Escala de Grises - Mejor que en Dinamarca

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - Mejor que en Dinamarca

Para inaugurar el mes y los últimos días de su mandato, el presidente López Obrador presentó su sexto informe de gobierno en el Zócalo de la Ciudad de México. Como cada año, el presidente celebró sus logros y defendió cada una de las decisiones que ha tomado hasta ahora.

 

Entre los múltiples ejes que abordó, desde la educación pública hasta el derecho a la información, AMLO afirmó que el sistema de salud en México es tal y como lo prometió en su campaña y como aseguró en múltiples ocasiones a lo largo de su cargo: “es mejor que en Dinamarca”.

 

Sin embargo, basta con recordar las múltiples protestas de familiares de infantes con cáncer y las protestas protagonizadas por personal médico y profesionales de la salud para darnos cuenta de que la afirmación no es verdad. Una vez más, Andrés Manuel tiene otros datos, unos muy distintos a los que se viven fuera del Palacio Nacional.

 

Tan sólo durante la gestión de la pandemia por Covid-19, el gobierno federal cayó en múltiples errores que se fueron evidenciando con el paso del tiempo. Por poner un ejemplo básico (y del que nadie se hace responsable), no creo que en Dinamarca hubiera tantas contradicciones con el uso del cubrebocas.

 

Tampoco considero que en dicho país hayan registrado un desabasto tan grande de medicinas como el que se registró en México durante el 2021. Tan sólo durante el 2023, ni siquiera la mitad de infancias menores de dos años recibieron su esquema de vacunación completo, tal como indica la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.

 

En fin, ejemplos como los anteriores tenemos varios. A pesar de las mentiras de Andrés Manuel y sus esfuerzos para pretender que se vuelvan realidad, hace falta mucho más que aplausos para solucionar las necesidades y los problemas de ese pueblo bueno que pretende ayudar.

 

Aunque, según el presidente, el IMSS-Bienestar ya opera en 23 estados de la República, no todas las entidades cuentan con el personal para atender a los pacientes, el número de consultas ha disminuido y los recursos aún son insuficientes. ¿Y los estados en los que todavía no pueden acceder a este servicio?

 

¿Qué hay de esa población que sigue vulnerable? ¿Qué hay de las múltiples agresiones a estudiantes de medicina registradas durante su sexenio? ¿Qué hay de los casos de Eric y Massiel, especialistas médicos asesinados en 2022? ¿Qué pasa con aquellas personas que no cuentan con los recursos necesarios para viajar a otra región y acceder a ese sistema de salud que tanto presume AMLO?

 

No sólo hay una escasez en medicamentos y material para atender a la población, también hay ausencia de condiciones óptimas para trabajar en algunas regiones del país, falta de estructura y, por supuesto, una ola de violencia e inseguridad que pone en constante riesgo a las personas profesionales de la salud, no nada más a quienes estudian medicina.

 

Es necesario recordarle a López Obrador que todas las esferas están conectadas. No podemos tener un sistema de salud “mejor que en Dinamarca” si la precariedad en seguridad, en recursos, en programas sociales efectivos, en concientización y sensibilización sobre temas tan básicos como la educación sexual, entre otros asuntos, continúa aumentando. 

 

¿En Dinamarca siguen discutiendo la interrupción legal del embarazo bajo las creencias religiosas de las personas responsables de la legislación? La respuesta me parece casi evidente, pero se la comparto: en dicho país, el 95% de la población está a favor del derecho que en México llevamos años exigiendo sin una respuesta certera por parte de las autoridades. Le digo, ejemplos hay muchos.

 

Para alcanzar los estándares europeos y estadounidenses, esos que nada más utilizan cuando les conviene, se necesitan mucho más que frases dichas al aire en un evento político. Me resulta cínico que el presidente mismo sea el responsable de alterar la información respecto a lo que ocurre en nuestro país. ¿Qué podemos esperar a menor escala?

 

Si el objetivo es igualar las condiciones del servicio de salud, se requieren acciones que realmente tomen en cuenta las exigencias de las instituciones públicas dedicadas a esta esfera, pero también las necesidades de la población, las exigencias de quienes padecen la falta de medicamentos, el personal sin la suficiente preparación o interés en atender sus casos, las condiciones bajo las que deben trabajar las personas profesionales de la salud, etc. La lista es larga.

 

El sexenio de López Obrador termina de la misma manera en la que empezó, con mentiras y escenarios sin sentido que lo único que hacen es invisibilizar la situación precaria bajo la que se encuentra gran territorio del país. Ojalá el siguiente sexenio no sea más de lo mismo. Ya veremos.

 

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