Observador político - Guerra de encuestas
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
El refrán popular "Entre mujeres podremos despedazarnos, pero jamás nos haremos daño" parece ser un ideal distante cuando se trata de la política, y esta premisa será puesta a prueba en los próximos meses en Morelos, donde tres mujeres compiten por la gubernatura en un escenario marcado por la creciente guerra sucia y una incesante lucha por el poder.
¿ENCABEZA LA PREFERENCIA ELECTORAL? Margarita González emerge como una figura destacada en este contexto político, una mujer que no tiene negativos, que su trayectoria en las últimas décadas ha sido a través de la lucha social y hoy, representa un proyecto que busca ganar la gubernatura de Morelos.
Su ascenso, sin embargo, no está exento de controversia, ya que la competencia se ha vuelto cada vez más feroz; incluso, ella ha señalado guerra sucia en su contra así como por una serie de acusaciones infundadas y ataques personales, en un intento desesperado por frenarla en su proyecto y perder terreno en la opinión pública.
Esta realidad se desarrolla en medio de un panorama de violencia arraigada en la entidad, con un alarmante aumento de asesinatos de alto impacto y feminicidios.
El enfrentamiento no solo se limita a la esfera política, sino que se ha extendido a las redes sociales, donde las candidatas buscan posicionarse a través de discursos incendiarios y declaraciones engañosas; en este contexto, las encuestas se convierten en una herramienta crucial para medir el pulso electoral, y según los datos de la empresa De las Heras Demotecnia, Margarita González lidera con una ventaja considerable sobre sus oponentes de 60 puntos.
Este panorama cobra relevancia en el contexto del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, cuando las mujeres levantan sus voces exigiendo compromisos reales por parte de las candidatas; empero, es fundamental recordar que la preferencia electoral no necesariamente refleja la idoneidad de una candidata para gobernar, ya que más allá de las cifras, es imprescindible analizar el compromiso con la honestidad, la cercanía con la ciudadanía y la capacidad de velar por los intereses de todos los sectores de la sociedad.
Es imperativo que las candidatas no solo se centren en la competencia entre sí, sino que también se comprometan a abordar las causas fundamentales de la violencia y la injusticia que afectan a las mujeres en Morelos y en todo el país; esto incluye la implementación de políticas efectivas para combatir la violencia de género, garantizar el acceso a la justicia y promover la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos.
LUCÍA MEZA EN LA ENCRUCIJADA DE LAS ENCUESTAS.- En el turbulento panorama político de Morelos, la figura de Lucía Meza emergiÓ como una protagonista destacada, tras su designación como representante del Frente Amplio, ya que antes de esta definición, el espectáculo electoral carecía de emoción; los aspirantes apenas generaban interés y sus posibilidades de éxito eran prácticamente nulas. Pese a ello, la intervención del bloque opositor conformado por PAN, PRI y PRD a favor de Meza, ha inyectado vitalidad al proceso, otorgándole un sabor más intenso a la contienda.
Recientemente, la encuesta de Demoscopia Digital, aparentemente coloca a Lucy Meza a dos puntos porcentuales por encima de su principal contendiente en las preferencias ciudadanas y cuyos resultados se han compartido en redes sociales.
Sin embargo, no podemos pasar por alto el hecho de que en el mundo de las encuestas, quien paga tiene una influencia significativa en los resultados, de ahí que, la verdadera encuesta será la que se manifieste el día de las elecciones, el 2 de junio próximo.
Por lo tanto, la guerra de encuestas que presenciamos no es más que un intento de generar incertidumbre política y confundir al electorado en aras de fortalecer determinados proyectos políticos.
En este contexto, es fundamental que los ciudadanos se mantengan vigilantes y críticos ante las cifras presentadas, sin permitir que las encuestas manipuladas dicten su decisión en las urnas.
Es momento de analizar propuestas, antecedentes y compromisos reales con el bienestar colectivo, más allá de los números fabricados para fines partidistas.
LOS CACHA CANDIDATOS.- En el tumultuoso escenario político de Morelos, la definición de los candidatos a las 18 curules locales y las 36 alcaldías se ha convertido en el plato principal de la contienda, sobre todo porque en este proceso no solo implica una simple selección de nombres, sino que se erige como un desafío para las coaliciones predominantes: evitar la fractura interna que podría surgir cuando las candidaturas no favorezcan a ciertos aspirantes, pero sí representen una oportunidad estratégica para el partido.
En este juego de ajedrez político, otros actores como Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo acechan en la periferia, a la espera de que las divisiones y enfrentamientos entre los partidos principales abran la puerta para captar candidatos desencantados; conscientes de que las victorias pueden ser nulas, pero los votos que garantizan la permanencia del registro ante los órganos electorales son una apuesta segura, estos partidos menores aguardan su momento para entrar en escena y además, beneficiarse con las prerrogativas que les otorga el órgano electoral por mantener el registro.
Por ello, no es de sorprender que la mayoría de los partidos emergentes se hayan abstenido de revelar los nombres de sus candidatos a ediles y diputados locales; prefieren observar el campo de batalla político, esperando que las pasiones, el descontento y las rivalidades internas abran brechas que puedan aprovechar en su beneficio. Esta estrategia no es nueva en el panorama electoral mexicano, y Morelos no es ajeno a esta realidad.
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