al salir de las aulas perdieron un sistema de socialización, aprendizaje y porque no quizá un refugio de las vicisitudes que vivencian en su hogar. Ahora al encontrarse todo el día en casa conviviendo las 24 horas los 7 días de la semana con las mismas personas y a veces en la monotonía del día a día no tienen otros referentes sociales y si a esto sumamos que algunas escuelas han perdido la estructura y constancia en el trabajo –para algunos maestros les es muy fácil cambiar el día de conexión y hay otros que incluso han cambiado del turno sin considerar a los padres y alumnos– lo cual hace que el alumno pierda contenidos, experimente la angustia al no poder anticiparse sobre los eventos del futuro y pierda más aun el control sobre la situación actual. Por lo tanto, una estrategia básica que se ha sugerido a padres y docentes de las diversas escuelas es el trabajo con horarios constantes y evitar lo menos posible su alteración para que el alumno tenga la certeza de un evento que va acontecer en el futuro. Otra de las estrategias de vital importancia es el trabajo socioemocional continuo con los alumnos, esta actividad no es algo que se pueda dejar de lado o pensar que si ya se trabajó con el grupo en un taller y “todos estaban bien” ya no existe el problema, los alumnos constantemente se enfrentan a diversos cambios tanto en su dinámica como estructura familiar.
Otro agente educativo que no debemos olvidar son los padres o acompañantes educativos los cuales también pasaron por un proceso de adaptación en la educación de sus hijos y éstos se enfrentan como cualquier otra persona a infinidad de situaciones en el día a día y ahora además “tienen que enseñar a sus hijos en casa”. Además, tienen que cumplir con las actividades y evidencias que pide el docente y algunos pareciera que están en constante competencia para ver quién es el primero en mandar todas y cada una de las actividades que solicitó el docente o los que nunca hacen acto de presencia. Por lo tanto, en la USAER hemos mantenido una comunicación constante con los padres de familia ya sea por llamadas individuales o reuniones breves de trabajo para brindarles estrategias para el trabajo en casa, mejorar los estilos de crianza y también algunas otras para escucharlos –ellos también tienen angustias– y evitar al máximo exhibir situaciones o recriminaciones sobre los trabajos o los alumnos, es decir, tratamos de formar alianza con ellos y que se sientan escuchados. Asimismo, se ha sugerido a los docentes que no saturen a los padres con mensajes o trabajos y sean muy selectivos en las evidencias de aprendizaje, así como dar instrucciones breves, claras y sencillas.
Estas son algunas de las estrategias que empleamos en la USAER No. 12 y están planteadas para cuidar la relación entre los agentes educativos y cuidar la salud mental de los mismos, para que cuando regresemos a la escuela la relación entre los mimos sea sana y existan conflictos que solucionar.